Capitulo doce

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- Accio guardapelo. - intento, pero como lo esperaba nada ocurrió. Habia montón de cartas sobre la mesa de luz, junto a una lechuza blanca que lo miraba con ojos curiosos y varios libros esparcidos sobre el suelo. Pero lo que mas llamo su atención fue un cuaderno de cuero negro que estaba torpemente oculto bajo una almohada. Tom lo tomo y lo examino cuidadosamente, era aterradoramente similar al suyo que había convertido en su primer horrocrux. Suspiro aliviado cuando encontró varios dibujos en vez de hojas en blanco. Era un diario de sueños...

Sin pensarlo dos veces tomo su varita y hizo una replica exacta, no sabia por que pero la curiosidad lo invadía, lo volvió a dejar donde estaba y continuo con la búsqueda de la castaña, no sin antes ocultar la copia del cuaderno en su baúl. 

La encontró sentada en la arena envuelta en una manta con la mirada fija en el obscuro mar, en su mano hacia girar algo que Tom no alcanzo a ver. 

- ¿Que quieres?. - pregunto irritada. El se sentó a su lado sin decir nada y con la mirada clavada en el horizonte. - Creí haberte dicho que te fueras. 

- Ambos sabemos que no es así, me necesitas para pasar la prueba de Castelobruxo. 

- Hallaría otra manera de entrar, no te necesito. 

- Si no me necesitaras no habrías ido a buscarme, ademas soy diez veces mas competente que tus amiguitos. 

- Al menos yo tengo amigos de verdad, tu solo tienes a tus perros falderos. 

- ¿Amigos de verdad?- Pregunto con una mueca burlona. - Cooper solo quiere acostarse con tigo y Lovegood es una marginada que se pego a ti como una sanguijuela para que alguien la note. 

- Eres un idiota. - bufo la castaña mirándolo con ojos rojos. 

- Solo me insultas porque te digo la verdad, en el fondo sabes bien que tengo razón. 

- Buenas noches Riddle. - dijo dispuesta a irse pero Tom la tomo repentinamente de la mano impidiéndoselo. 

- Anastasia... 

- Suéltame, quiero ir a dormir. - bufo. 

- ¿Que tienes ahí? - pregunto con curiosidad al notar que la castaña apretaba algo con fuerza. Por una milésima de segundo creyó que se podía tratar del guardapelo. 

- Nada que te importe, suéltame. - dijo tratando de zafarse del agarre del pelinegro. 

- Esta bien lo siento. - dijo tratando de sonar dulce. - Tienes razón me comporte como un idiota. 

- No sé si creerme tus disculpas. - respondió Anastasia sin mirarlo. 

- Nastia... - susurro con voz seductora. - De  verdad estoy avergonzado por mi comportamiento, ¿Puedes darme una oportunidad para remediarlo? 

La chica rió. 

- No soy un profesor de Hogwarts que puedes engañar con ese teatro, tendrás que esforzarte mas si quieres que te crea. Pero te premiare por el intento... estoy demasiado cansada para pelear con tigo después de todo. 

- Pondré toda mi energía en ello. - dijo con una falsa sonrisa de lado. - ¿Que tienes ahí? - pregunto aun sin soltar su mano. 

La castaña suspiro y abrió su mano mostrando un anillo, Tom decepcionado porque no se trataba de nada de su interés, lo tomo y lo examino cuidadosamente. Aquel sin duda no era un anillo cualquiera, seguramente era alguna reliquia familiar. 

- Es bonito. - dijo tratando de ser agradable. - ¿Es importante para tu familia? - indago tal vez podría aprovechar la ocasión para preguntar de nuevo por el guardapelo de Slytherin sin sonar sospechoso. 

El único amor de Tom RiddleTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang