Capítulo 4.

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Primero, me enseñó las habitaciones, y tengo que decir que eran verdaderamente asombrosas, sin duda Clark, había hecho un buen trabajo buscándome este orfanato. Ya estaba cansándome de seguir a esta loca, ¡Es que esta chica nunca se cansaba!, habíamos ido a todos los lugares habidos y por haber, y estaba totalmente asombrada; tenía un montón de cosas, incluso ¡una piscina!, visitamos el campo de fútbol, el gimnasio, la piscina, el comedor, las aulas y cuando digo que me enseñó TODO es TODO. Estábamos tiradas en el césped del patio trasero, bueno, recapacito, yo estaba tirada y ella estaba saltando de alegría aún, enserio ¿Esta chica qué fuma?, ¿Arco iris caducado? Me encargaré de preguntárselo luego, porque si es hachís ¡Yo también quiero!

- Ann ¿Estás bien?, ¿ Te sucede algo?- preguntó una muy preocupada Sira

- Con mi mejor sonrisa contesté- Sí, no te preocupes, sólo es un poco de nostalgia, pero supongo que será normal ¿no?-seguía sonriendo

- Sus facciones se relajaron y con una sonrisa contestó- Claro que sí, tranquila, ya se te pasará, a todos nos pasa. ¡Muy bien!- su expresión cambió totalmente- Ahora es momento de presentarte a mis amigos -dijo mi loca amiga- yo puse una cara de espanto, a lo que ella correspondió con una gran carcajada

Yo puse una mueca y ella negó con la cabeza, cogió mi mano y tiró de ella hacia un grupo de jóvenes que se encontraban sentados alrededor de una botella- oh, no- pensé, Sira siguió tirando de mí hasta sentarnos en aquel sospechoso círculo.

¡Hola!- Saludó ella muy alegre- Esta es mi nueva amiga y compañera de cuarto Ann, a partir de ahora, ¡vendrá conmigo a todas partes!, muy bien Ann, estos son: Mike, Mike Laugthner- Señaló a un chico alto , con unos hermosos ojos color miel y con una cara bastante amigable. Me vio y esbozó una tímida sonrisa a la vez que bajaba la cabeza sonrojado, en ese momento supe que me llevaría bien con este chico, parecía diferente. Sira siguió señalando- Éste es Jack Mcbite- señaló a un chico bastante alto y robusto, era un completo Adonis, tenía un cabello negro y sedoso que daban ganas de tocarlo nada más verlo, también tenía unos hermosos ojos verdes que te hipnotizaban hasta el punto de perder la cordura y unos labios totalmente apetecibles. Bien, me estoy yendo del tema, Sira siguió señalando a los muchachos y presentándolos, se dirigió hacia un chico bajito y pelirrojo que se ocultaba tímidamente tras su carpeta, aunque a decir verdad era bastante lindo tenía unos grandes ojos azules y unas pecas realmente adorables, al que presentó con el nombre de Peter Parker. Nos saludamos con una sincera sonrisa y Sira continuó con su trabajo y apuntó con su dedo índice al último chico llamado Adam Sandler- Y por último señaló a un chico que parecía bastante amigable, tenía un largo y ondulado cabello acompañado de un flequillo que cubría hasta la parte superior de sus ojos, los cuales, por cierto, eran preciosos, de un negro intenso, al igual que su cabello y para mejorar la faena, tenía una enorme sonrisa Colgate- Y con esto doy por concluido nuestro tour por las instalaciones- ahora se dirigió hacia sus amigos y dijo- ¿ Y bien?, ¿ Tienen lo necesario para jugar?- a lo que Adam respondió

-Claro, teniendo en cuenta que solo nos hacen falta dos grandes botellas de tequila jaja

- Perfecto- dijo ella- esta noche, en nuestra habitación a las 10, ¿les queda claro? -Todos asintieron y tras unos besos de despedida cada uno se fue a su habitación a preparase.

Esta noche sería algo diferente para Ann, y está a punto de descubrirlo.

Al llegar a la habitación, Ann miró con una mueca divertida en el rostro a su amiga que preparaba las cosas para la llegada de los chicos, al terminar la miró y Ann seguía en la misma postura.

-¿Qué?- Me preguntó con una sonrisa burlona en su rostro

-¿Se puede saber qué es eso de que van a venir 4 chicos esta noche a beber tequila a nuestra habitación?

-Emmm... pues es que a veces vienen aquí y hacemos nuestras '''mini fiestas''-dijo un poco preocupada- ¿Quieres que le diga que no vengan? ¿Te incomodan?-dijo aún más preocupada

-No no- dije tranquila- lo único es que me sorprendió que no tuvieras amigas- dije con un tono despistado

-Oh, era eso - se rió- ya te darás cuenta, en este orfanato no hay chicas decentes, sólo yo y ahora tú- me sonrió- de todos modos, ya te darás cuenta-me dijo, yo me limité a asentir y a cambiarme para poder ponerme mi pijama, nada más salir escuché a unos apresurados toques en la puerta y fui a abrirla.

-¡Hola preciosas!- dijo un sonriente Jack

-¡Hola!- respondió una emocionada Sira, mientras yo bajé la cabeza avergonzada, acto seguido, entraron todos.

Mientras tanto, en mis pensamientos me repetía que esto no era una buena idea.

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