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Mis ochenta alarmas sonaron avisándome de que ya era hora de levantarme para ir a mi primer día. Como llegara tarde iba a estar chunga la cosa, ya que de por si el director me había mirado mal por mis tatuajes aceptó que trabajase en el instituto de Belleville.

Me preparé poniéndome algo elegante pero no tan formal. Salí tomando mi maletín hacia el instituto parando por un café pues sino no sabía ni andar de manera correcta.
Le dí un último sorbo a este y miré la entrada con un pequeño campus verde atestada de adolescentes en hormonas.

Y no lo digo por nada sino porque había demasiada gente magreandose frente a la entrada.- Podrían buscarse un motel...- Pensé sintiendo las miradas de varias chicas en mi.

Bajé mi cabeza y fui directo a dirección.

Buenos días señor Baker.- Dije cortésmente.
Oh Frank Iero, buenos días.- Me dijo de la misma manera.- Bien supongo que vendrá por sus horarios.

Así es.- Respondí.

Asentí a sus demandas y salí a mi primera clase deseando que me fuera bien.
Abrí la puerta y allí me senté a esperar a los alumnos. Me hizo gracia como casi todas las chicas me miraban con ojitos mientras que los chicos parecían querer aumentar su grado de masculinidad frente a mi. Pero en general eran buenos chicos.

Bien eso es todo por hoy, haced la tarea para el próximo día y si teneis alguna duda estoy aqui chicos, tened buen dìa.- Me volví sonriendo amigablemente.
Los chicos fueron recogiendo sus cosas y yo fui a ordenar mi escritorio.

Profesor...- Dijo una chica con uniforme de animadora.
¿Si?- Levanté mi mirada.

Ella mostraba un poco de más su escote y sonreía coquetamente. Tragué saliva y desvié un poco mi mirada hacia la puerta donde vi a Ludmila dándo un corto beso a un chico rubio.

¿Qué me dice profesor?- Mordió su labio. Entrecerré mis ojos confuso.- Lo siento no doy clases fuera de horario...llegarás tarde a tu próxima clase señorita.- Dije rodando mis ojos.

La animadora soltó un suspiro y se fue moviendo sus caderas de manera exagerada.- Se le van a salir.- Pensé.

Frank.- Dijo Lud sonriendo viniendo a mi escritorio.-¿ Qué haces aquí? ¿ No me digas que...?- Me señaló con la boca abierta.

Reí como tonto y asentí.- Más vale que me respetes como tu profesor, nada de saltarse la tarea solo por saber español pequeña.- Dije en broma.
Lud rodó sus ojos y sonrió formando pequeños hoyitos en sus mejillas.- Esto es surrealista, jugábamos a mamás y papás juntos.- Dijo aún con una sonrisa.
Si...eran buenos tiempos.- Trage saliva y vi que llegaban más estudiantes.- Ande ve a tu asiento pequeña.- Susurré y Lud hizo caso.

Lud se sentó al lado de una chica pelirrosa y de otro chico con gafitas, pelo planchado y demasiado delgado.

Durante la clase a veces cruzaba mi mirada con Ludmila y me perdía en ella por instantes.

Bien hasta la próxima chicos.- Dije volviendo a mi escritorio.
Lud y sus amigos salieron casi los últimos y esta me dedicó una cálida sonrisa antes de irse.

El resto del día fue bien a exepción de que ese chico que besó a Lud también iba a mi clase y era un completo idiota creido.

Mi novia es española, ella podra hacer mis deberes.- Soltó y apreté la tiza tanto que la rompí.

Quizas su novia no quiera hacer sus deberes porque ella tenga bastante con los suyos propios.- Espeté.
Este me miró mal y chascó su lengua.- ¿Qué le pasa?- Dijo este alzando su voz.
Pasa que no tolero esa clase de comentarios.- Corté y vi como todos nos miraban.
Era solo broma...- Se rindió.

Always Have Been You ( Frank Iero) Where stories live. Discover now