HYUNJIN, PERDÍ MI CALCETÍN .ㅡHYUNMIN

Capítulo 3.

Cuando regresó al día siguiente esperaba que la casa estuviera vacía, era jueves después de todo, y Hyunjin tenía clases temprano. Pero se encontró rodeado por el mayor, tan solo al abrir la puerta. Sinceramente, nunca llegaba a entenderlo.

ㅡ¿Dónde estabas? Me tenías muy preocupado, no vuelvas a salir así y preocuparme por que no vuelves ㅡle susurraba en el oído. Esa era la peor sensación, porque le provocaba cosquillas en su estómago y se sentía emocionado, pero sabía que la situación no era cómo se la imaginaba.

ㅡEstaba con Jisung. Era muy tarde para regresar.

Seungmin se separó de él y trató de no verlo a los ojos. Sabía que su estado emocional no era estable en ese instante y temía hacer algo de lo que se arrepintiera luego. Siempre tenía ese temor.

ㅡTengo que... hacer cosas, así que yo...

ㅡNo te vayas.

Y esa vez no pudo ignorarlo, estaba molesto. Verdaderamente molesto. Solo quería ayudar, pero, al parecer, todo lo que hacía no estaba bien.

Estás huyendo, Seungmin.

ㅡHyunjin, esta es mi decisión.

ㅡ¿Y qué hay de mí? ㅡEl menor lo miró confundido, mientras Hyunjin buscaba las palabras adecuadasㅡ. Quiero decir, hemos vivido mucho juntos y... yo, yo te tengo un aprecio muy grande. Sí, sí, eres como un hermano para mí y...

Wow, haber sido promovido de la zona de amigos a la zona de familia era un gran logro. Lo estás haciendo bien, Seungmin. El menor ya estaba cansado, después de todo ocultar sentimientos y vivir como si no existieran no era una tarea fácil cómo imaginó.

ㅡHyunjin, no importa si me voy al otro lado del mundo o me quedo aquí. Vamos a seguir siendo los mismos de siempre ㅡy le sonrió. No sabía desde cuándo era tan bueno mintiendo, aunque no era tanto una mentira, Seungmin no creía que yéndose al otro lado del mundo olvidaría sus sentimientos por él. Pero si eso tranquilizaba a Hyunjin y le hacía más fácil dejarlo, parecía lo mejor que podía hacer.

ㅡ¿Irás a verme a las pregrabaciones el domingo?

Hyunjin asintió y le extendió su meñique levantadoㅡ. Te lo prometo. Los Hwang no rompemos promesas.

Seungmin entrelazó su meñique con el contrario. Eso era algo que quería guardar para siempre. Estaban los dos en el parque de siempre, el que tenía todos sus recuerdos, y ese era otro momento que quería atesorar como un recuerdo valioso, quizás el más valioso de todos.

ㅡPero prometiste que me comprarías un helado.

ㅡ¿Eh? ¿Cuándo lo hice?

Seungmin sonrió, esas sonrisas inocentes eran las que Hyunjin más apreciaba. Pero él no sabía que eran precisamente esas sonrisas las que quería y necesitaba en su vida. Las sonrisas de Seungmin eran lo que movían su mundo, pero él no lo sabía.

Caminaron a casa como una pareja después de una reconciliación. Hyunjin le hacía bromas y lo molestaba solo para hacerlo reír, y Seungmin lo amenazaba con mancharlo de helado mientras no podía dejar de soltar risas.

Ese fue uno de los recuerdos más hermosos que pasaron antes de que Seungmin se mudara. Y fue el último.

Seungmin iba entrando a su dormitorio. Tenía sus maletas listas a pesar de que quedaran aún cuatro días antes de que se fuera de ese apartamento. Tanto como los otros días, volvió a revisar todo lo que tenía, no quería que nada se le quedara, de lo contrario, tendría que regresar y él no quería eso.

Tenía sus libretas llenas de apuntes para canciones propias que anhelaba mostrarle al mundo, todos sus pares de zapatos, todos los peluches que había ganado en máquinas de juegos del centro comercial, toda su ropa, excepto un pequeño detalle.

Salió de su cuarto en busca del mayorㅡ. Hyunjin... perdí mi calcetín.

ㅡ¿Tu calcetín? ¿Solo uno?

ㅡSí, debió haberse desapareado del otro ㅡSeungmin inclinó hacia un lado su cabeza, mostrando su confusión. Hyunjin por alguna razón gritó dentro de síㅡ. Si lo encuentras me dices, lo reconocerás fácilmente ㅡparó sin saber si lo que diría a continuación sería necesarioㅡ. Tiene... tiene diseños de perritos.

El mayor sonrió sin poder creer lo tierno que podía ser, incluso teniendo ya casi 24 años. Se comprometió a buscarlos y despeinó el cabello del menor, provocando una pequeña sonrisa de su parte.

Hyunjin jamás percibió lo nervioso que colocaba a Seungmin, él se sentía cómodo y eso parecía ser lo único que importaba.

Más tarde, regresó a su dormitorio. Estaba extremadamente cansado y solo tuvo fuerzas para acostarse en su cama y cerrar los ojos. Hasta que sonó un tono de llamada que conocía bastante bien. No dudó un segundo en contestar y escuchar la melódica voz de su novia. Todas sus fuerzas parecieron volver a él cuando la escuchó hablar.

ㅡMiyeonnie, ¿cómo e...

ㅡHyunjin, se me quedó mi laptop allí. ¿Puedes ir a dejármela mañana a la facultad? ㅡHabló la chica con algo de apuro y en menos de lo que pudo reaccionar ya había cortado la llamada.

Hyunjin suspiró, no había visto a Miyeon desde que esta recibió un mensaje y le dijo que tenía que irse para arreglar unas cosas de sus clases, y eso había sido hace casi dos días. Se levantó para buscar la computadora de su novia, porque estaba seguro que si no lo hacía en ese momento, mañana se le olvidaría. Al encontrarla, iba a asegurarse de que estaba apagada cuando la pantalla se iluminó, anunciando que tenía un nuevo e-mail. Hyunjin no era de husmear en cosas ajenas, para nada, pero, sin quererlo, el correo se abrió.

ㅡContinuación postgrado aprobada ㅡel chico sorprendido, sonrió orgulloso de los logros de su novia, hasta que siguió leyendoㅡ. Beca aprobada en el conservatorio de Nueva York.

Solo ahí se molestó, ¿cómo no le había dicho nada? ¿Lo iba a dejar solo, igual que Seungmin? ¿Acaso ninguno de esos dos podía cumplir las promesas como él?

Seremos amigos para siempre, no te dejaré solo, hyung.

Por supuesto, siempre estaré contigo.

¿Las palabras no tenían peso para ellos? ¿O él era el único tonto que creyó en todo lo que le decían? Hyunjin, en verdad, estaba molesto.