Salvame (Hiroto Kira y TN)

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Han pasado los meses y con ellos los mejores momentos de Hiroto en el orfanato, si bien era ignorado por la gran mayoría de los chicos no era de extrañar que era rodeado por sus mejores amigos quienes se juntaban mayormente para jugar al fútbol unidos. Los demás chicos no se acercaban demasiado a ellos por el hecho que pensaban que Hiroto era demasiado tímido y porque se juntaban con niñas y todos saben que en esa edad entre más alejado estés del sexo opuesto era mejor.

Volviendo con los chicos estaban sentados en la sala principal leyendo o jugando juegos de mesa, por lo que les dijo la encargada dentro de cualquier momento llegaría un señor para pasar la tarde con ellos; esto motivó a los niños pensando que ese hombre los podría llegar a adoptar. Todos pensaban eso mientras el grupo de "raros" no mostraban signos de que les importara eso.

Niño: ¿enserio no les importaría si este señor se interesa en alguno de ustedes?- pregunto por ultima vez uno de los mayores de los niños quien estaba muy emocionado por la idea de ser adoptado.

Suzuno: solo será una visita, nada nos garantiza que nos adoptara este señor- dijo al notar que nadie diría nada, pero al parecer esa respuesta no le gusto al niño de no más de 10 años.

Niña: Suzuno-chan tiene razón, pero, ¿no podrías haberlo dicho con más tacto?- dijo una chica de su misma edad haciendo que el albino levantara sus hombros como si no hubiera hecho nada.

Midorikawa: creo que te pasaste- dijo el de pelo verde viendo a los chicos yéndose con la cabeza gacha.

Nagumo: mejor así- dijo apartando sus ojos de un libro que lo tiene atrapado desde hace horas-no nos ilusionamos con una idea errónea, este señor viene solo de visita- dijo simplemente volviendo su vista al libro dispuesto a no levantar la mirada nuevamente.

Las chicas siguieron jugando con las muñecas en absoluto silencio, Hiroto y Midorikawa siguieron jugando a las cartas mientras que Suzuno y Nagumo seguían cautivos en su lecturas. En eso se pudo escuchar claramente a la encargada los fue llamando para que se reúnan en la sala principal. Los chicos se pusieron en pie y se encaminaron rumbo a dicha sala encontrando a la encargada sonriendo y a lado de ella un señor bajo, regordete y más o menos de la misma edad que la señora.

Encargada: chicos les quiero presentar al señor Astram Schiller (si alguien sabe su nombre en japonés me hacen un favor) este es el señor que nos vendrá a visitar algunas veces- dijo sonriéndonos.

Astram: buenas tardes niños- dijo sonriendo amplia mente.

Todos: buenas tardes señor Astram- dijeron todos los niños a coro, algunos más felices que otros y un par con algo de desconfianza al mayor.

Astram: pueden decirme solo por mi nombre- dijo entre risas- esta es mi hija Hitomiko- de detrás suyo salió una chica mayor que todos ellos con una sonrisa algo triste.

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Las semanas fueron pasando, para los chicos no era raro ver al señor y a su hija yendo una vez a la semana al orfanato con diferentes regalos a los infantes que cada vez no podían ocultar su sonrisas al verlos atravesar las puertas de las instalaciones ya sea con muchos juguetes entre sus brazos o simplemente con una gran sonrisa en sus rostros. Claro que siempre hay chicos que no terminan de confiar en este señor, pero para que nadie les diga nada prefieren mantenerlo en silencio; una de ellas era TN.

Era ya la hora de la merienda todos los chicos estaban lo más cerca que podían del señor Astram mientras que TN estaba algo rezagada, no era porque quería parecer una rebelde con el señor, es simplemente que esos asientos eran ocupados enseguida, por lo que ella nunca llegaba a sentarse cerca de él. De reojo pudo ver a Hiroto y Reina, quienes si pudieron sentarse a lado de él, estaba conversando animada mente con una compañera de cuarto cuando la encargada se acercó a ellas sonriendo levemente.

Encargada: TN, es hora- dijo simplemente asiendo que la infante se pusiera de pie y caminara junto a la señora llamando la atención del señor que las veía irse.

Reina: ¿pasa algo padre?- preguntó la niña, mirando al señor.

Astram: ¿le pasa algo a esa niña?- pregunto un poco preocupado al ver la seriedad de la encargada al llevársela, los niños que conocían los motivos bajaron la cabeza levemente.

Midorikawa: ella tiene una enfermedad en un grado complicado, o al menos eso es lo que nos dicen todos los doctores- empezó a narrar el de pelo verde sentado enfrente de Hiroto quien no apartaba la mirada de la puerta donde salió TN minutos antes.

Reina: y no hace mucho encontraron una cura, pero nunca se a medicado adelante nuestro, dice que no quiere que la veamos en esos momentos, aunque no se porque- dijo la niña algo extrañada mirando a "padre" por alguna respuesta.

Astram: tendrá sus razones- dijo sonriendo a los chicos notando su preocupación por la niña- seguramente no quiere que se preocupen por ella en esos momentos- sonrió haciendo que ellos también lo hicieran con menos energía que el mayor.

Al cabo de una hora la misma niña volvió con una sonrisa algo triste, se sentó junto a la misma niña siguiendo con la conversación, Hiroto enseguida se acercó a ellas y se unió a su conversación. El adulto no pudo evitar mirar de reojo a esa niña tratando de descubrir algún indicio de lo que tiene esa niña, pero al no descubrir nada se rindió y siguió conversando con los niños.

Lo que este señor nunca se hubiera imaginado que en el futuro con tal de conseguir lo que él quiere sería capaz de sacrificar la vida de esta misma niña que estaba profesando, quien se termina arrepintiendo del daño hecho. Claro que para que se diera cuenta de eso faltan 10 años para que se de cuenta del daño que le causó a esta niña y a todos su amigos quienes no les gusta verla en las condiciones en las que se encontrara.