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—Radam Sunaem era joven mujer de perfil bajo, pero con seriedad y autoridad en su persona, muchos la respetaban, otros la envidiaban por ser la elegida de calmar siempre a Gaara desde pequeño lo hizo. Sé dice que era por el alma tan pasiva y cálida que poseía que tanto era el efecto posible de causar al monstruo de colas se alegraba y calmaba con su presencia. Otros decían que era porque a ella, el Shukaku la respetaba, por haber hecho un favor por la bestia,  había ganado su respeto. –cuenta Temari con una voz de admiración y melancolía.

Bruna al escuchar aquello se empezó a sentir teletrasportada a aquellos tiempos, ella los escuchaba más sólo se mantenía sentada aparentando comer y no estar al tanto. Ya que no quería llamar la atención.

Rafaeru por otro se sentía nuevamente revivir aquella emoción, pero la nostalgia lo llenaba, pero de repente sintió una mano agarrarse de la suya, sonriéndole cálida, como diciendo: "estoy aquí, calma". Rafaeru a pesar de ser muy serio para situaciones como éstas, tener a Bruna junto a él era lo mejor que podía rescatar.

—Temari no te desvíes del tema –comenta Gaara serio con frialdad.

La rubia se puso tensa y asintió con algo de miedo por la bestia de su interior. Y continuó.

—Radam-sama era una ninja médica muy respetada, siempre estaba ayudando de a Chiyo-sama, aunque también poseía el arte de ser Marionetista. Era la prima de Sasori, quien siempre acompañaba y enseñaba tantas cosas, se decía que la presencia de ambos era terrorífica como respetable ya que disponían de muchas experiencias y misiones destacadas y completada por sus creaciones....–comentó Temari.

—Además su manejo de chakra era hermoso de admirar, era impecable y tan liviano lo hacía parecer,  se decía que ella emanaba el chakra, ya que era tan parte suya que parecía estar hecha de chakra puro... Su alma era tan pura y cálida... –dice maravillado Kankuro.

Que al interrumpirla se gana un mirada reprobatoria. Ocasionando que este ría nervioso.

—Eres igual a ella, cálida y tu alma pura... –dice seco Gaara, dirigiéndose a Brunari.

Rafaeru se estremece ante ese comentario. Sabía que ella era alguien muy especial, pero no tanto como para que Gaara lo percibiera. Brunari lo mira confusa, pero hace una mueca.

—¿Saben? Iré por comida, continúen ayudando a recordar a mi tomate, pero guay si siento que algo va mal. No dudaré en dañarlos. –dice con rostro serio y aburrido– Que tengan buena charla, luego me dices Rafa, ¿cuídate si? –pide Bruna, saliendo del cuarto.

Shikamaru la sigue, intentando calmarse, sentía inquietud. Pero apenas salen, conecta mirada con su hermana y sus ojos brillan levemente en ámbar vivo, sorprendiendolo.  Aunque Bruna hace un gesto de silencio, pidiendo que no diga nada, sin más le agarra de la mano, y en un cerrar de ojos ya no están en el hospital.

Kakashi pudo ver aquello y se sorprendió, no sabía que aun sin tener toda su memoria consigo pudiese hacer sus jutsus secretos. Y mas aun usando inconsciente la presencia de Nunray.

°°°°

—Tu madre te protegió hasta el último momento, sabía que serías un chico muy fuerte. Incluso creo recordar a una joven pelinegra que te cuidaba con Chiyo-sama luego de la muerte de Radam-sama, no recuerdo su nombre... –continua contando Temari.

—Era ella... Brunari Nara, la recuerdo, ella siempre estuvo conmigo–comenta Rafaeru.

De repente siente como lo inunda una nostalgia y más al ver la mirada de Temari.

—Entonces, no sé como, pero a nosotros nos notificaron que luego de que Leonel llegara a cuidarte, ella se había marchado. Tu pedías por ella, y la abuela Chiyo la extrañaba, pidieron a Konoha por ella pero... Nos dijeron que había muerto en una misión –baja la mirada aun extrañada.

Rafaeru empezó a sentir que la cabeza le explotaba por tantos sentimientos que venían a él, el sueño quería hacerlo caer. Pero luchaba contra esa sensación.

La duda de todo esto era, ¿que había pasado con él?

—¿Por qué me buscaban?¿Qué sucedió conmigo?–pregunta curioso Rafaeru.

Kankuro hace una mueca y apoya a su hermana.

—Estábamos jugando contigo, Rafa-kun pero de un momento a otro te nos perdiste en la tormenta de Arena, era muy tarde, fue nuestra culpa te debimos cuidar más, aunque no eras muy pequeño, ya estabas por ser gennin. Tan pequeño y tan habilidoso como Radam-sama –Temari no aguanta el llanto y sin poder evitarlo lo abraza fuerte.

De alguna manera Rafaeru, no se sentía extrañado ni tenso por aquella muestra de afecto, sino que por primera vez se sentía en casa. Pero sabía que tenía aun mas dudas, pero ellos no podrían ni sabían mucho para ayudarlo.

Aunque que casualmente Bruna se hubiera ido hacía las cosas más extrañas, aun no sabía bien como es que ella había sobrevivido a su muerte, pero solo entendía que el destino por mas que los separasen los volvía a juntar.

Correspondió el abrazo hasta calmarla, y después de cierto tiempo. Ellos fueron a descansar.
Sabía que debía tomar varias decisiones, y una de ellas era retomar las clases para ser ninja, y regresar a Suna. Pero aquel pensamiento lo había hecho sentir un dolor.

«¿Cómo se lo tomaría Bru?¿Vendría conmigo? No, no creo, el Hokage la necesita activa aquí»piensa apesadumbrado.

Rafaeru se quedó pensativo y sólo, no quería jugar en su móvil, por dos motivos, uno: porque quizás lo pillaban y le preguntaban que era eso, dos: que se quedaría sin batería y no había ninguna forma de recargarlo. Por lo que se quedó mirando el techo, esperando a que volviese su loca Bru.

°°°

—¡Eres una mujer loca! ¡Casi me dejas ciego! que fastidio –se queja Shikamaru, frotándose los ojos.

—Perdón, no era mi intención, solo sentí la necesidad de irme a mi lugar tranquilo, y no te quería dejar solo, ¡además, ni siquiera sé que hice! —contesta riendo nerviosa.

Shikamaru al poder recobrar la vista, luego de aquel brillo tan puro y calidez que sintió, pudo ver donde se encontraban. Pero al parecer era en un bosque, a lo lejos se veía una pequeña cabaña en una montaña.

—¿Dónde estamos?–pregunta sorprendido por la belleza natural, los sonidos armoniosos.

Bruna se voltea a ver, y traga saliva muy rápido tanto que empieza a toser, busca su única botella que traía de jugo de melón, y se lo bebe.

—¡OMG! estamos en mi dibujo, pero... ¿Por qué?–exclama asombrada, se acerca rápidamente a acariciar el tronco y tiembla por completo.

—Estamos en casa, pequeña Nari –dice una voz aterciopelada, y masculina.

Shikamaru se había tensado y automáticamente había agarrado su kunai, como defensa. No entendía que era aquella silueta luminosa que había salido como hilos celestes de su hermana mayor, pero sabía que era algo gordo, por la expresión que vio en Bruna.

Quién jadeo de sorpresa, sus ojos se dilataron y empezaron a caer sus lágrimas, sin más se tiro a los brazos de la enorme silueta.

—¡*****....



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Wow!  ¿Quien será?
¿Porque Bruna reaccionó así?
¿Rafaeru sabrá tomar sus decisiones?¿que pasará en el próximo capítulo?

Estamos en... ¡¿Naruto?!Where stories live. Discover now