May

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Había tres cosas en mi mente justo en este momento mientras me miraba en el espejo del baño mientras me arreglaba el cabello.

Numero uno: la voz de mi padre cuando escucho mi voz atreves del teléfono hace un par de días. Al principio contesto una mujer, pude escuchar su voz un poco confundida, quías debido al número extranjero. Pero no importo tanto como la voz de mi padre, estaba emocionado, nervioso, feliz y triste a la vez.

Casi se me rompe el corazón cuando le escuche decir: "No sabes cuánto he anhelado escuchar tu voz nuevamente"

Al final de la conversación el quedo en venir a buscarme a Japón. Pues me iré con él a vivir con mis dos hermanas (si, dos hermanas) a Londres. Tía Nancy lo tomo muy bien aunque temía, que al verlo volviese a caer.

Pero no volvería a caer. Le había prometido a todos mis seres queridos que usaría la esquizofrenia para el bien. No volvería a lastimarme o lastimar a alguien de nuevo.

Numero dos: había ido a ver a Cress, más temprano. Aunque no me dejaron estarme mucho, sus palabras fueron simples y sencillas.

_ ¿nunca has creído que es mejor morir a vivir?

Y aunque esas palabras casi hicieron que perdiese el equilibrio y la golpeara, simplemente me retire. El doctor había dicho que ella estaba procesando todo y había que darle un poco de tiempo, ya que después de todo, su historia era lo suficientemente triste como para hacer llorar a cualquiera.

Pero ella era fuerte, solo necesitaba un poco d ayuda. Solo necesitaba levantarse y seguir. Tenía fe, en que ella lo lograría.

Número Tres: el vestido que me había regalado Jess, para el baile que nos perdimos era hermoso. Termine los últimos toques en mi cabello y di una vueltecita ya animada...

_Luces genial... -unos grandes ojos azules y una sonrisa amplia, se reflejaron detrás de mí en el espejo.

_gracias –le susurre...- pero recuerda que debes permanecer callado, Sky...

No me había curado de la esquizofrenia, tampoco había dejado de ver cosas, solo había dado un paso adelante, solo había cambiado el mundo. Mi mundo. Sky se esfumo dejando una nube de niebla detrás de sí. Estúpido gato. Le sonreí nuevamente al espejo y Salí del baño.

Jess estaba en mi habitación luciendo una camisa cuadros roja mientras serbia un par de copas de agua con saborizante de uva. Según el, iba a ser la imitación del vino.

Esta noche, una noche antes de la operación de Jess, habíamos quedado en traer a la vida, aquel baile, en el que se suponía que íbamos a bailar hasta que nos dolieran los pies, pero todo sucede por una razón ¿no?

Entre a la habitación y di media vuelta mostrándole el vestido. Viéndole de esta forma, si era un poco parecida Alicia. Jess me sonrió un memento y alzo los pulgares.

_ ¡te ves genial!

_ ¡lo sé!

El aclaro un poco la garganta y cambio la voz.

_Señorita, May... es usted más hermosa, que una flor en primavera...

_cállate. O vomitare... -le conteste el comenzó a reír nuevamente

_ ¿tendría usted el coraje de invitarme a una pieza? –entrecerré los ojos hacia él.

_ Oh, Señor Jess... Lawson... ¿le gustaría bailar, esta humilde sonata conmigo? –el llevo las manos a su boca fingiendo emoción

TimelessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora