Capítulo 6: "Labios de terciopelo"

16 1 1
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—Lo siento, te hablé muchísimas veces, te toqué, te moví, casi te boté de la cama, y nada, no despertabas, hay muchas cosas que hacer ¿sabes? No me gusta ver mi cama deshecha, y tampoco puedo hacerla si estás tu durmiendo como si no hubieses dormido jamás en tu vida.—Le digo con una sonrisa juguetona mientras me siento en sus piernas con las mías entreabiertas (supongo que se entiende) y le beso.

Él responde a mi beso juguetón también y me abraza la cintura.

Vaya, creo que todo esto va tan perfecto, parece imposible.

—¿Sabes con qué habría despertado casi de inmediato? Con un poco de motivación de tu parte, sabes a lo que me refiero— Me mira pervertido.

Vaya, qué patán, sabe exactamente cómo darme esas ganas de golpearlo pero al mismo tiempo de darle lo que quiere, es sorprendente.

—Qué idiota eres, sólo vístete, no seas necio, debo hacer mi cama, otro día seguiremos conociéndonos o haciendo lo que hicimos anoche, lo que sea, pero por ahora, todo lo que pienso es que ¡necesito hacer mi cama!

Aún no sé como demonios le tomé tanta confianza tan pronto, apenas nos conocimos anoche, y ni siquiera sé si eso cuenta, porque... Bueno, ya saben, no pasamos mucho rato conversando que digamos...

—Te propongo algo, te ayudaré a hacer tu cama y luego seguimos conversando de nuestras vidas o lo que quieras hacer, ¿te parece?— Me dice con una sonrisa.

—Vale, ayúdame a hacerla y luego podemos seguir discutiendo por idioteces, o lo que quieras— Le digo rodando los ojos, pero al rato la actitud no me funciona mucho y acabo sonriendo y acariciando su cabello castaño casi rojizo.—O mejor, levántate—Levanto la sábana y miro por su entrepierna—vístete, y luego adelanta un poco el trabajo mientras yo voy al baño.—Le digo dejando un casto beso en sus labios y levantándome de sus piernas para caminar al baño.

Demonios, este chico es tan jodidamente perfecto.

¿Algún defecto? ¡Porque no logro ver ninguno!

 Llegué al baño, me senté, hice mis necesidades, me sequé y me lavé las manos, al terminar, me dirigí a mi habitación, donde encontré la cama hecha perfectamente, pero no había nadie allí. 

—¿Qué diablos? ¿Nic? ¿Dónde estás?— Pregunté frunciendo el ceño, pero no hubo respuesta alguna.

De pronto siento que alguien cubre mis ojos con una tela —supongo que es alguna venda—y siento como me voltea para besarme en los labios. Sonrío en mitad del beso.

Diablos, tiene labios de terciopelo.

—¿Me extrañaste?—Reconocí su voz al instante, esa voz tan sensual que me enloqueció desde que llegué aquí llena de maletas y malas vibras.

Sentí cómo me quitaba la venda y me dejaba ver su perfecto rostro.

—Al parecer sí— Digo haciendo puchero y tomando su cara entre mis manos para luego besarle.    

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 25, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Annette y la casa en el bosque.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora