Capítulo 10

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Capítulo 10

Los tres jóvenes se quedaron en piedra sin hablar entre ellos observando como la maestra fuego se alejaba, una vez estuvo lejos de su alcance, los jóvenes se miraron entre ellos con la confusión marcada en sus rostros

—¿Quién rayos era esa chica? — cuestionó Moku logrando que sus dos amigos negaran con la cabeza al mismo tiempo que se encogían de hombros

—no tengo la menor idea, pero al parecer ya decidió que será ella quien te enseñe a dominar el fuego— respondió Luna mirando a Toru quien había vuelto a posar su mirada hacia el lugar por donde la chica se había ido

—al parecer si, aunque no tengo idea de porque vino aquí, o porque ha decidido eso, creo que es mi elección, no la de ella—

—puede que el señor del fuego sepa algo sobre eso, deberías ir a hablar con él— sugirió Moku, el aludido asintió con la cabeza antes de alejarse en dirección al palacio, después de preguntarle a uno de los guardias la ubicación correcta ya se encontraba frente a la puerta, toco levemente y solo después de recibir la confirmación de que podía entrar, lo hizo, su mirada ubico de inmediato al señor del fuego, por lo que se acercó lentamente a él

—Toru, que agradable sorpresa, ¿a qué debo esto? — saludó Iroh levantando la mirada de algunos documentos que revisaba

—solo tengo una duda que externar con usted— comenzó el joven procurando no sonar maleducado —hace unos momentos se presentó en mi entrenamiento una chica que dice ser mi maestra de fuego control, ¿es verdad lo que dijo? — Iroh escucho su pregunta con atención mostrando una ligera sonrisa, no esperaba nada menos de esa chica, siempre un paso por delante de los demás

—Kairi siempre ha sido así de impulsiva, ella estuvo presente cuando te revelaste como el avatar por lo que lo decidió por su cuenta, no tienes de que preocuparte Toru, ella es una gran maestra, su padre fue el mejor en ciudad república— respondió sin quitar la sonrisa de su cara, Toru lo miro sin comprender por completo lo que decía

—¿ella se ofreció o lo decidió por su cuenta? —

—un poco de ambas, aunque no hubiera dicho que lo seria, era mi primera opción para ayudarte en tu entrenamiento, como ya te dije, es una excelente maestra— al escuchar la recomendación del hombre a Toru no le quedó más remedio que aceptarlo por lo que asintió con su cabeza saliendo del lugar y retomando su camino al patio de entrenamiento, cuando llego ahí les dijo a sus amigos lo que había sucedido

—ya veo, aunque sonaría mejor que tu eligieras a tus maestros— señaló Luna cuando Toru termino de hablar

—eso suena bien, sin embargo, el señor del fuego dijo que es buena, además no conozco a ningún maestro fuego a quien preguntarle— respondió Toru encogiéndose de hombros

—no hay que ser negativos, si es verdad lo que dijo el señor del fuego, entonces no puedes estar en mejores manos que las de esa chica— mencionó Moku con la intención de levantar los ánimos

—tienes razón, dejemos de pensar si es una buena idea o no, es mejor continuar con el entrenamiento— al terminar de pronunciar esas palabras Toru se levantó del suelo junto con Luna reanudando el entrenamiento una vez Moku estuvo algo alejado de ahí, ninguno de ellos reparo en que la chica de hace unos momentos continuaba mirándolos desde uno de los balcones del lugar

—el chico me dijo que le diste la noticia personalmente, debí saber que no resistirías mantenerlo en secreto— la voz del señor del fuego fue lo único que logro que desviara la vista del entrenamiento del avatar para dirigir sus ojos al hombre sin pronunciar palabra por lo que el hombre continúo hablando —debo admitir que me tomo por sorpresa que te ofrecieras para ello—

El renacimiento de un nuevo AvatarWhere stories live. Discover now