pregnant;

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  Respiró hondo mirándose al espejo por última vez, acomodó su cabello detrás de sus orejas, y luego volvió a sacudirlo, tomó una toalla húmeda y volvió a quitar su maquillaje.

  Suspiro y casi quiso llorar, así no tenía planeado verse ese día, su cabello no quería acomodarse, sus ojos estaban algo hinchados por los ligeros espasmos que le molestaban desde en la madrugada.

  Vio su cama, con las sabanas más bonitas que tenía, con el enredon más suave, mordió levemente su labio y ahora sí estaba llorando.

  Él tenía que hacer su nido, tenía que sufrir como los últimos años el sentir como el fuego le quemaba desde adentro, él no debía planear tan bien su primera vez.

   Su teléfono suena y sin siquiera mirar la pantalla sabe quién es, lo toma y sigue llorando mientras contesta.

  —¡no puedo! ¡bien! ¡no puedo!— escucha el bufido y limpia con furia sus lágrimas.

   —Jimin-ssi, no hagas esto por mí, ni siquiera por él, olvida nuestra promesa, voy a tener a mi bebé y no importa que tú no, quiero que hagas esto por ti. —Jimin asintió y vio su vientre, plano y suave, vacío como todos sus nidos, llevó una mano a su cuello suave, vacío, sin una mordida.—te he presionado mucho, porque notó cuanto lo deseas, porque puedo notar como tus ojitos van a mi mordida, pero he hablado con Hoseok, y me ha dicho que tanto como tú lo quieras vas a conseguirlo, si decides que hoy es el día, está bien, pero si no es así, Jimin-ssi te ayudaré a chantajear a quien sea necesario de nuevo, las veces que sean hasta que estés listo.

  —lo siento TaeTae, gracias.—se despidieron y colgó, eran apenas las diez de la mañana, a las tres su padre se iría y a las cuatro llegaría Yoongi.

  Seis horas para empezar la última parte de su plan, que es convencer a ese idiota que es su alfa a por fin darle un nudo.

  —Jiminnie-ah ¿desayunas conmigo? —limpia de nuevo su cara y sonríe, se levanta y abre la puerta abrazando a su padre.—hey, ¿ya empiezas a estar cariñoso?

  —sí, omma. —siente la caricia en su cabello y un beso en la zona.

   —mi cachorrito hermoso.—un nudo de culpa se instaló pero su lobo se negó a quedarse lo.

  El único nudo que necesito es el de mi alfa.

  Y como lo había planeado, su padre alfa llega emocionado del borrador que por fin hay entregado mientras levanta a Jin y dan vueltas a la mitad de la Sala.

  Se imagina a él mismo siendo sostenido por el holgazán alfa por haber ganado algún premio importante, puede hasta sentir el aroma de felicidad de su alfa y sabe que hace lo correcto al planear esto.

  —tenemos que celebrar. —Jin asiente ante esas palabras y él sigue mirándoles desde la puerta. —¿sí? vamos, vamos.

  —Jimin, vamos. —sus padres voltean a verlo y él tiene que morder su labio y ver al calendario. —oh, bueno... podemos ir otro día.

  —sí, otro día. —ambos se ven trsutes por no poder ir hoy, Jimin se repite que es lo correcto, son los medios correctos.

  —o pueden ir ustedes solos, hace meses que no salen solos. —sus padres se mirando y niegan para volver a verlo, pero antes de que digan una palabra, les interrumpe.—por favor, no me han sentir culpable por esto, vayan y yo cerrare todas las ventanas y las puertas, van a estar aquí para la medianoche ¿no?

  Ambos adultos se miran y entre miradas Jimin sabe que ha ganado cuando los ve suspirar y volver a mirarlo con un brillo especial.

  —está bien, iremos otro día contigo ¿sí? —Jimin asiente y les da un abrazo para felicitar a su padre.