Historia extra: Vacío

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Mi nombre es Jonathan.

Nací como hijo único de una familia de clase media. Mis padres eran amorosos, perfectos y nunca me presionaron.

En la escuela era un genio y todo lo que me proponía lo hacía. Así que ¿Por qué?

A pesar de tener tan buena vida jamás me sentí satisfecho. Practiqué todo lo que estuvo a mí alcance y siempre fui el mejor.

Pero... faltaba algo. Sonreía, sí, pero no eran sonrisas puras.

Tan sólo me limité a reaccionar a las expectativas de los demás y crear una personalidad en base al modelo que se me dio.

¿Desde cuándo fui así?

Siendo capaz de hacer prácticamente todo, e incapaz de sentir algo.

Estaba vacío. El mundo simplemente se volvió gris, no tenía ningún color.

—¿Qué tal te fue en la escuela? —pregunta mi madre recibiendome con una sonrisa.

"¿Por qué? ¿Por qué es tan feliz?"

—¡Muy bien! —exclamo mientras finjo una sonrisa.

Fue entonces que recordé que mi padre es un entrenador pokémon. Recientemente se encuentra en otra región y nosotros nos mudaremos.

Al observar a la gente hacer su cosas, sonriendo, yo pensé: "Quiero ser feliz como ellos"

No lo comprendía, ¿Por qué no podía disfrutar de lo que hacían los demás?

Siempre he sido cortés porqué se me ha dicho que lo fuera, he sido respetuoso por la misma razón e incluso ayudaba a los demás porque me dijeron que sería feliz si lo hiciera.

No lo comprendo, incluso habiendo hecho lo mismo que los demás, ¿Por qué no puedo ser feliz?

¿Por qué no puedo encontrarla?

Entonces vi a un grupo de chicos molestando a otro.

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Al ir a otro mundo "reencarne" como un Zorua.

Recientemente me había vuelto un entrenador porque los demás decían disfrutar de viaje.

No lo hice. Aún si mis pokémon eran felices a mi lado. Yo nunca lo fui.

Eran simplemente unas personas más. No soy malvado ni mucho menos.

Pero, al llegar a aquél mundo lo que me esperó fue muerte.

Llegué con seis pokémon y terminé con dos. Llegué como un Zorua y evolucione a un Zoroark.

Todo me fue fácil. Las muertes no me afectaron demasiado, fue duro no tener un compañero pero lo superé.
Al final me reencontré con Steven. Pero, aquella amabilidad no se encontraba.

Fui asesinado por él.

Pero, el tiempo simplemente se revirtió. Dejé de depender de mi sentido común, pero aun así el mismo escenario ocurrió una y otra vez.

Naturalmente terminé por saber el objetivo, tan sólo somos parte de un juego.

Unas fichas en el tablero que nos movemos de acuerdo a la voluntad de dichos seres.

Esta vez, por alguna razón terminé por engañar a la Lilligant que me acompañaba. Sus recuerdos fueron reseteados, pero, las vidas que se perdieron jamás volvieron.

Para evitar que perdiera la cordura simplemente usé ilusiones e incluso engañé a Emi.

¿Estuvo bien? No lo sé.

Ni siquiera yo entiendo la naturaleza de los dioses. Mantuve mis recuerdos, pero nadie más con excepción de un Mewtwo que fue quién me contó los detalles.

No lo entiendo, ¿Por qué me acerqué a Steven? ¿Por qué cuándo estaba con él fui capaz de sonreír honestamente?

¿Por qué era un desgraciado?

No lo sé y seguramente jamás lo sabré.

Mamá, Papá. ¿Estoy haciendo lo correcto?

To be continued......

Reencarnado en una Gardevoir.Where stories live. Discover now