A Match made in the Hell

It's been a while

//Derechos:

No me pertenecen los personajes de la serie ni la historia, como ya dije la historia es de SpyroForLife y yo sólo he traducido su gran obra.//

Era una noche cálida y un Marco Díaz de ahora 17 años de edad estaba disfrutando de su caminata. Se estaba relajando luego de otra semana de escuela e incluso estaba planeando ya su fin de semana; considerando el ponerse al tanto con Star Butterfly... si es que ella no estaba muy ocupada. Después de todo había sido algo solitario después de que ella regresara a Mewni, pero entendía perfectamente que tenía que prepararse para ser la próxima reina, igual él debía de quedarse y terminar la preparatoria. Por lo menos no quedaba mucho para que cumpliera los 18 y después lograra graduarse. Y luego, tal vez, tuviera más tiempo para poder ir a visitar a su amiga.

Sus pensamientos vagaron hasta sus otros amigos, quedándose sujetos a otro miembro de la realeza: Tom. Un confiado demonio que había estado lidiando con problemas de la ira, pero ahora había logrado tener control de ellos volviéndose alguien compuesto y agradable en casi todas las conversaciones que tenían.

Marco había gustado de su compañía, ambos gustaban de las canciones de pop románticas, tenían gustos similares en comida, metiéndose en problemas de chicos juntos. Cuando Tom había obtenido su primer tatuaje, había sido Marco quien se había parado a su lado en apoyo. Incluso había ofrecido el tomar su mano, a lo que el demonio le ofreció alegremente el romperle sus dedos. Eran grandes amigos.

Tom le había devuelto el favor, envalentonando a Marco cuando la idea de perforarse la oreja rondó por su mente, finalmente yendo con él cuando por fin se decidió a hacerlo. Había sido la derecha y vaya que Tom lo había puesto nervioso al decirle lo mucho que le dolería, lo mucho que se reiría al escucharle gritar y que seguramente sangraría un montón por ello y siguió y siguió diciendo cosas como esas... Hasta que Marco en verdad obtuvo la perforación en su oreja que había sido tan fácil como recostarse y dejar que una aguja atravesara su lóbulo. Apenas y había dolido, además de que la sangre (si es que había salido algo de esta) había sido limpiada de inmediato y puesto el arete que había elegido.

Marco aún tenía puesto el pequeño rubí, combinaba con su sudadera favorita.

Luego se reusó a tener más de estos y finalmente golpear a Tom en el hombro por haber tratado de ponerle nervioso por la perforación. Él simplemente rio mientras alagaba el nuevo estilo que portaba.

Había sido un buen rato desde la última vez que habían podido salir juntos. Tom pronto sería coronado Rey del Inframundo y sus padres lo tenían sumamente ocupado con sus clases, entrenamiento y las preparaciones. A veces hacía una llamada rápida, para platicar que era lo que estaba pasando, pero de nuevo tenía que irse después.

Marco era feliz de que sus amigos estuvieran avanzando en la vida y preparándose para tomar tan grandes responsabilidades, y el esperaba que igual tuvieran algo de tiempo para salir a divertirse una vez que estuvieran a cargo de sus reinos respectivos. No quería perder a tan grandiosos amigos como ellos.

Después de unos momentos Marco se dio cuenta de que el suelo estaba vibrando un poco, nada fuera de lo usual, esa área tenía temblores leves todo el tiempo. Pero esto era diferente, la intensidad era mucho mayor e incluso podía ver algunas rocas moviéndose. Flamas salieron de la acera sin aviso y un esqueleto de caballo surgió de la tierra con su melena y cola hechos de fuego. Jalando un elegante carruaje negro, tan pronto salió de debajo de la tierra las flamas se apagaron y como si nada hubiera pasado los daños desaparecieron del asfalto.

Ya estaba corriendo hacia el carruaje cuando por fin la puerta se había abierto dejando ver un rostro familiar, sonriéndole.

"Hey, Marco. Mucho tiempo de no verte" Dijo Tom en forma de saludo.