Sobredosis

Capítulo IV

Todo estaba oscuro, Kurt no sabía por qué. Le dolía demasiado la cabeza y no sabía dónde se encontraba, intentó abrir los ojos, pero la luz que ahora había en ese lugar era demasiado fuerte.
Finalmente, después de unos segundos sus ojos se adaptaron a la luz y pudo abrirlos.
Kurt se encontraba en su habitación, estaba realmente muy confundido, se quito las sábanas de encima y se intentó levantar de la cama, el cuerpo le dolía demasiado, pero el dolor era mucho más agudo en la parte baja de su espalda.

— ¿Qué me sucedió? — preguntó mientras llevaba ambas manos a su espalda

Observó su ropa y pudo ver que en su sudadera habían unas gotas de sangre.
Entonces recordó, recordó todo lo que había pasado la noche anterior y como esa bestia mató a sangre fría a Lauren y a su amiga.
Su cuerpo se tenso totalmente y el pánico empezó a correr por sus venas.

¿Eso realmente sucedió?

¿Realmente Lauren se encontraba muerta?

¿Cómo había hecho para librarse de eso?

¿Andrew y Álex lo ayudaron?

Kurt abrió los ojos cómo plato, y él pánico que antes tenía aumento al cien por ciento.

¿Dónde estaban sus amigos?

En ese momento la puerta de su habitación se abrió por si sola haciendo un crujido molesto.

— ¿Álex? — Kurt espero respuesta, pero nada — ¿Andrew, eres tú?

Nadie respondió, lo que hizo que Kurt se preocupara, se levantó de la cama con mucho esfuerzo he intentando ignorar el horrible dolor que sentia en su espalda, camino hacía su puerta y se quedó observando el largo pasillo oscuro que había fuera.

— ¿En que momento mi vida se convirtió en una película de terror? — susurró Kurt mientras salía de su habitación para encaminarse en el pasillo que lo llevaría a la sala principal.

Se escuchó que quebraron algo en la cocina y Kurt se detuvo en secó.

— ¡Álex, Andrew! Si son ustedes, más les vale que se dejen de bromas

La puerta de su habitación se cerró bruscamente detrás de él, lo que hizo que Kurt saliera corriendo en reacción.
Al llegar a lo que se suponía era la sala principal se quedó sorprendido al darse cuenta que esa no era su casa.

Las paredes eran totalmente negras, y con una especie de baba realmente desagradable, el lugar apestaba como las alcantarillas y el piso estaba totalmente cubierto por la misma baba de las paredes, lo que hacía que al caminar se produjera un desagradable sonido.

— ¿Qué mierda es esto? — preguntó Kurt asqueado levantando su pié para observar la baba que había quedado en la suela de su zapato.

Kurt volteó para ver que dónde se suponía que estaba el pasillo que daba a su habitación ya no estaba, en cambio, habia una enorme pared como todas las demás.

— Luces — susurró alguien en la habitación, Kurt se giró hacía todos lados, pero no había nadie — cámara — esa voz, Kurt ya sabía de que se trataba todo eso, era la misma bestia del puente — acción. — Está vez la voz se escucho justo detrás de él, tan cerca que Kurt sabía que si giraba iba a chocar con la bestia.

— La película de terror, Kurt, empezó desde que no tomaste las decisiones correctas — susurró la bestia en su oído — pero ahora, empezaremos la grabación — Kurt podía sentir el calor del aliento de la bestia en su cuello, el miedo paralizó totalmente su cuerpo, sus rodillas temblaban amenazando con dejarlo caer en cualquier momento — ¿Sabes, Kurt? el protagonista de una película casi nunca muere, y esta vez no será la excepción, pero no te confíes, ¿Acaso he dicho que tu eres el protagonista?

En ese momento Kurt cayó de rodillas y se dio cuenta de que había una daga saliendo de su estómago, la bestia se la había clavado a sus espaldas.

Todo se volvió totalmente negro y cayó al pisó, lo último que escuchó fueron unas enormes pisadas y una risa demoníaca que nunca antes en su vida había escuchado.

— Dulce sueños, pecador.

Kurt finalmente pudo abrir los ojos, ¿Donde estaba? ¿Por qué sentía tanta paz? ¿Acaso estaba muerto?
Kurt se incorporó, y pudo notar que todo era oscuro, sin fin, sin salida, pero se sentía en paz. ¿Acaso caso de verdad lo había asesinado?

— Hola Kurt — dijeron detrás de él.

Kurt volteo rápidamente y pudo ver a su hermano, Sandor.

— ¡Sandor! — Kurt corrió a abrazar a su hermano y sollozo cuando al fin pudo hacerlo, tanto tiempo deseando ese momento, parecía un sueño — ¿Yo también estoy muerto hermano? — pregunto.

— Claro que no Kurt, pero por poco lo estas — respondió Sandor con tristeza en sus ojos — Tienes que huir Kurt, tienes que ser fuerte, distinguir entre lo que es real y lo que no lo es.

— ¿Cómo puedo huir de algo que está donde quiera que voy? ¡Él casi me mata, clavo una daga en mi estomago!
— Tu mismo clavaste la daga en tu estómago Kurt...

Kurt no podía creer eso, el lo recuerda perfectamente, no fue el, la bestia lo atacó por detrás cuando lo llevo a aquella extraña habitación

— Eso no es cierto, Sandor. La bestia fue quien me hirió, fue la bestia quien intento matarme — se defendió Kurt

— Hermano, tienes que entender, darte cuenta, ¡Te Está engañando! ¡Fue el quién se apareció en el puente para que saltarás! Yo jamás te pediría eso... tienes que ser más inteligente, Kurt, hizo que tu mismo te clavaras esa daga sin que te dieras cuenta, no se detendrá hasta que estés muerto.

— ¡¿Pero por qué?! ¡¿Que hice yo?! — exclamó desesperado Kurt

Sandor bajo la mirada, no sabia que responder a su hermano, después de todo, el tampoco pudo descubrir porque la bestia lo persiguió a el también por tantos años, hasta que logró su objetivo, Sandor no pudo contra el, había perdido, no podía permitir que su hermano tuviera el mismo final.

— Kurt, no queda mucho tiempo. Confía en mi, siempre, aun que no puedas verme, estaré contigo hermano, y juntos llegaremos al final de esto, tu descubrirás la manera de como destinguir entre lo que es real y lo que es una ilusión de la bestia, tu no tendrás el mismo final que yo hermano, eso te lo prometo.

Kurt abrió los ojos como platos ¿Acaso su hermano se mató por la bestia? ¿A caso el también fue víctima de esa cosa?

— Tu no te mataste, Sandor. — susurró Kurt en un hilo de voz

— No hay tiempo Kurt, tienes que despertar ya, hasta pronto hermano.