"Experimentos"

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Otro nuevo día comenzaba en los laboratorios.

Era día de pruebas físicas.

Aún estaba acostado en mi cama mirando hacia el exterior a través de la pequeña ventana que tenía; los rayos solares se filtraban por entre los delgados barrotes y alumbraban levemente mi habitación. Saqué una mano fuera de mis sábanas y rocé con la punta de mis dedos los rayos solares.

La sensación... Fue nada.

Esos no eran rayos solares. Aparte del muro que rodeaba por la parte de abajo a todo el laboratorio, en la parte superior también había uno; era un inmenso campo invisible, el cual, evitaba que se escaparan los experimentos que hacían uso del aire o poderes parecidos.

Varios lo intentaban y con solo acercarse a menos de 2 metros de ese campo, sus cuerpos eran lanzados con brutalidad hacia el suelo por una gran fuerza de repulsión. El campo era invisible pero yo podía verlo, tan solo un poco, y veía unas pequeñas corrientes eléctricas que pasaban en mini segundos a través de él. A veces el campo zumbaba y a mí me dolía escucharlo. 

Lo bueno es que el campo estaba a una altura considerable como para dejarme dormir en paz.

Me tallé el rostro para despabilarme por completo. Anoche se habían escuchado gritos porque estaban experimentando con los de tipo nocturno, ellos poseían habilidades que hacían incrementar sus sentidos al estar en contacto con cualquier tipo de oscuridad y después de varias pruebas se los llevaban para realizar misiones junto a los soldados; algunos regresaban y otros no. 

Por eso es que poco a poco iba olvidando la idea de ir al exterior, estaba seguro de que era el lugar más peligroso del mundo.

No teníamos ningún contacto con el mundo del exterior y con eso estaba bien, ¿Y si ahora era peor?, ¿Y si ya era más peligroso?. 

No lo sabía y no quería averiguarlo.  

-GH65, esperamos que este día sea productivo para ti y para todos nosotros en las salas de laboratorio, que tengas buen día- escuché por los altavoces a Droid… el robot que me daba los “buenos días”, pero también era el que vigila todo movimiento y al que nunca se le escapaba algo. No se le conoce físicamente, tan solo es un programa con inteligencia artificial muy avanzada, había tenido uno que otro enfrentamiento mental contra él y estábamos casi al mismo nivel. 

-Gracias Droid-me senté en la cama y suspiré, este día me veía con Sean. No había transfusiones de sangre y eso era algo bueno para ambos ya que el procedimiento dolía.   cuando su sangre se mezclaba con la mía me provocaba un dolor que a veces soportaba y otras muchas veces me dejaba totalmente cansado.

Después de que su sangre pasaba cierto tiempo en mi interior, la mía se encarga de modificar la suya y logra crear más saifitys.

Saifitys, pequeñas bacterias que dan una energía increíble, resistencia y aumento en el poder de la persona que las reciba. Mi sangre solo podía ser utilizada entre nosotros ya que cuando lo habían intentado con otros… sus cuerpos sufrían de combustión instantánea. Eran bacterias realmente peligrosas para todo mundo pero necesarias para nosotros.

Me levanté de la cama y fuí hacia el pequeño baño que tenía. Me di un vistazo rápido en el pequeño espejo que tenía y empecé a desvestirme. Me coloqué bajo la regadera y abrí la única llave que había, el agua siempre salía tibia. Enjaboné mi cuerpo y mi cabello; cerré los ojos para evitar que me entrara el jabón. 
Disfruté del agua un momento más y después cerré la llave. Tomé una toalla blanca y la envolví en mi cintura, lavé mis dientes frente al espejo y me observé más detalladamente; tenía unas pequeñas ojeras y mi piel se veía reseca y pálida, a mis labios también les faltaba color. 
Enjuagué mi boca y salí del baño. 

Fugitivos IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora