Luego de que entré por última vez al baño, bajé muy feliz las escaleras viendo la enorme espalda de Cris descubierta haciendo el desayuno.

—Mmh... huele rico ¿qué es? — lo abracé por detrás.

—Bueno una vez una gran amiga me dijo que para que se bajara la cruda, el pollo con salsa roja era bueno — volteo y sonrió —estás preciosa — dijo para luego darme un beso en la frente.

—Es que acabo de vomitar — sonreí tomando mi plato y sentándome en el desayunador, miré y había una bolsa de una farmacia — ¿qué es esto?

—Bueno, como experto en el tema que soy para la resaca — se sentó frente a mí —te compré algunas cosas que te ayudan para que te sientas mejor — sonrió y yo inevitablemente sonreí, ¿cómo era que no me iba a enamorar de este hombre?

Tomé la bolsa viendo las cosas que había dentro — ¿Solo algunas cosas, o toda la farmacia? — reí.

—También te tarje esos panquesitos de fresa que te gustan — dijo sacando la bolsa —por si te da hambre en el trabajo.

Me levanté y fui hasta él, lo abracé y sonreí —Te quiero... Cris.

Pude observar su cara de felicidad —Dilo otra vez, por favor.

Envolví mis brazos en su cuello —Te quiero.

Me tomó de la cintura pegándome a su cuerpo y besándome.

Oímos que la cerradura se estaba abriendo.

— ¡Cris, vengo por Rose...—Los dos volteamos mirándola, creo que no nos había encontrado en la mejor situación — ¿Qué carajos?

—Buenos días Andy, ¿quieres desayunar? - le ofreció Cris sin soltarme de la cintura.

—No — le levantó el dedo y luego me miró —quiero una explicación.

Cris y yo nos miramos al mismo tiempo, la verdad nosotros tampoco sabíamos que estaba pasando y no había manera de contestarlo.

Le sonreí —Hay pollo en salsa roja... — la miré.

—Nos vamos — abrió la puerta.

Suspiré —Andy, no seas dramática...

—Ahora —habló seria para luego salir de la casa.

Suspiré, Cris me dio un beso suave y me dio mis panquesitos —Suerte — me guiñó el ojo acompañándome hasta la puerta.

—Gracias.

Salí de la casa y caminé hasta la acera, donde estaba el coche de Andy, y ella adentro esperándome. Suspiré persignándome para luego abrir la puerta y subirme.

—No me avisaste nada — dijo mirándome — estaba como maldita loca buscándote en la fiesta porque no habías llegado a casa, casi me da un puto infarto al no encontrarte, te estaba llamando a tu celular y no me contestabas. Hasta que Thomas que dijo que te fuiste con Cris.

—Bueno, algo más bien como que Cris me llevó — sonreí pero vi su cara seria — perdón.

Me abrazó —Eres una idiota — asentí — no era pregunta — nos separamos y me miró —y ahorita me vas a contar todo.

Y luego de que casi me arrastrara hasta mi oficina, estábamos hablando.

— ¿Qué?, ¿y ya? ¿Así? — preguntó confundida.

Asentí —Pues digamos que si.

—Ay Dios— se echó hacia atrás en su silla — si antes estabas hundida, ¡ahora estamos como el Titanic!

Viviendo con mi mejor amigo (Roomie 1)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora