One Piece Week 2018 -Fanfics-

Día 1: Mi Jefa (ZoroXRobin)

Como saben hoy inicia la #OnePieceWeek2018!

Espero que estos fics sean de su agrado, agradezco a LaRana2002 quien me comentó del reto y a taglet por elaborarlo.

Comenzamos...

Día 1: Oficina (Universo alterno)

Otro día en el que amanecía con un buen clima, era otoño y el frío comenzaba a sentirse, a un edificio editorial llegaba Roronoa Zoro, un hombre de 27 años, cabello llamativo verde, piel morena clara, mirada fiera, un cuerpo atlético, quién era asistente personal de la presidenta de la editorial Ohara, donde se publicaban libros y revistas dedicadas a la historia y antropología, siendo ella una reconocida arqueóloga, una de las personas más cultas del mundo, e igualmente bella, quien tiene 30 años, es toda una mujer de sociedad.

Él tiene que llegar antes que ella, lleva 1 año trabajando, en los primeros días fue muy difícil, ya que solía llegar tarde por perderse en el camino, pero por alguna razón Robin no lo despidió, lo cual fue extraño. Así que Zoro había optado por contrata servicio de taxi particular.

Al llegar revisó la agenda, acomodo folders llenos de oficios y peticiones, al igual de correcciones e ideas para los diferentes títulos, eran las 8:55 am, sabía que en 5 minutos ella entraría, justo en ese momento un hombre rubio de ceja rizada y un sencillo uniforme llegaba al escritorio del asistente, en sus manos tenía una charola con un vaso de café y un sándwich.

-¡Aquí está el pedido de Robin-chan!- exclamó con felicidad, Sanji es su nombre, encargado de la cafetería del edificio, quien siempre llevaba de manera personal el desayuno. -¡Espero que tus torpes manos no lo arruinen!- cambió su expresión de felicidad para mirar con disgusto al asistente.

-De qué hablas cocinero idiota, espero que tú hayas hecho un buen trabajo...- exclamó con enojo, para todos en las oficinas no era nueva aquella escena, por alguna razón eran rivales o se llevaban mal, pero nunca pasaban de insultos o burlas.

A las 9 en punto entraba, aquella mujer de cabellos negros y ojos azules, escultural cuerpo, traje fino de diseñador, hablaba por teléfono, cuando pasó por el escritorio de Zoro, él la siguió, con agenda en mano.

-Bien... sin duda son un gran descubrimiento, debes ir con Nami, ella analizará esos mapas e incluso podría trazar una ruta actual y dar con el tesoro perdido...- decía con una amable sonrisa. -Si... eso significa que podrías salir en un viaje... fufufu, ya sé que te emociona... entonces date prisa, avísame para preparar todo... cuídate Luffy...- termino la llamada. -Buenos días Zoro...- saludo.

-Buenos días...- contestó de manera respetuosa.

-¿Cuáles son los pendientes del día?- preguntó mientras se sentaba en frente a su gran escritorio.

-En la noche tiene una invitación para el museo de Dressrosa, Rebeca, la encargada, desea que conozca la colección de gladiadores que posee la ciudad...- dijo, Robin se alivió, usualmente tenía muchos compromisos.

-Bien, si la exposición es buena podríamos cubrirlo en una de nuestras revistas, pide un taxi para que me lleve, saldré de aquí mismo, aún hay correcciones que hacer...- dijo mientras tomaba unos folders que su asistente le dejo en el escritorio.

-Si...- dijo un poco serio, usualmente ese trabajo no era el mejor de su vida, pero sólo habiendo estudiado la preparatoria no tenía mucho a qué aspirar, lo único bueno, era Robin, por alguna razón a él le gustaba aquella elegante e inteligente mujer.

-Zoro...- ella llamó su atención, él se sobresaltó, pues estaba pasmado viendo lo que hacía.

-¿Qué?- dijo tratando de recuperar la compostura.

-Te preguntaba si tenías algo que hacer esta noche...- dijo con una gentil sonrisa.

-N... no...- estaba sorprendido por la cuestión, e incluso se puso nervioso.

-¿Puedes acompañarme a la exposición?- volvió reformular.

-Por supuesto...- declaró con una leve sonrisa. -De hecho no pensaba dejarla sola...- concluyó y su atractiva jefa amplió aquella sonrisa que le fascinaba.

-Gracias sin duda eres un noble caballero...- después de aquello el día transcurrió normal, pendientes, papeleo, copias, juntas, el almuerzo y la comida, sin duda el trabajo de oficina es ajetreado.

A Zoro no le gustaba aquellos ambientes cerrados, estar alrededor de 10 horas frente a un monitor, a veces pensaba en renunciar, pero mirar a aquella mujer lo detenía, pero no se atrevía a algo más, después de todo alguien como él no estaba a la altura de una mujer como ella.

La noche llegó, ambos se fueron al museo de la ciudad Dressrosa, aquella la noche era fresca y amena, había bocadillos y vino en una gran mesa, al dar las 7 de la noche, Rebecca, la encargada llevo a todos los invitados a la sala de la nueva exposición, hubo palabras, reconocimientos, y finalmente la inauguración, observando una pulcra y hermosa exposición.

-Sin duda es hermosa y completa...- dijo Robin mientras observaba las placas de cada pieza. -Zoro, hablan con Sabo, que venga en la semana a entrevistar a los encargados del montaje y con Rebeca, esta exposición debe salir en el próximo número de la revista...- su tono era de entusiasmo, Zoro sonrió al verla tan feliz.

-Si...- en ese momento un hombre de traje, cabellos negros y ojos grises se acercaba a ellos.

-Nico-ya...- la mencionada volteo a verlo, y el peliverde no pudo evitar mirarlo con enojo.

Trafalgar D Water Law, médico cirujano, sobrino del magnate Donquixote Donflamingo, amigo de Robin, aunque para todos era obvio que el pelinegro quería ser más que el amigo de la afamada arqueóloga.

-¡Oh! Hola Law...- sonrió de manera amable, Zoro no soportaba al médico.

-¿No te gustaría una copa fuera de aquí?- invito extendiendo su mano. -Debes relajarte después de un día de trabajo, más si estás sola...- mencionó con una sonrisa sarcástica, mirando disimuladamente al asistente.

Era oficial, Zoro odiaba a aquel sujeto, siempre lo despreciaba y lo hacía menos, pero no podía hacer nada más que contar hasta 1000 para no lanzarle un golpe.

-Sin duda es una inesperada invitación, pero...- para la sorpresa de ambos hombres, ella se acercó al peliverde, tomándolo del brazo. -Zoro me llevará...- Law estaba atónito e incluso molesto, el asistente por su parte estaba boquiabierto, Robin lo había elegido a él en lugar del prepotente médico. -Si nos disculpas, buenas noches...- se despidió, ambos salieron, aún muy juntos.

-Perdón Zoro...- dijo ella, soltándolo, él observó como ella parecía apenada.

-No te disculpes... me alegra que lo hayas puesto en su lugar...- dijo con una leve sonrisa. -Le pediré un taxi...- pero antes de moverse ella lo tomo de la mano.

-No me equivoque...- declaró volviendo a sonreír.

-¿eh?- exclamó sin entender.

-Eres el hombre de mi vida...- dijo con una mirada llena de confianza. -Zoro... sé mío...- susurró.

Zoro no podía creerlo, era un sueño, pero no quiso darle muchas vueltas, debía ser el hombre de la relación, con ambas manos tomó el rostro de la mujer y plantó un beso en sus labios, el cual fue correspondido...