Un hogar Cálido

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- ¡Bienvenidos a un nuevo curso en Hogwarts! Tengo algunas cosas que decirles a todos. Como todos saben después del registro que ha tenido lugar en el expreso de Hogwarts, tenemos actualmente en nuestro colegio a algunos dementores de Azkaban, que están aquí por asuntos relacionados con el Ministerio de Magia- Snape me explico que los dementores son seres oscuros sin alma, que se alimentan de la felicidad de otros. Y que están acá por un fugitivo llamado Sirius Black, quise saber mas pero dejaron hasta ahí la información- A los dementores no se les puede engañar con trucos o disfraces, ni siquiera con capas invisibles- Harry y Ron se miraron. Minerva me dijo que Harry tenia una capa de invisibilidad, necesito ver eso- No está en la naturaleza de un dementor perdonar. Confío en los prefectos y en los últimos ganadores de los Premios Anuales para que se aseguren de que ningún alumno intente burlarse de los dementores.

- El pelirrojo de haya que saca pecho en nuestro hermano Percy el "Perfecto"- me señalo Ron. Vaya, cada Weasley es único.

-Para hablar de algo mas alegro- Dumbledore ahora mas calmado con una pequeña sonrisa- este año estoy encantado de dar la bienvenida a nuestro colegio a dos nuevos profesores. En primer lugar, el profesor Lupin, que amablemente ha accedido a enseñar Defensa Contra las Artes Oscuras.

Hubo algún aplauso aislado y carente de entusiasmo, uno de ellos era mi primo. El profesor Lupin parecía medio dejado de los demás profesores, que iban vestidos con sus mejores togas. La mirada de Lupin llego hacía mi regalándome una sonrisa un tanto cansada. Parecía que no dormía bien.

-En cuanto al otro último nombramiento- prosiguió Dumbledore cuando se apagó el tibio aplauso para el profesor Lupin- siento deciros que el profesor Kettleburn, nuestro profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas, se retiró al final del pasado curso para poder aprovechar en la intimidad los miembros que le quedan. Sin embargo, estoy encantado de anunciar que su lugar lo ocupará Rubeus Hagrid, que ha accedido a compaginar estas clases con sus obligaciones de guarda bosques.

La mesa de Gryffindor se lleno de muchos aplausos, mas que las otras mesas. Yo también seguí con esas felicidad. Recordando como conocí a Hagrid.

La primera semana intentando seguir el ritmo de las clases y mis pesadillas quise perderme por los alrededores del Castillo, hasta que llegue a una pequeña cabaña, fue descortés mío entrar sin avisar pero Minerva me buscaba y quería un poco de tranquilidad.

Pero un perro grande, un tanto viejito, me ladraba sin parar y apareció un hombre medio grande con gran barba, yo me asuste pero quede estática.

-¡Fang! no se saludan así a los invitados- el perro callo y se volvió a echar- ¿Eres Melisa? Que gusto Albus me hablo mucho de usted. Quería invitarla a tomar el té pero Minerva me dijo que no había tiempo.

No estaba segura de como paso, pero dos veces a la semana iba a visitar a Hagrid para tomar té y que me cuente todo sobre las criaturas mágicas. Más fascinada de saber que existían los dragones.

Después de celebrar el nuevo Puesto de Hagrid camine con el trío hasta la sala Común. Subiendo más y más escaleras me contaban las aventuras de estos últimos años.

-Parece que nunca tienen un años tranquilo- dije divertida.

-Solo pido un año donde pueda comer tranquilo y no ser perseguido por algo que nos quiera matar- dijo cansado Ron.

Llegamos a la entrada secreta dela torre de Gryffindor. Los interrogó un retrato grande de señora gorda, vestida de rosa. Era muy diferente a lo que era la entrada de Slytherin- ¿Contraseña?

-Fortuna Maior- dijo Percy y la puerta se abrió.

La Sala era tal cual como la imagine, colores rojos y dorados, sillones cerca de la chimenea, cuadros de distintos magos de Gryffindor. Un ambiente sumamente cálido. Nada comparado a la de Slytherin. A pesar de que al principio sentía que era fría esa sala ya me había acostumbrado.

-Evans- me llamo Hermione- ¿Estas al tanto de todo las materias?- asentí- ¿Pudiste estudiar todo lo de estos 2 años? ¿Tienes los libros? ¿Quieres que te ayude?

-Hermione tranquila, fue mucho para una noche- dijo Harry.

-¡Oh! Pero que felicidad Melisa me alegro que hayas quedado en Gryffindor!- me vino a saludar Nick Casi Decapitado.

-Gracias Nick- me miraron los tres- cuando salí del orfanato me quede en Hogwarts y hable con los fantasmas y profesores que me ayudaron a ponerme al día- ellos respondieron con un "ahh"

-Pero después de terminar el año escolar ¿Dónde iras?- me pregunto Hermione, me quede en silencio. No pensé en eso.

- Sino lo sabes, tranquila. Pensaremos en algo- mi primo agarro mi mano para tranquilizarme y sentí un pequeño alivio. 

Al final compartí el cuarto con Hermione y otras tres chicas que no conocía. Minerva parecía que me había dejado mis pocas partencias en mi cuarto nuevo.

De suerte lo que quedó en esa casa destruida fue unos libros, mis auriculares con mi MP3 y unas ropas.

En el borde de mi cama había un bolsa con una nota.

"Que bueno que quedaste en Gryffindor. Sino se habría desperdiciado el regalo"
Minerva Mcgonagall

Era un pijama rojo con dibujos de león. La verdad era hermoso, me encantaba.

Por fin pude dormir una noche sin pesadillas. Aunque el sueño se trataba de un perro negro, que corría por el Bosque Prohibido, una noche de Luna llena. En eso se escuchaba a los lejos un aullido y apareció una luz un tanto fuerte con una extraña apariencia.

Pero desperté ante el llamado de Hermione- Melisa, despierta hay que ir a desayunar- intento decirme de forma calmada pero se notaba en su voz un tanto ansiosa. Me senté en mi cama estirándome viendo el numero uniforme de Gryffindor.

Estaba emocionada ante los primeros días de clases, pero sentía mucha curiosidad ante el sueño que tuve.

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