Capítulo 36 | Miedo

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Me moví en la cama hacia un lado, sin poder coinciliar el sueño

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Me moví en la cama hacia un lado, sin poder coinciliar el sueño. Estaba en una de las tres habitaciones que disponía la casa. En ella, estábamos Malcom, Jayden y yo dormidos. Yo en una cama, Malcom en otra y Jayden en el suelo con una colchoneta que por suerte, Connor tenía en su cabaña. Se había negado rotundamente a ocupar una cama para que ambos descansáramos bien. Mientras tanto, en la segunda habitación, estaban dormidos Nathan y Connor. Y en la tercera, en donde me desperté por primera vez, estaban Noah, April e Irina. Ésta les estaba vigilando por si ocurría algo. Y Derek, estaba fuera atento por cualquier cosa. En esa noche, le tocaba a él vigilar.

Le había preguntado a Connor el por qué de tantas camas en su cabaña. Y dijo que fue una obligación. Su padre quería comprar un lugar para tener unas buenas vacaciones con su hijo en medio de un espacio natural. Y la única cabaña en venta disponible, fue aquella. Así que, a pesar de la cantidad de habitaciones y camas, Alex aceptó.

Cansada de no poder dormir de una vez, me incorporé en la cama con cuidado de no despertar a los demás. Me levanté, caminando descalza en dirección de la puerta. La abrí, y salí de aquella habitación.

Era noche de primavera, por lo que hacía algo de fresco acompañado de un buen ambiente. De camino a la salida, pasé al lado de la habitación donde estaban las dos personas x. Me preguntaba cómo se encontrarían. ¿Estarían bien? La última vez que les vi, hace horas, estaban pálidos. April dijo que le acechó una cantidad indescriptible de recuerdos. Y que sentía todo en su cuerpo. La intenté tranquilizar de que era normal y que a mí también me había pasado. Que era solo un momento, no era algo eterno.

Noah, en cambio, lo único que dijo es que se sentía a punto de perder la cordura. Escuchaba todos nuestros pensamientos sin poder controlarse, recordaba cada detalle de su vida pasada, y una fuerte adrenalina no dejaba de envolverle por dentro. Me dio mucha pena, así que intenté tranquilizarle animándole.

Suspiré dejando de mirar la puerta para centrar mi atención al frente. Ni siquiera me molesté en calzarme con algo. Directamente salí de la cabaña, sintiendo el fresco aire enfrentándome. Era agradable sentirlo.

-Eh, Reese-oí la voz de Derek. Le miré y esbocé una sencilla sonrisa-, ¿Qué haces a éstas horas aquí?

-No podía dormir-centré mi atención al bosque-, quiero dar una vuelta.

-Oh no, espera-me paró Derek en cuanto di un paso-, ¿Y sí te pierdes?

-Estaré cerca, tranquilo.

-Bueno, no voy a mencionar el tema de los animales porque eres muy fuerte, así que nada. Si pasa algo...grita. ¿De acuerdo?

-Vale-rodé los ojos divertida.

Y en un segundo, un diminuto segundo, le vi sonreír. Por primera vez. Me di la vuelta caminando a paso constante hasta adentrarme al bosque. La oscuridad y el silencio nocturno envolvían el lugar. Varias ventiscas rozaron mis brazos. Me abracé acariciando mi brazo derecho.

INEFABLE © 2018 (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora