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Hola. Hace años que le escribo cartas a una chica de la que me enamoré. Me conocen como "Nadie Interesante". Mi verdadero nombre es Michael. No voy a dar mi apellido, no es necesario.

En el momento en que conocí a mi chica de los auriculares, estaba en un momento difícil. Tenía una novia que quería estar todo el tiempo conmigo, pero era muy superficial. Sólo le importaba el maquillaje y la ropa. Yo no la dejaba porque mis amigos me decían que era la indicada, que ella era única y otras estupideces que no son necesarias nombrar. Además, en casa estaba pasando un momento horrible. En plena separación de mis padres, yo la conocí a mi chica de los auriculares.

Ella fue la razón por la que no caí abajo cuando todo esto ocurrió. Pero después, cuando se fue, la realidad me golpeó la cara como una cachetada. Mi casa era un caos, había peleas a todas horas, gritos, portazos y a veces se sentía como mi madre lloraba durante las noches, sintiéndose culpable de que yo tuviera que pasar por todo eso. ¿Como lo sé?. Simple, ella me lo contó.

Además, las clases eran largas e insufribles. Estuve casi dos meses sin ir a clases por el hecho de que ya estaba harto de pasar 10 horas de mi vida encerrado en un lugar donde el ambiente era pesado. En donde veías parejas besándose en los rincones y personas solitarias buscando un lugar en donde estar en paz. En el segundo grupo entré yo. Encontré un hermoso rincón en donde la soledad era total porque las parejas todavía no lo habían descubierto. Un rincón donde podía leer o escuchar música en paz. El lugar en donde me mataba lentamente con canciones.

Los meses pasaron lentos. Mi madre, que se había quedado con mi custodia, me obligó a mudarme porque había conseguido un mejor trabajo. Me aisle del mundo y termine la escuela solo, en una secundaria que me recibió con los brazos abiertos. Tenía varias chicas muertas por mi pero a ninguna le di chance. Yo sólo tenía ojos por y para mi instrumento favorito. El bajo. Y una vez terminado el secundario, decidí volver. Y ahí te vi otra vez. Y me volviste a cautivar. Desde hace dos años que sigo tu banda. Venís a la ciudad natal dos veces al año, siempre llenando el teatro donde tocan. Con dos discos de estudio. Y yo tengo 4 púas que me regalaste. Están prolijamente guardadas en un cajón, junto a las cartas que te escribí y nunca te entregué. Y acá estoy ahora, solo, sentado en un escritorio solitario con una canción tuya de fondo. A punto de salir a pasear con mi mamá, a punto de cerrar un ciclo y comenzar otro. A punto de abandonarte por más que me duela. Y estoy a punto de casarme. Conocí a mi enamorada en un recital tuyo. Una ironía total del destino. La persona que se llevó mi corazón hizo que alguien tomara su lugar. En uno de tus recitales, durante la canción más famosa, me choqué con una chica. Un poco más bajita que yo, castaña, de ojos azules. Con un look igual al tuyo. Y me enamoré. Pero siempre, siempre, mi corazón te va a pertenecer. Ella sólo tiene mi amor. Vos tenes mi alma entera.

Adiós, mi hermosa chica de los auriculares. No te volveré a escribir jamás, no quiero volver a sufrir. Te amo con todo mi ser, eso nunca lo olvides.
Firma: →Nadie Interesante←

La Chica De Los AuricularesWhere stories live. Discover now