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[este es el capítulo de los nidos que le prometí, sólo que elegí escribirlo con mención de JenSoo así que, lo lamento si no te agrada¡! ]

   Era una extraña sensación de necesitar ese suéter, era mucho más extraño pues ella odiaba el suéter de su hermano.

  —¿para qué? ¿lo vas a romper, o tirar o quemar? no, sabes que es mi suéter favorito, enana. —Jennie gruño y volvió a negar por milésima vez, sólo, lo necesitaba.

  ¿Por qué no podía darle el horrible suéter para que ella se fuera a su cuarto y ya?

  —¡papá, Jennie quiere quemar mi suéter! —gritó un divertido jungkook corriendo por toda la casa haciendo bufar a la castaña.

   Decidió rendirse y entró al cuarto buscando algo con que reemplazarlo, afortunadamente encontró un suéter no tan feo y se lo llevó rápidamente y tirandolo en su cuarto para luego cerrar la puerta con seguro.

   —¡jennie unnie! ¿me ayudas con mi tarea? —después de ocultar el suéter volvió a abrir la puerta y sus ojos se dilataron al ver el oso favorito de su hermana menor.—es que es muy difícil, unnie.

  Naeun hizo un ligero puchero cuando Jennie puso de condición el que le dejar su oso sólo por unos días.

  —pero tú tienes tus propios osos, unnie. —lloriqueo y Jennie le gruño haciendo que Naeun llorara pues Jennie nunca le gruñia a ella.

  —¡bien! quédate con tu oso y te ayudó pero cállate. —la pequeña de ocho años volvió a sonreír y la llevó a su cuarto por unas dos horas.  

  Naeun se quedó dormida con su oso entre sus brazos, así que antes de irse, Jennie le dio un beso en la frente y se llevó el oso favorito de la semana pasada.

   (✿❛◡❛)

    Cuando Rosé dormía entró a su habitación a hurtadillas y se metió con ella en la cama haciéndo que se despertará.

—Rosé noona, ¿me puedes prestar tu cobija amarilla?—la alfa- desde hace dos meses- la miró con algo de duda pero luego asintió y le dio la espalda volviendo a quedar dormida.

  En rápidos pasos, Jennie tomó la cobija y salió de la habitación de su hermana a la suya, pero al encender la luz casi se cae al ver a alguien bastante familiar para ella.

  —Hola, cachorra.—sonrió la mayor que estaba sentada junto a la ventana. —mis padres están peleando de nuevo y pensé que no te molestaría que me quedará por un rato contigo, a menos que este interrumpiendo tus robos de medianoche.

  —¡yo no estoy robando, noona! —la alfa río y se levantó para caminar hacia ella.

  —claro que no, Jenduki, sólo estás haciendo tu primer nido, es adorable. —dijo después de presionar un beso en su frente y frotar su mejilla. —cuando Lisa me invitó a ver su nido juro que tu hermana estaba a punto de arrancarme la cabeza. —río dejando confundida a Jennie.

  ¿qué era un nido?

  (✿❛◡❛)

   —mami.—Jimin giró para ver a Jennie en pijama y el cabello desordenado. —tenemos que hablar.

  —la primera vez que les dije eso a mis padres había roto un jarrón ¿nuestros jarrones están a salvo? —dijo haciendo que la menor riera logrando que el ambiente tenso desapareciera.—tomaré eso como un sí, ven y siéntate acabo de terminar el té.

  —bueno yo...—se quedó callada al sentarse mirando a Jimin, seguía siendo un hermoso omega, su piel seguía suave al tacto y el brillo en sus ojos hacía a cualquiera quedar embobado.

  —ya llegue...

   —¿qué es un nido? —Yoongi que acababa de entrar abrió los ojos y giró para salir.

   —ya me voy. —Jimin río divertido tomando el primer sorbo de té.

  —siéntate, Min, te dije que le diríamos juntos y aparte me debes mil wones. —Yoongi gruño y volvió pra sentarse de mala gana extendiendo el dinero.

   —yo prefiero hablar esto sólo con Jimin omma. —dijo con sus mejillas rojas sin mirar a sus padres que la miraban con amor.

   —es algo que debemos hablar los tres ¿bien? tranquila, tu padre no va a decir nada fuera de lo necesario. —Yoongi bufo y empezó a olfatear ligeramente al sentí un aroma extraño en el aire. —bueno, los nidos sirven para proteger a los omegas en el celo.

  Se quedó callado esperando reacción de su hija que al sentir en silencio tan largo giró a verlo sin entender.

  —bueno, normalmente, el o la Omega se sienten desprotegidos en sus celos por lo que crean un nido, estos se hacen con prendas de tus familiares o gente que consideren muy cercana a ti como tu... —Yoongi le gruño y Jimin le dio un golpe en el hombro. —cállate, te dije que el karma vendría por ti pero nunca me haces caso tonto alfa.

   Jennie recordó que en los días que se iban a quedar con los abuelos desaparecían algunos de sus suéteres y aparecían al terminar, lavados y con olor a mandarina, al igual que algunas prendas de sus hermanos.

  —¿tú haces nidos, omma? —Jimin asintió al ver como las cosas parecían aclararse en la cabeza de su hija.

  —sí, el aroma de tus seres queridos hace que el celo sea menos doloroso, tu padre desde el principio me daba sus chaquetas o algo con su aroma sin darse cuenta, es un instinto de alfa darle algo con su aroma a los omegas aunque sea la primera vez que presentan, es como una forma de cortejo. —Yoongi sonrió y luego volvió a olfatear el lugar ante el aroma de cereza. —los nidos son muy importantes, Jennie, es como una forma de que puedes mantener algo a salvo, tu lobo lo maneja en que si puedes hacer un nido cómodo y adecuado para ti, puedes cuidar de un alfa y cachorros, que eres buena Omega por así decirlo, así que no te preocupes, mantendré a tus hermanos entretenidos para que no dañen el tuyo ¿sigues queriendo el suéter de Jungkook? ¿O JiSoo ya te ha dado algo?

  —¿cómo sabes que...? —las mejillas de Jennie volvieron a un rojo intenso y Yoongi gruño más fuerte acercándose a oler a Jennie.

   —¡esa alfa estuvo en su cuarto y no me dijiste! ¡ni siquiera ha presentado, por Dios Jimin!  —Jimin giró los ojos y se quitó su suéter para dárselo a su hija que tenía los ojos llorosos.

   —sólo ten en cuenta, que si la dejas entrar a tu nido la estás dejando entrar a ti, todo lo que hay en tu nido es parte de ti, los que están ahí son importantes para tu corazón, si tu la dejas estar tan físicamente dentro asegúrate que sea más que sólo algo pasadizo aunque... por la forma en que te mira apuesto que ella va muy en serio. —Jennie tomó el suéter y Jimin le dio una ligera sonrisa.

  —¡no la voy a dejar cruzar esa puerta, Min JiMin!

  —sabe usar la ventana, Yoonnie.

   (✿❛◡❛)

   Después de unos días por fin había llegado el celo.

  Y dolía como el infierno, Jimin ya la había ayudado y dándole cada remedio que conocía pero el dolor apenas si disminuía.

  Hasta que en medio del dolor el aroma a cereza le pico en la nariz haciendo que este disminuyera más rápido que con toda la ayuda de sus padres.

   —entiendo si tu respuesta es un no, apenas tienes quince años y es complicado esta decisión, pero aceptó empezar un cortejo adecuado después de esto sólo... ¿me dejas entrar? —Jennie ni siquiera lo duda antes de jalar su mano y hacerla cerca sobre ella.

  

[si aún hay dudas,  pueden ponerlas y les respondo uwu]