Capítulo 17 (Parte 1)

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Observé el gran edificio desde el auto ya estacionado fuera. Suspiré cuando los dos hombres se bajaron de este y uno de ellos me abrió la puerta; el me tendió la mano pero negué con la cabeza y me tomé mi tiempo para salir del coche, ya había cortado la comunicación con Hoseok cuando entendí, más o menos, lo que tenía que hacer.

Estaba emocionado, tan excitado pero aterrado a la vez, además de que tenía mi cabeza llena de dudas, de tantas preguntas que deseaba Jimin contestaran aunque sabía que cuando lo viera, el no desearía articular palabra y seguramente yo tampoco.

Aún no estaba seguro de si Hoseok había oído mal o su fue una equivocación, tal vez Jimin me terminaba tirando a patadas de su penthouse como a las omega que le habían llevado, pero fuera como fuera, quería intentarlo, mi deseo por ayudarle y mis ansias por ser deseado por el dueño de mis pensamientos podían mas que el mismo temor de salir mordido de esa habitación. ¿Que tal si Jimin llegaba a odiarme por venir sin su consentimiento? Hoseok bien podría estar equivocado, porque al final habían sido muchos días sin vernos y Jimin no movió un dedo por cambiar ello, aunque yo tampoco, pero supongo tengo mis razones.

"Lárgate." Escuché una vez el ascensor sonó mientras las puertas se abrían lentamente, indicándome que llegué al último piso del edificio, dónde se encontraba el penthouse de Jimin. "¿Acaso eres imbécil?" Te dije que te largaras, por tu cuenta o la mía, pero te aseguro que si es a mi modo no saldrás en una pieza, bonita." Al estar justo en medio de la entrada de su habitación, podía oírlo bien, era él, estaba seguro que esos gritos sonando casi como fuertes gruñidos enojados provenían de Jimin, era su voz.

Corriendo desde el fondo del largo y oscuro lugar, ya que ni una de las luces estaban encendidas, vi una omega delgada, de largas piernas en tacones, haciendo resonar sus zapatos en el mármol del suelo, corriendo tan torpemente que estuvo a punto de caer dos veces, ella llevaba un vestido blanco que apenas llegaba a cubrir sus muslos para luego un poco más arriba enseñar su escote.

Vaya, pensé, definitivamente las chicas que le traen a Jimin son de calidad.

"Ehm..."

"Sal de aquí" Me dijo, acomodándose sus ropas una vez se sintió segura dentro del elevador, se colocó al otro extremo de este y respiró profundo, mirándome, mostrándome el infinito terror en su mirada, la comprendía, ningún omega amaría ver a un alfa en celo enojado, muchos seguramente no habrían salido vivos de esa. "Jimin no está... Normal. Él nunca ha sido así, tú... Solo vete ¡Te hará daño!"

Suspiré, sí, lo mismo me había dicho Hoseok, Jimin no era el mismo. Di unos pasos para entrar al penthouse y salir del elevador, ante la mirada atónita de la chica.

"O se hará daño" Susurré, no supe si me escucho porque las puertas del elevador mucho más no tardaron en cerrarse. Caminé mucho mas decidido que antes hasta la habitación principal, al final de ese enorme lugar, imaginé que esa era la habitación no solo por ser la más grande y que la chica haya salido corriendo por ese pasillo, sino porque olía a Jimin, Jimin y Jimin. Algo parecido a café, un olor cálido y reconfortante; ronronee queriendo acercarme más hasta que abrí con cuidado la puerta y lo vi ahí.

"Jungkook." Susurró, él aún no me había visto y no estaba muy seguro si me habría olido o escuchado, así que podía ser mi olor o lo desarrollado que estaba su oído para este instante. Alzó la mirada y me vio, fue todo. Cualquier gramo de conciencia había terminado de desaparecer. "Jungkook." Volvió a repetir sin apartar la mirada de mí mientras se acercaba con sigilo pero rapidez, parecía un depredador asegurándose de acercarse de forma cautelosa o su presa desaparecería.

"Jimin." Murmuré, viéndolo cada vez más cerca. Aclaré mi garganta, deseando que mi voz no saliera tan excitada. "¿Es-Estás bien?"

Él me miró atentamente con su oscura mirada, casi ni un toque de chocolate quedaba en su mirada, Jimin me observaba con detalle, como si estuviera asegurándose de que yo no fuera una ilusión, no me moví ni un centímetro, ni siquiera cuando vi sus fosas nasales inspirar recibiendo todo el olor de mi celo, estaba seguro que podía imaginarse lo mojado y excitado que yo estaba, el celo de ambos se podía incluso palpar en el aire, él lo sabía.

The Perfect Omega  ☆JIKOOK☆ [ADAP.]Where stories live. Discover now