"¿Cómo Ser El Protagonista?" // Markhyuck

Cap. 27 "Adiós vaquero"

Park Jisung.

- Siguiente pregunta -respondí lanzando la pelota de vuelta-.

- Muy bien, hmmm... ¿Mayor temor? -Dijo Chenle devolviendo la pelota-

- Las cucarachas.

- ¿Real? -Dijo seguido de una corta risa-.

- ¡Son asquerosas! Y siento que algún día dominarán el mundo en la tercera Guerra Mundial.

- Ok, deberías dejar de ver los padrinos mágicos.

- Deberías considerar las posibilidades de un posible ataque -devolví la pelota-.

- Deberías hacer la siguiente pregunta nomas.

- Bien, bien. -agaché la mirada con un poco de miedo pero tomé una bocanada de aire y me armé de valor para por fin hablar- ¿Me extrañarás?

Chenle me miró por unos segundos sin expresión o emoción que denotar, rebotando la pelota de béisbol sobre sus manos seguidamente.

- Siguiente pregunta -respondió mirando la pelota entre sus manos-.

- No hay siguiente pregunta.

- Entonces pasas

- Yah, en verdad quiero que respondas esto.

Chenle dejó de rebotar la pelota seguido de alzar la mirada directo hacia mis ojos.

Rayos, había olvidado lo profunda y llegadora que podía ser su mirada cuando éste se ponía serio.

- Dijiste que yo era tu motivo.

- ¿P-por qué dices eso de repente?

- No puedes irte si tienes un motivo para quedarte ¿No es así?

- Chenle, no es así de fácil.

- ¿Por qué no? Claro que es fácil. Si te pido que te quedes a mi lado ¿No es eso suficiente?

Silencio absoluto

- Sí, me lo imaginé.

Chenle se levantó del otro lado donde se encontraba y caminó hacia mí con cierta velocidad.

Cuando se paró frente mío, me cubrí con mis brazos mientras el chino miraba con confusión.

Generalmente hacía eso cuando Chenle me molestaba o torturaba. Tan acostumbrado estaba que ese movimiento salió involuntario.

Soy tan patético.

- Dame tu muñeca.

No estaba en posición de resongar, así que accedí lentamente alzando mi brazo mientras el mayor ataba algo en mi muñeca derecha.

- Lo siento, estoy siendo tan egoísta que sólo pienso en lo que yo quiero, como siempre.

- Chenle...

- Déjame terminar. En la realidad que estés, ya sea lejos o tan cerca que te encuentres, siempre voy a quererte, pollito -El mayor terminó de amarrarme su pequeña pulsera de delfín rosa y tomó ambas de mis manos.- y eso jamás cambiará pase lo que pase.

- Oh, Chenle, mi pequeño delfín... te echaré mucho de menos.

No se quién abrazó a quién primero, pero lo único que recuerdo era que ambos nos confortábamos de calor mutuo y amor puro en ese momento.