The rain

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B A Z
Los primeros rayos de sol se colaban por la ventana de su cuarto, sus manos restregaban perezosamente sus ojos hasta conseguir abrirlos, si pudiera repetir un momento durante toda su vida, sería cada mañana en la que veía el rostro de Simon bañado en la tenue luz, aquella expresión tan relajada, maldita sea, desearía poder enmarcar esa imagen aunque aún así la guardaba celosamente entre sus recuerdos más preciados, tantos años disfrutando de tan maravillosa vista le dotaba de él verdadero don de despertar antes que Simon.
No tardó en levantarse y arreglar sus cosas para salir de la habitación antes de que el otro siquiera pensara en despertar. Iría a caminar para luego dirigirse a la primera clase.

S I M O N
Lo primero que sintió fue como le arrebataban todas las mantas de su cuerpo haciéndole despertar de sobresalto, su amiga Penny estaba de pie frente a su cama de brazos cruzados mirándole de forma acusadora "¿que habré hecho ahora?" Era todo lo que podía pensar en aquel momento.

-Simon Snow ¿Sabes que hora Es? ¡Te haz saltado tres clases! y ya acusaba a Basilton de haberte asesinado-Decía la maga de manera alterada totalmente molesta con su amigo por hacerla preocupar de aquella forma.

-Oh, lo siento, me quede hasta tarde estudiando-Oh claro, su amiga frustrada y hablarle de que se quedó como idiota admirando a Baz no era la mejor forma de comenzar.

Penny sin nada más que decir se acostó en la cama de Pitch, era increíble que no le tuviera ni una pizca de miedo mientras él hasta temblaba ante su presencia aun cuando convivía a diario con él, lanzó un largo suspiro antes de vestir su uniforme y salir junto a Penny, ya ni siquiera alcanzaba a llegar a almorzar y eso le dolía tanto a él como a su estómago, deberían ir directamente a la siguiente clase, que para su mala suerte era con Baz.

B A Z
Todo el maldito día se había preguntado donde se había mentido el cabeza hueca de Simon ¿acaso no podía ser responsable? ¿Tanto le costaba llegar a clases o a desayunar o al menos a almorzar? Y para peor de la situación, tuvo que aceptar a la nerd de Penny acusándole de haber matado al gran y poderoso niño prodigio mimado del hechicero "amor de su vida" Simon Snow, claro que no lo haría, menos en la habitación con la normativa que estas traen.
Ya era después de el almuerzo, se dirigió a su siguiente clase y ahí estaba con sus dorados y desordenados cabellos, sentado varios puestos por delante de él, tomó asiento y dejó que la clase prosiguiera, la cual hubiese transcurrido normal si el estómago de Snow no sonará cada dos minutos, sus sospechas eran confirmadas, no se había presentado ni al desayuno, ni al almuerzo, era irritante aquel sonido o él mismo quería hacerse creer ello y no que la salud del rubio le preocupaba, saco de su bolsillo una barra de chocolate y escribió en su parte frontal con su mejor letra finalizando por lanzarla directo a la cabeza de portador de tan ruidoso estómago.

S I M O N
Un objeto bastante pesado se estrelló contra su cabeza, provocando que se sus labios saliera una pequeña queja, en cuando levantó aquel objeto se dio cuenta que traía un escrito "¿Podrías ser tan amable de callar a tu maldito estómago?" Aquella perfecta caligrafía y groseras palabras solo podían ser de una persona, no quiso mirarlo pues le avergonzaba que su estómago sonara tan fuerte por lo que solo se dedicó a abrir aquella barra de chocolate y comerla, a pesar de que le golpeara, le había parecido un gesto bastante "tierno" como para venir de semejante y malvada criatura.
Tras su última clase corrió al comedor atiborrándose de cuan dulce encontrará, la cena era su salvación, estaba siendo un completo cerdo y no le importaba o no le importaba hasta que Agatha tomó asiento junto a él abrazándole fuertemente llenado su rostro de besos, cierto, no la había visto en todas las vacaciones ni el primer día, así que solo le correspondió al abrazo sabiendo que ya no podría comer más.

B A Z
Se encontraba satisfecho, por lo que ese día decidió irse temprano a dormir, sabía que Snow llegaría tarde pues lo había visto en el comedor siendo mimado por la "dulce" Agatha. Se despojó de sus prendas colocándose su fino pijama, había comenzado a llover así que solo había tomado asiento en su cama disfrutando de aquella vista, se le hacía un paisaje inigualable, impecable e inmejorable, o eso pensaba cuando vio cruzar al rubio por la puerta con sus rizos empapados pegados a su frente, sus ropas goteando y el totalmente agitado. Baz simplemente no podía apartar la mirada de aquel, se sentía un idiota así que intento endurecer la mirada.

-Prometo secar en cuanto me haya cambiado-Su tono resultaba totalmente calmado, como si ya supiese lo que el otro iba a decir y aún así le dedico una sonrisa un tanto culpable al de negros cabellos.

Desde su cama solo asintió, y aún así se levantó yendo al baño cogiendo una toalla, se posicionó frente a su compañero y empezó por frotarle el cabello de manera cariñosa, mientras este le miraba estupefacto vio como sus ojos se cerraron de golpe al momento que estornudaba, estornudaba como un idiota.

-No sé cómo hay personas que piensan que existen neuronas en ti, podrías enfermarte-Su voz intentaba ser dura y aún así solo sonaba como una madre preocupada.

Simon se sentó en la cama de Baz por primera vez y dejó que este le secara el cabello, por su parte el pelinegro bajo la toalla hasta el rostro de su compañero librando este de las gotas que le caían por sus mejillas, nariz y mentón, su pecho se contraía, realmente lo estaba cuidando y con esas acciones decía a gritos sus sentimientos por él.

Any day I'll know?(SnowBaz)(Carry on)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora