CAPÍTULO 3

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"THE BEAST"

"THE BEAST"

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"Su opaco corazón envenenado la llevo a su peor pesadilla; al circo de los sueños, donde sus demonios se volvieron realidad"

-¡Y ahora, con ustedes, lo que más estaban esperando!- Exclamó el chico con sombrero negro, quien dirigía el circo esta noche fría de invierno. Sus palabras no sonaban como un bufón carismático, era más bien un tono sombrío del que solo se esperaba una terrible masacre.

-Es hora de subir al escenario- susurro y se amarró el cabello en una coleta.

Nicolás, un chico alto y de largos cabellos castaños, salió por el telón escarlata; sus ayudantes corrieron de ese brillante telón, dejando a la intemperie un infantil escenario; una hermosa muñeca de porcelana sentada en una silla de madera, en sus manos resguardadas por guantes blancos había un conejo escabeche vestido de pirata.

Unos largos hilos dorados sujetaban las extremidades de la pelirrosa, Nicolás subió al segundo piso, donde los trapecistas subían para dar sus espectáculos; tomó entre sus manos la estructura de madera y comenzó a manipular a la muñeca humana. Ella se movía al compás de una melodía retorcida, con los ojos aun cerrados bailaba sin gracia y emitía una tristeza inigualable al público.

Los demás bufones llegaron al escenario riendo a grandes carcajadas, empujando una gigantesca jaula cubierta con una manta negra.

-¡Liberen a la bestia!- grito uno de ellos.

El más colorido tiró de la manta y todos apreciaban al majestuoso lobo cautivo en ella, sus enormes ojos verdes que reflejaban miedo con cada siseo de su alrededor, su mente se llenaba de ruidosas voces que la hacia querer matar cualquier cosa que le pusieran enfrente.

Sus afilados colmillos, tan blancos como la nieve, su grisáceo pelaje brilloso y su ruidosa cabeza la hacia parecer una indefensa bestia, una fuerza bruta y una mente débil, ella no era así y si necesitaba salir con las garras manchadas de sangre no le importaba, ella estaba dispuesta incluso a morir.

~Quiero salir de aquí~ decía una y otra vez en su cabeza.

~Por favor sáquenme de aquí~ rogaba por que le quitaran esa estorbosa y pesada cadena de su cuello.

-Lo siento, juro que te curare, intenta no morir- le dijo un pelinegro de ojos azules que estaba a un lado de la jaula, y quien la había llevado hasta ese infierno.

No necesitaba la ayuda de un apuesto mentiroso, sin duda los años que la sobrepasaban le habían sentado muy bien al chico de oscura melena y fina cara. Era inteligente, no cualquiera podría engañar a un astuto lobo.

"Di Angelo", solía llamarla su nuevo amor, uno que había conocido por mera casualidad, según ella; un chico de la nobleza, de estatura promedio y muy apuesto. Sus ojos zafiro era lo que más la había cautivado, sus facciones que lo hacían ver más joven de lo que era, su frío cuerpo como un hielo y su lechosa piel blanca.

♤ EL CIRCO DE LOS "SUEÑOS" ♤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora