"¿Cómo Ser El Protagonista?" // Markhyuck

Cap. 14 "Límites"

Mark Lee.

- Admítelo, tú no puedes dejar de pensar en mí.

Johnny me retenía en el consejo estudiantil de nuevo. Se le hizo costumbre besar de mi cuello cuando estábamos solos.

- Te encanta que te bese, que te toque, quieres que te haga solo mío de una buena ves.

- S-sí -respondí agitadamente mientras me aferraba de su espalda- me encantas, Johnny.

- Pero hay algo que Haechan no puede evitar, eres mío... solamente mío -seguido de varias mordidas-.

- Sí, solo tuyo bebé.

- Ahora mi amor, despierta.

- ¿Qué?

- Vamos bebé. Tenemos que ir a clases.

- No... dime que no estoy soñando de nuevo.

- Yah, mi amor... deja de dormir.

Johnny se echó encima mío mientras besaba todo mi rostro. Sabía que al abrir los ojos vería a otra persona, y así fue.

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- Yah amor...

Al abrir los ojos, me exalté sólo un poco cuando vi a Haechan sobre mí, repartiendo besos por todo mi rostro.

Molesto, lo tiré al suelo donde el pequeño soltó un mini quejido de dolor.

- ¿Cuántas veces debo decirte que no entres a mi dormitorio sin permiso?

- La próxima ves pon un código de seguridad en ves de dejar la puerta abierta.

Donghyuck sonrió de oreja a oreja. Nuevamente Renjun había dejado la puerta abierta. Y no era porque al chino se le pasara, lo hacía a propósito con el fin de dejar pasar a Haechan.

Claro, entre pasivas se apoyan.

- Esta es la tercera semana que haces lo mismo. Por favor, no vuelvas a hacerlo.

- No iba a hacerlo, pero hoy es un día especial.

- ¿Qué celebramos hoy?

- ¿Lo olvidas? Hoy se cumple un mes desde...

- Eish, no me digas. ¿Cumplimos un mes de novios? Ha sido el mes más largo de mi vida y jamás me han gustado este tipo de tradiciones. Así que si buscas una fiesta dónde descontrolarte por una estupidez, no la encontrarás conmigo ¿Entendido?

Donghyuck permaneció estático y atónito ante mi repentina respuesta, solo se limitó a sonreír con levedad.

- Hoy se cumple un mes desde el entierro de mi madre.

En ese momento, era inevitable que no se me cayera la cara de vergüenza. Mi maldito ego terminaría por matarme algún día.

- Oh, eso... bien pues... supongo que esperas que te acompañe a Busan.