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Me quedé como un tonto viendo como Lud se iba. Cuando la vi desaparecer me dí la vuelta hacia mi albergue.
Una tímida brisa de noche airó mi cara y el olor a ropa limpia inundó mis fosas.

Que bien olía...la ropa de Lud.

Negué con la cabeza sintiéndome algo culpable. Ultimamente no había pensado en ella como antes lo hacía.

O eso creía yo...

Frank

¿Si Ludmila?- Dije ojeando un libro.

Ella puso su manita en el libro y lo cerró.

Oye.- Me quejé.

Esto es importante.- Susurró y se acercó más a mi.

No se si tengo un bebé en la tripa.- Dijo tímida.

Arqueé una ceja y luego me reí en su cara. Ella me manoteó seria.

¿Qué estás diciendo Lud?- Aguanté mi risa.

Ella se sonrojó y mordió su labio. Jugó con sus dedos meñiques y suspiró.- Ayer...jugando un niño me dió un beso...-Se señaló sus labios.

Vi su frustrada cara y tomó mis manos.- No quiero un bebé ahora Frank...- Dijo casi llorando.

Sonreí levemente y tomé sus mejillas.- ¿Y qué te hace pensar eso?- Inquirí.
Ella sorbió su nariz y dijo que lo había visto en una película.

Vaya creo que aún no habeis llegado a ese tema en conocimiento del medio...- Reí.

Frank.- Gimoteó desesperada. Tomé sus manitas y suspiré.- No tienes...ningún bebé en tu barriguita.- Tragué saliva.- Eso no pasa por un simple beso en los labios....es es algo más complicado hacer un bebé.- Sonreí levemente sonrojado.

¿De verdad?- Volvió a preguntar.

De verdad Lud...

Me levanté con una leve sonrisa en mis labios por tal sueño tan entrañable. Siempre había sido una niña sin tapujos y preguntaba todo lo que no sabía a su hermano y a mi.

Froté mis ojos y me vestí para no llegar tarde esta vez. Hoy era nuestro último día y había una especie de fiesta con todos los alumnos. Fui a ayudar a organizar junto a Beatrice, que aún estaba muy rara desde que la encontré en las duchas.

Vi como Erik tenía su cabeza gacha y respiró tranquilo cuando su madre se dió la vuelta y vino junto a nosotros.

Ese chico me daba pena, sentía que su madre le oprimía demasiado cuando estaba con el...

Beatrice sin duda era muy simpática con los demás menos con su propio hijo. Ví como Lud le invitó con sus amigos a Erik el cual aceptó tímidamente.

Hoy teníamos una gymkana con los chicos cada grupo tendría un lider, por lo que estaríamos casí todo el día en la montaña genial...

Los profesores tambien jugábamos y la verdad no me hacía ni pizca de gracia jugar con Beatrice...

La carrera empezó al grito del monitor cargué bien a Violet en mis espaldas.- Sujetate.- Ordené y sentí como ella apretaba sus brazos alrededor de mi cuello.

Corrí como un loco hasta la meta jugando contra Erik que cargaba a otro chico y con Lud a espaldas de su amado Billy.

Vamos Frank.- Gritó extasiada de emoción Violet. Me vine arriba y volví lo más rápido que pude muy seguido de Erik.

Always Have Been You ( Frank Iero) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora