Taehyung sonrió traviesamente.

- ¿Quieres recrear tus sucios sueños conmigo en otro lugar?

No hubo respuesta, sólo vio como Hoseok le daba la espalda, con sus hombros tensos, y caminaba hacia la sala de profesores. Taehyung pensó que realmente no lograría sacarlo de quicio en ese lugar, pero se dio cuenta de sus manos, y éstas estaban tan apretadas que sus nudillos estaban completamente blancos. No pudo evitar relamer sus labios por eso, llevándose la mano distraídamente al cuello.

<< Si tan sólo supiera que me toqué después de eso... >>, recordó Taehyung, sin poder evitar jadear bajo por la vergüenza. Nunca le había pasado eso antes. Hasta el momento, lo único que consideraba fetiche era que le tocaran los pies cuando tenía sexo. Obviamente, eso nadie lo sabía, ni siquiera Minho. << Muchas, muchas capas de secretos >> razonó avergonzado.

Trató de que sus pensamientos fueran a otro lugar, bien podía ser un sinvergüenza e insinuarse juguetonamente, pero Hoseok no era homosexual. Tal vez fuera bisexual, pero en su posición nunca lo sabría.

Estaba misteriosa y estúpidamente enamorado de Hoseok, lo había aceptado, pero tener algo con él estaba realmente fuera de su alcance y lo sabía. Sumándole el mal genio del profesor al odio que le tenía, convertirlo en homosexual sería una tarea de titanes, por no decir imposible. Y él aún seguía curando su corazón roto por Minho.

De todas formas, realmente quería acercarse a Hoseok. Incluso si fuera sólo para insultarse mutuamente. El profesor no era un demonio, si podía sonreír de esa forma tan angelical con sus alumnos, definitivamente tenía una parte buena que quería conocer.

Taehyung pegó un salto cuando sin darse cuenta ya habían llegado a la sala de profesores y Hoseok había cerrado la puerta tras él. Perderse en sus sucios recuerdos, de él tocándose en el sillón mientras gemía el nombre de Hoseok y tenerlo ahí frente a él realmente le provocaba una vergüenza horrible, pero podía con ello. En especial porque Hoseok tenía la expresión de querer cortar su cuerpo en pedazos para dárselo a los peces.

No sabe cuánto tiempo estuvieron mirándose mutuamente, pero para Taehyung parecieron horas en las que no sabía si saldría vivo de ahí. Hoseok lo miraba de una forma tan intensa que era asfixiante, así que cuando se movió no pudo evitar dar un paso hacia atrás, provocando una carcajada casi siniestra en el profesor.

- Vaya... de verdad... ¿Qué haré contigo?

- Mierda, no digas eso -musitó Taehyung, tragando saliva y expectante por la forma en la que Hoseok se acercaba lentamente hacia él, con los brazos cruzados y con los dedos de una mano acariciando su mentón-, parece una línea del asesino de una película de terror. Basta.

Hoseok le estaba empezando a dar miedo, porque sonreía tenso sin mostrar los dientes y de repente su ceño fruncido crispo todo su rostro haciendo que Taehyung se pusiera detrás de un escritorio de pertenencia desconocida.

- De verdad voy a matarte -gruñó Hoseok, apretando los dientes y su voz volviendose más amarga. Taehyung de verdad trataba de no lucir aterrado-. Estuve dos días más sin dormir por tu culpa, estoy perdiendo la cordura, Taehyung. Voy a matarte si de verdad no me das esas pastillas.

- Ya, como quieras -se encogió de hombros, tan seguro de sí mismo que le daba gracia imaginarse-, pero ya te dije lo que quiero.

Taehyung se mordió el labio inferior al ver el rostro prendido en ira de Hoseok, ya hasta podía oler la furia emanando de sus poros al ver sus ojos de par en par y su frente arrugada. Incluso su nariz se había arrugado adorablemente a sus ojos, aunque a los ojos de cualquiera lo razonable era salir corriendo para no morir a manos del profesor.

Tócame. HOPEV.Where stories live. Discover now