- Esta bien, sera divertido de todas formas. - dijo ella riendo. - ven vamos abajo. 

Tom no entendía a que se refería Anastasia exactamente hasta que lo condujo hasta una enorme piscina techada, el pelinegro estaba sorprendido, por la majestuosidad del lugar, lo que el había creído que era una casita al lado del mar resulto ser una opulenta mansión, lo cual lo hizo sentirse un poco incomodo. 

La castaña se apoyo en una de las muchas columnas blancas que decoraban la habitación y observo a Tom con la mirada divertida. 

- ¿Que esperas? Ya puedes lanzarte al agua. - dijo sonriendo. 

- ¿Estas demente Goodrich? Ya te he dicho que no se nadar. - protesto, pero en un abrir y cerrar de ojos un expulso silencioso lo impacto y termino cayendo de bruces en el medio de la piscina, que para burla de la castaña el agua solo le llegaba al pecho. - ¿QUE DEMONIOS? - bramo Tom rojo de furia. 

- Oh lo lamento. - dijo entre risas Anastasia. 

- Si fueras otra persona ya estarías muerta. - respondió el sin bromear y con un ligero movimiento de varita cambio sus ropas mojadas por un sencillo traje de baño negro. Anastasia lo observo detenidamente sin pudor alguno. 

- Estas mas delgado. - dijo con voz dulce. - le diré a Toby que te prepare algo especial esta noche. 

El resto de la tarde transcurrió sin significativos avances en la natación por parte de Tom, lo que se traducia a que estuviera de un pésimo humor. 

- "Por fin he descubierto algo para lo que no eres bueno". - se había burlado Nastia mientras flotaba como un fantasma sobre el agua. Sin embargo el joven no había podido convencerla de que le hiciera una demostración de nado, lo que lo hizo perder la paciencia y refugiarse solo en su habitación hasta la hora de la cena. 

Como lo había prometido el elfo le habia preparado Lasagnia y pastel de chocolate, sus recetas favoritas, un detalle que lo hizo sentirse extraño. Anastasia dulcemente apoyo la mano suavemente en su hombro haciéndolo sobresaltar. 

- Si sigues apareciéndote de ese modo, voy a lanzarte un avada kedravra. - bufo apartando la mano de la chica de su hombro. - Ya sabes que no me agrada que me toquen. 

- Eres un claro ejemplo de simpatía Riddle. - respondió con ironía. - Realmente no se como los profesores pueden tragarse ese papel ridículo que haces.  

- Se llama ser ambicioso Goodrich, quisiera ver que seria de ti sin la fortuna de tu familia, con tus modales poco acordes a los de una dama dudo que llegues lejos. - dijo con el típico tono de voz frió que usaba para intimidar a sus compañeros. 

Anastasia lo miro con ira y una copa de cristal estallo en mil pedazos derramando su contenido por elegante mantel blanco.  

- Realmente nunca vas a cambiar Riddle. - le grito. - Vete de nuevo a tu maldito orfanato muggle. - bramo antes de salir disparada del comedor. 

 Este decidio ignorar y se sirvió una porción enorme de lasagnia, después de todo esta no era la primera vez que causaba una escena como aquella, no iba a perder el apetito por ello, seguramente en unas pocas horas la castaña olvidaría lo ocurrido. 

Sin embargo después de unos pocos bocados comenzó a sentir un extraño malestar en el estomago que nada tenia que ver con la cena, sino con un fuerte sentimiento de culpa.

- Maldición. - bramo lanzando su tenedor al otro extremo de la sala y levantándose estrepitosamente. Subio las escaleras con paso decidido hacia la habitación de la joven y abrió la puerta de un golpe, ella no estaba ahí, así que aprovecho la situación para husmear un poco. 

El único amor de Tom RiddleWhere stories live. Discover now