Crónicas de una mente podrida, absurda y solitaria.

Cuando no puedes mirar al cielo

El tiempo va acomplejándose conforme voy caminando por el contorno del océano, no había sentido la brisa desde hace tanto, pero ahora me ahoga. 

Recuerdo pasar por este lugar cuando era un niño. Recuerdo tirarme sobre la arena y jugar con las piedras que encontrara. Recuerdo ir hacia donde iban las olas, claro que no las seguía a lo profundo del mar, aunque tengo que confesar que era sumamente interesante tratar de saber que había ahí debajo. Por poco la curiosidad y me mata. Pero uno cuando esta de tan temprana edad no contempla la belleza que lo rodea, no contempla nada, no tiene razón. De niños somos como cajas completamente vacías que van llenado poco a poco de mierda y mierda. He visto personas adultas que no contemplan lo que yo veo, no quiero formular que soy mas inteligente o interesante que los demás; pero no puedo explicarme el porque toda clase de personas en toda clase de edades se siguen comportando como niños. Estar aquí frente al océano, tarde, nublado, frió, arena, ciudad, mar, aire, todo es perfecto y estático, armonioso y ceremonioso. 

Fumar es un habito mio que no he podido dejar, me siento aquí, a la orilla del océano y pienso. Pienso y pienso. Como es que transcurre la vida. Solo tengo 20 años y no puedo hablar mucho de ella, seguramente una persona de 45 años me vería ahora y diría: "Pobre chico, tan joven, ya saldrá de eso". Probablemente tenga razón, probablemente esa persona de 45 años ha estado en el mismo lugar en el que estoy sentado ahora, fumándose un cigarrillo y pensando en el tiempo. Después de todo, quien no ha tenido crisis existenciales es un robot, literalmente lo es. Entonces me imagino yo de aquí a unos 25 años, con hijos una pareja, una casa, un trabajo, viendo jóvenes sentados sobre la arena y pensando en lo miserable de la vida. O quizás no. Quizá los mande al carajo a todos.

Siempre he querido contar historias, pero las hago demasiado tristes cortantes. Creo que es por lo que hay dentro mio, por lo que expreso. Puedo contarte mi historia, bullshit. La historia de cualquier persona es mierda, solo son apariencias las que vemos; solo sabemos lo que nos permiten saber, nada mas. Enciendo un cigarrillo y me siento  a contemplar la bastedad del océano, colores morados rojos y azules intercambian tonalidades mientras va ocultándose el sol invisible, hoy es un día nublado y frió, carente de calor. Las playas como esta están inundadas de gente cuando hay calor, pero en invierno es todo para mi. Disfruto el concepto de ir en invierno a la playa porque me ayuda a pensar y reflexionar. No estoy triste, no estoy deprimido, tengo solo problemas clásicos de todo ser humano, y no tengo preocupaciones de gran importancia; pero me gusta estar aquí y sentar me a pensar. Quizá estaré vació por dentro. Quizá necesito llenarlo con pensamientos. 

Me recuesto sobre mis pensamientos y miro las nubes, grises y negras, carentes de vida y color. Considero que el gris es mi color. No va en nada, no es nada, ni blanco, ni negro.