feelings ⋆ scorbus.

13 ( parte final )

   ALBUS ESTABA NERVIOSO, de eso no había duda. Luego de que Lily le dijera que Scorpius tenía una especie de enamoramiento con él, no había ido a verlo, puesto que sus inseguridades le hacían pensar que era una broma cruel de parte de los Malfoy, porque a pesar de que sabía que ellos no eran así, ¿quién iba a querer algo con un casi sordo? Sin sus audífonos a duras penas podía escuchar las voces, e incluso con ellos puestos, debían repetirle varias veces las palabras para poder oírlas; Albus se sentía un estorbo para su familia y amigos.

En la hora de la cena, mientras charlaba con su hermana, pudo sentir una mirada quemándole la nuca. Alguien lo veía sin parar, y al parecer Lily ya sabía quien era, puesto que tenía una mirada pícara y sonreía con maldad.

Teniendo demasiada curiosidad, decidió voltearse, encontrándose con unos ojos grises como el cielo en una tormenta, los cuales pertenecían al dueño de sus suspiros y sueños.

El sonrojo cubrió gran parte de su cara en cuestión de segundos, pero sus ojos se pegaron a los ajenos como si fueran imanes.

—Anda a hablarle —escuchó de parte de Lily de forma lejana. Volteó a ver a su hermana, recibiendo una sonrisa llena de comprensión—. Si te llega a herir, recuerda que tenemos un elfo doméstico al que le podemos pedir mucho helado de chocolate.

—Sí, eso haré. —decidió con una risa nerviosa. Movió sus extremidades en dirección a la mesa de Ravenclaw, encaminándose al asiento de Scorpius Malfoy, antes de que sus inseguridades le jugaran una mala pasada.

Al llegar, el rubio lo vio abriendo mucho los ojos, pareciendo entre tímido y sorprendido.

—Hola —carraspeó Albus—, yo... ¿Podemos ir al Lago Negro un momento? Quiero... Hablar contigo sobre algo.

—Oh, claro, Albus. —contestó Scorpius, intentando hablar de la forma más clara posible para ser oído por el azabache. Lo menos que él quería era hacer sentir mal a Potter, ya que sabía lo mucho que este luchaba diario para no ser el bicho raro, y también sabía por Lily Potter, la cual se había vuelto una amiga bastante cercana, que le daba frustración tener que pedir que le repitan las frases.

Ambos chicos se dirigieron a las afueras del Gran Comedor, bajo la curiosa mirada de el resto de los estudiantes. Antes de salir por completo del lugar, Albus volteó a ver a su hermana, encontrándola con una sonrisa emocionada pintada en sus labios.

Scorpius iba caminando delante de Potter sólo para que no se notaran sus expresiones faciales, las cuales delataban todo su nerviosismo, y el sonrojo que cubría toda la paludez de sus mejillas.

Al llegar a las orillas del Lago Negro, Albus indicó que tomaran asiento en la grama. Para el pelinegro no pasó desapercibido que Scorpius mordía sus uñas, a lo que atribuyó a que estaba igual de nervioso que él.

—Supongo que sabes de mis sentimientos ¿no? —el primero en hablar fue Malfoy, intentando no ver tanto al contrario. Sabía que si sus ojos se cruzaban con los brillantes de Albus se quedaría tildado como un bobo.

—Sí, Lily me dijo algo sobre eso —respondió Albus atropelladamente—. Y antes de que pienses otra cosa, quiero que sepas que es correspondido al cien por ciento. Uh, ¿fue mucho? No tengo planeado sonar desesperado, pero quizás pienses eso de mí ahora. Agh, mejor dejo de hablar, sí, creo.

Scorpius sonrió por lo tierno que se le hizo la imagen de Albus sonrojado balbuceando cosas por lo bajo.

—No sabes cuanto me alegra eso, Al. —respondió el rubio, tomando la mano de Potter y haciendo que este le preste atención.

Ambos sonrieron con vergüenza al entrelazar sus manos, mientras sus corazones no dejaban de latir a ritmo apresurado.

ahre hola

gracias por los casi 1k de votos, para
agradecer eso estoy aquí asies

por si no captaron es la continuación
del drabble 10 ndeah

adiós gente