- Anoche... te peleaste con un sujeto -musito casi entre dientes, pasándose la mano por el cabello enredado-, Mel me ayudo a traerte a casa, perdiste tus llaves, así que te quedaste aquí.

- Mientes -enarcó una ceja, empezando a irritarse por lo tímido que estaba Taehyung ante él. Nunca lo había visto así de nervioso, bueno, en general nunca lo había visto después de despertar-. Nam me hubiera abierto la puerta si Mel lo hubiera llamado.

- No sé si lo hizo - se encogió de hombros con la manía ya repetitiva de pasarse los dedos por el cabello-, yo traté, pero Nam hyung no contestó.

- No le digas Nam hyung -chasqueó la lengua y abulto sus labios, aun más disgustado-. Es mi amigo, no el tuyo.

Taehyung ante eso resopló, rodando los ojos y conteniendo una sonrisa. En ese momento sintió que era el Taehyung que conocía últimamente.

- Oh, vaya, que maduro eres -dijo sarcástico y agudizando la voz con burla-. Tranquilo, no te quitaré a tu amigo Nam hyung~.

- Púdrete -exclamó Hoseok, mirándole con desprecio, pero el escultor lo ignoró volviéndose hacia el sillón y ordenando la manta que tenía desordenada luego de poner la croquera encima del escritorio. 

Casi gruñendo como un perro rabioso, Hoseok se paró abruptamente, pero un dolor en su parte trasera le hizo devolverse a la cama con un gemido que se le quedó atascado en la garganta. Un sudor frío le empezó a recorrer la sien, su manzana de adán moviéndose nerviosamente al tragar grueso y sin atreverse a mirar fijamente al escultor que se le había quedado mirando por el gemido de Hoseok, quien empezó a sentir náuseas.

- ¿Qué te pasa, viejo raro? -preguntó Taehyung, enarcando una ceja extrañado ante el semblante pálido del contrario.

Hoseok tembló, pero lo ocultó bastante bien. No era como si se estuviera imaginando toda una desgracia en su cabeza digna de una obra teatral trágica.

Cuando por fin se armó de valor sólo por el hecho de parecer orgulloso y seguro, alzó la mirada hacia Taehyung y preguntó.

- ¿N-nosotros... t-tuvimos...?

Taehyung arrugó el entrecejo sin entender.

- ¿Qué?, ¿Tuvimos qué..?

El contrario puso los ojos en blanco, irritado ante el desconcierto del escultor, señalando vagamente su parte baja y trasera.

- Sabes a lo que me refiero, no te hagas el idiota.

A Taehyung le tomó diez segundos entender a lo que se refería y cuando lo hizo, casi se atraganta con su saliva.

- ¿Te refieres a que tuvimos sexo? -exclamó perplejo, haciendo que Hoseok se pagara una palmada en la frente que resonó por toda la habitación. Taehyung soltó una carcajada burlesca y lo miró con un gesto altivo-. Ya quisieras... no es que yo no quisiera, sabes, pero tú eres un viejo gruñón y...

- Ya, entendido -lo cortó con la mano en alto, desviando la mirada. Era la situación más incómoda que había pasado en mucho, mucho tiempo, sin poder evitar refunfuñar y odiar el hecho de que su rostro se sintiera en llamas-, tampoco es que quiera saber porqué mierda me duele el trasero, imbécil.

Taehyung le oyó, cruzándose de brazos, volvió a soltar otra risa burlesca a pesar de la mirada asesina de Hoseok.

- Te caíste de culo al suelo cuando te peleaste con ese tipo, es obvio que te va a doler, imbécil -explicó con sorna imitándole-. Y te caíste de camino aquí también, cuando te metimos al taxi -se detuvo, sus ojos radiantes de sorpresa que aun no se esfumaba y esa sonrisa juguetona que Hoseok estaba empezando a detestar-. ¿En serio creías que tú y yo...? -se señaló a ambos con el dedo-. Ay, Hobi hyung~, quien diría que en realidad te gusto lo suficiente como para tener sexo conmigo en tu imaginación.

Tócame. HOPEV.Where stories live. Discover now