INEFABLE © 2018 (sin editar)

Capítulo 23 | Sorpresas

"Sí...creo. O inconsciente. En verdad no sé. Pero escúchame, me han metido en el cuarto de seguridad especial. Oí a Sean hablar con Lucy. Los resultados parece ser que satisficieron sus necesidades y quieren hacer algo conmigo. Algo que me podría costar la vida"

Mordí mi labio inferior con nerviosismo y comencé a caminar de un lado a otro en el cuarto.

Segundos más tarde, Noah volvió a hablar.

"April tampoco está, Reese. La están buscando Derek y Malcom. Yo estoy con Nathan en dirección de la habitación prohibida. Quizás el descubrir que hay ahí nos ayude en algo"

"Hazlo. Y luego dime qué visteis"

"No. Luego iremos por tí. O al menos pensaremos en un plan. No te voy a dejar ahí, y tampoco voy a esperar a que te maten"

Sonreí parpadeando y tragué saliva.

"Te espero."

"No me esperes. Si logras hacer algo por tu propia cuenta, hazlo. No dependas de nadie. Sé fuerte tú sola"

Esbocé una sonrisa más grande que la anterior mirando a mi alrededor divertida. Noah era el mejor. Me alegraba escuchar sus palabras.

"Eso haré. Soy inefable, Mr. Telepatía"

"Pues cumple con tu papel, Mrs. Telequinesis"

Y de repente oí voces en la puerta que me hicieron dejar de lado a Noah. Me acerqué a la puerta apoyando mi oreja en ella para lograr oír algo.

-Ella es la persona X, Kara -Dijo Lucy con voz lleno de amargura.

-Lo sospechaba-habló Kara-, además, también encontramos a otra inefable con esas características. April Davis.

Sentí un vuelco en mi interior. ¿Que las dos éramos qué?

-La hemos encerrado en el cuarto de seguridad especial. Cuando la intentamos drogar, se despertó gritando con fuerza. Me sorprende ver que su potencial apareció meses más tarde-Kara rió-En fin. Sean, mira que yo no pido vigilantes en esta zona, pero últimamente ando preocupada por las cosas y prefiero que lo haya. Ocúpate de Reese. Lucy, ven conmigo. Y vosotros dos, ocupaos del resto.

Varios pasos se fueron alejando. Sin embargo, seguía escuchando la respiración acelerada de Sean.

-Sean-susurré.

Sentí sus pasos acercarse.

-Necesito hablar contigo-dije.

Y era verdad. Quería saber muchas cosas. Y aún sabiendo que quizás él seguiría estando molesto por la forma en que lo pegué minutos antes, intenté llamarlo, para ver si de algún modo lograría sacar de él alguna información.

Mentira o verdad, había oído a Sean decir claramente que yo le importaba.

-Reese-susurró cerca de la puerta.

-Por favor-rogué.

En cuanto escuché la puerta abrirse me alejé esperando toparme con los oscuros ojos de Sean. Éste cerró la puerta detrás de él.

-¿Qué ocurre?-preguntó con voz suave.

Tragué saliva al sentir mi garganta seca.

-¿Qué soy, Sean?-apreté mi mandíbula-, ¿Y April?

Sean se acercó más mirándome apenado y nervioso. Aclaró su garganta mirando el suelo unos segundos, para después dirigir sus ojos hacia mí.

-Sóis las personas x que buscamos. Es decir, usáis el 100% de vuestra capacidad cerebral-explicó.