14.

35 1 0
                                    

Me doy vuelta molesta, tenía el corazón acelerado por culpa de un par de gemelos que parecían no conocer la privacidad.

— Con un amigo, veo que resolvieron sus asuntos.

— No cambies el tema princesa — dijo Malek riendo — es algo tarde para que estuvieras en la calle.

— Intenso.

— Contesta mi pregunta Clary — dijo Matt serio, como me irrita cuando tomaba esa actitud.

— Con un amigo — Termine de sacar mi pijama del armario.

— Ese enfermero me tiene harto Clarissa — levantó una ceja viéndolo — estoy casi seguro que Jack no ha mejorado por su culpa.

— Matt...

— Tu no te metas Malek, dime Clarissa, ¿te gusta ese enfermero?

— ¡Eres un imbécil!

Me fui de ahí furiosa tirando la puerta del baño, a veces Matt podía ser un bruto si quería. Ni siquiera entendía porque le desagradaba tanto Sean y me molestaba que me acusara, porque eso había sido su pregunta, una acusación.

— Clarissa lo sien...

— No Matt — dije llorando al otro lado de la puerta — pareces mi suegra, puede que Jack no esté aquí, pero yo lo amo a el, ¡Iba a ser mi esposo!

— Clary princesa, sal del baño por favor, si no quieres hablar con Matt puedes hablar conmigo.

— Yo quiero a Jack — dije llorando.

— Lo sabemos pequeña, yo lo sé, por favor abre.

Abrí la puerta un poco viendolos, Matt se veía angustiado y Malek me sonreía calmado. Salí del baño y me escondí en su pecho llorando.

— La mamá de Jack dice que me olvidé de él y Matt que me enamoré de otro — sollozo en su pecho — acaso parezco una put...

— Ni siquiera lo digas cariño — Malek me pegó a su pecho — Matt está molesto y esa señora sólo busca hacerte sentir mal, no se lo permitas, eres maravillosa.

Sonreí levemente cuando empezó a limpiar mis lágrimas, me había empezado a calmar aunque mi enojo con Matt aún estaba ahí, quizá era dramática y hormonal, pero no me importaba no sabía porque había hecho esa pregunta y más que enojada me sentía dolida.

— Lo siento Clary — besa mi frente — ya no llores yo no dudo que ames a Jack.

— Pero...

— A ese enfermero le gustas Clarissa, me enferma saber que sólo se está aprovechando de tu vulnerabilidad.

— No soy vulnerable.

— Si lo eres cariño, estas triste.

— Él es solo mi amigo.

— Espero equivocarme entonces Clary.

Matt se fue a la cocina para calentar lo que parecía la cena, yo no creía nada de lo que decía, Sean solamente se encontraba triste y quería compañía, por sus horarios no tenía mucho tiempo para hacer amigos y el sabía que Jackson iba a ser mi esposo, nunca se lo había ocultado así que dudaba de lo que Matt decía.

No me atreví a decir que ya había cenado, de todos modos tenía hambre así que devore toda mi comida con rapidez.

Era curioso, amaba a Matt y a Malek, y por más molesta que me pudiera sentir no pasaba demasiado tiempo hasta que lo arreglaramos. Supongo que eso sucede cuando amas tanto a alguien, mis amigos de toda la vida eran más que ese conjunto de estupideces que a veces me hacían enojar. Son mi apoyo, mis impulsores cuando las cosas iban mal, por eso agradecía que Malek regresará, lo había dado por muerto y aunque Matt no solía mencionarle sabía que el estar sin saber nada de su hermano también le entristecia ya que a pesar de su supuesto odio de ese entonces, siempre se asegura de saber que Malek seguía vivo.

— Estoy feliz de tenerlos a los dos aquí.

— Te queremos Clary — toma una pausa dramática intentando no reír — pero cuando Mike nos dejó a cargo de ustedes no sabíamos en el lío que nos estaba metiendo y por lío habló de ti pequeña mocosa.

Empecé a reír al escuchar a Malek, no me extrañaba que Mike los hubiera dejado a cargo de mi, yo era demasiado para Lizzie, ella me tenía infinita paciencia y amor, pero cuando era pequeña hacía a sus energías trizas.

La que corría porque mis uniformes estuvieran planchados, la que se levantaba temprano para peinarme para la escuela, la que corría por toda la cuadra buscandome entre los árboles. En cada uno de esos recuerdos estaba Lizzie y ella había podido tomar un descanso cuando Malek y Matthew llegaron a nuestras vidas. Ahora que lo pienso no se como hacía para salir con todo a tiempo, hacía todo lo que mamá debía hacer y encima de eso era una excelente estudiante. Le debía mucho a mi hermana.

— Vamos a ver a Lizzie.

— Es la una de la madrugada Clary tu hermana debe estar dormida.

— Por fis vamos, yo quiero verla.

— Vayan ustedes yo me quedo — antes que pudiera alegar algo Malek habló.

— Digamos que Matt no es la persona favorita de Eli en este momento — dijo riendo.

— Con mayor razón debe ir.

Pelé mis dientes sonriendo, por lo que ambos negando mientras reían me llevaron sobre el hombro al auto, era una locura y probablemente Lizzie se enojaria muchísimo por llegarla a despertar a ella y a su dulce esposo, eran unos sozos a veces me estresaba que él no sacará a mi hermana de su zona de confort, pero él es el amor de la vida de ella así que yo no tenía derecho a irrumpir en su felicidad.

Mi hermana encontró al amor de su vida a la primera, algo increible y más aún que mis padres le aprobaran, Steven era todo lo que mis padres deseaban para nosotras, gerente de una gran empresa, una reputación intachable y los tenía a ellos en un pedestal. Era un plus el que amara a mi hermana y ella a él. 

Yo por el contrario no había tenido tanta suerte, me enamoré de un cualquiera, palabras suyas no mías, que lo unico que buscaba era tratarme como a una cualquiera. Mis padres cuando querían podían ser unos brutos, ellos no veían el amor que Jack y yo nos teníamos, para ellos eso siempre fue irelevante, lo unico importante era la posición social.

Legamos a la casa de Lizzie, era una hermosa casa blanca con una chimenea de ladrillos sobresaliendo de la casa y el frente estaba cubierto por flores de todos los colores, Lizzie amaba sembrar desde arboles hasta flores y por alguna razon las plantas parecian amarle, aunque no era de extrañar, todos amaban a Lizzie. 

Lo que me parecio extraño es que una de las luces, para ser especificos la de su cuarto, estuviera encendida.

— Tal vez Eli ya no viva aqui — dijo Malek en tono bromista — nuestra mariposa no trasnocha verdad Matt — había utilizado el apodo que Matt le había puesto a mi hermana solo para fastidiarlo.

— Mi mariposa — parecía irritado, pero nos dio una pequeña sonrisa y llamo a la puerta.

Los nudillos de Matt no habían terminado de tocar la puerta cuando se escucho el impacto de un cristal seguido de algunos gritos, la casa estaba algo alejada como para que pudieran ser los vecinos, eso en seguida eso nos alerto y aún así Malek y yo no tuvimos tiempo de nada más que voltearnos para cuando Matt saco una llave y luego de abrir entró a la casa corriendo.

— ¡Lizzie!   

— ¡Lizzie!   

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Frágil [1° Trilogía Puntos De Quiebre ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora