Epílogo

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2 años y 2 meses después.

Olivia se movía de lado a lado, incapaz de estarse quieta. Aun no sabía qué hacer, o siquiera que ponerse, no sabía que era lo que tramaba Justin y eso la desesperaba. Todo en su vida siempre había sido controlado por ella y por nadie más, y una vez que ponía sus decisiones en manos de otras personas la irritaba. Habían quedado en el principio de su relación, en realidad en la primer cita que tuvieron que decidirían una cita cada uno, eso parecía justo, obviamente, pero lo malo era que era su segundo aniversario y la cita estaba en manos de Justin, no sabía dónde irían, ni que debía que ponerse. 

Stacy, quien estaba sentada en la cama, seguía con la vista a su inquita amiga. La vista de una Olivia irritada por no tener el control de la cita en sus manos se le hacía graciosa, pero resultaba aún más graciosa la pila de ropa que estaba sobre la cama. Hablaba enserio, una gran pila de por lo menos un metro de alto, bueno quizá eso era mucho, yacía encima de la cama y Olivia decía que no tenía nada que ponerse. 

—Quédate quieta, por el amor de dios Olivia. —Stacy levanto las manos para darle énfasis a sus palabras. —Para eso estoy yo acá. —Stacy revolvió la ropa de Olivia por alrededor de tres minutos y saco de la pila un bonito vestido de tirantes, algo simple y lindo. No sabía si era conveniente para lo que sea que tenga planeado Justin, pero se suponía que Stacy sabía. 

Sin darle tiempo de quejas, Stacy tomo a Olivia por los hombros, la dio vuelta e hizo que se dirigiera al baño para prepararse. Luego de una hora Olivia estaba sorprendentemente lista, la ayuda de Stacy había servido de mucho, tenía puesto un bonito vestido dorado, con detalles en negro, el cabello sujeto en una desordenada coleta que quedaba sorprendentemente bien y estaba casi libre de maquillaje, casi a no ser por el suave brillo en sus labios. 

Ahora se encontraba siendo abordada por Justin, quien tapaba sus ojos con un suave pañuelo negro, ahora es cuando tenía que demostrar su confianza por Justin, ciegamente y siendo guiada por él. No era eso lo que le asustaba, era más bien la poca estabilidad del suelo, parecía que se movida de lado a lado, y no tenía idea de si era por ella o si realmente se movía de tal modo. 

Cuando Justin destapo sus ojos, le sorprendió lo que vio, se encontraban en un barco, en realidad un yate, un hermoso yate con luces blancas colgadas por los lados, había una mesa redonda en el centro y unos almohadones a los costados, donde podíamos sentarnos. Cuando Olivia dio la vuelta se encontró con un Justin arrodillado delante de ella.

—Olivia, ¿Quieres casarte conmigo? —La voz de Justin temblaba, pero él lo disimulaba con facilidad.

—¿Qué?

—Cásate conmigo. 

—Oh dios. —Olivia se lleva ambas manos a la boca y sus ojos se cristalizan cada vez más, se hacen más claros y están a punto de derramar algunas lágrimas. 

—Oh no, Olivia, lo siento, lo arruine todo. Yo no quería… Te amo, y sé que solo llevamos dos años juntos, pero creí que era tiempo, creí que tú también me amabas y que te parecería bien mi propuesta, pero…—Justin ya había empezado a balbucear. 

—Sí.

—¿Qué?

—Sí, acepto. Quiero casarme contigo.  

‘’El amor no se puede definir, definir es limitar y el amor no tiene límites’’  

***

Algo diabética la historia, mucha dulzura, pero espero que os haya gustado❤.

Prohibida » Justin BieberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora