Destinado

Capítulo 2.

"Min Ho..."

"O, podría dormir con nosotros, tú decides".

"Me quedaré con ellos hasta que se duerman".

Min Ho se acercó lamiendo a sus cachorros y los ayudó a subir en la cama, viéndolos correr a cada borde antes de acostarse juntos en las almohadas, y Taemin subió con ellos, acostándose a su alrededor.

"Estaré en la habitación de al lado, dejaré la puerta abierta para que la reconozcas".

Taemin gruñó diciéndole a su pareja que estaba bien, y Min Ho salió de la habitación, dirigiéndose a la de al lado, en donde cambió a su forma humana y se vistió, sintiéndose extraño al hacerlo luego de su último cambio de dos semanas, aunque más extraño fue antes cuando despertó en esa habitación, con su cuerpo adolorido, y no recordaba en el momento que hizo el cambio a humano, sólo se vio en esa cama, en la que permaneció varios días hasta sanar completamente y poder hacer su viaje de regreso en busca de su pareja, aunque en ese tiempo Jong Dae había tenido el tiempo suficiente para hablarle de lo que pasó.

Para que Taemin fuera a la habitación pasaron varias horas, en las que Min Ho lo esperó paciente, además de que se tomó el tiempo necesario para pensar las cosas, él nunca imaginó ser el líder de una manada pero la responsabilidad ahora estaba sobre sus hombros; él hubiera preferido conocer esa manada y tal vez quedarse ahí como lo fue en el pasado en su antigua manada, pero si quería quedarse con ellos para que su pareja y sus cachorros pudieran estar en la ahí, debía de tomar la responsabilidad que le correspondía, ser el alfa, un puesto que tal vez muchos querían, pero él no lo había deseado nunca, pero ahí estaba.

Los pasos del omega se escucharon fuertes mientras caminó en el pasillo, en aquel silencio que de la casa ahora que sus cachorros se había dormido, y mientras estuvo con ellos se dio cuenta que no quería dejarlos solos en la habitación de al lado, pero la cama era muy pequeña para pedirle al alfa que se quedara con ellos en su forma animal, porque su pareja era más grande que él, y no iba a ser nada cómodo, por eso había decidido ir a buscarlo para avisarle, además de que quería quedarse un momento más antes de regresar con sus hijos.

Se detuvo en la puerta mirando al hombre que estaba sentado en la cama, y un gruñido escapó de su garganta, no había visto a pareja en su forma humana desde hace muchos meses atrás, y ahora que lo veía se daba cuenta lo mucho que su cuerpo había cambiado, estaba más alto, sus músculos se remarcaban en la ropa que vestía, la cual le quedaba bastante bien, y que hizo que quisiera correr a sus brazos, pero tuvo que recordarse que él estaba todavía en su forma animal.

—Entra —dijo Min Ho cuando vio a su pareja en la puerta de la habitación.

Taemin obedeció, entró con pasos lentos y se colocó frente a su pareja, dejando su cabeza sobre las piernas de éste, sintiendo como acariciaba su rostro y lo besaba en la en su nariz, lo que provocó que retrocediera porque el gesto le había provocado cosquillas y le hizo estornudar, pero al levantar la mirada se encontró con el rostro sonriente de su Min Ho.

—Cambia, por favor —pidió el alfa acariciando las orejas de su pareja.

Lo vio retroceder un poco y como el cuerpo de Taemin cambiaba frente a él, dejando a su omega sobre sus manos y rodillas, completamente desnudo frente a él, recordándole la razón de que hubieran permanecido en su forma animal todo ese tiempo, porque su grueso pelaje era mejor para el invierno que enfrentarlo sin él, además de que no tenían ropa después de su primer cambio, aunque en algunas ocasiones habían robado a los exploradores del bosque no era suficiente porque olvidaban que la ropa no aparecía si tenían que huir en algún momento y ésta quedaba destrozada.