-Gracias, Amanda.

Mientras llegaba el momento me la pase platicando con mi madre y Amanda para poder por lo menos estar un poquito tranquila, ellas no dejaban de preguntarme en donde pasaríamos la luna de miel que la verdad yo no tengo idea de donde será, Luke nunca me dijo donde la pasaremos en nuestra noche de bodas cada que le preguntaba cambiaba el tema con una gran facilidad, lo que, si se es que nos llevaremos a Mateo y Camila, ninguno de los dos queremos estar lejos de ellos así que no será como todas las lunas de miel, con el nuevo integrante a esta familia que está por venir no podremos hacer el amor por un largo tiempo, Luke no le importo eso, él quiere que este bien en mi embarazo para que cuando llegue el momento no tengamos un problema o algo.

Cuando nos enteramos de que un miembro más se uniría con nosotros Luke se quedó sin palabras, estaba tan feliz que en cualquier momento iba a explotar, hacia todo lo posible por estar en casa conmigo y con los niños, no quería perderse ningún momento de mi embarazo, cada que llegaba del trabajo se ponía hablarle a mi vientre de cualquier cosa, luego en brazos tenia a Mateo y Camila contándoles que tendría otro hermanito.

Ver a Luke así de feliz, me enamoraba aún mas de el, la forma en que mira a Mateo y Camila, la forma en que miraba mi vientre maravillado y la forma en mi dice una y otra vez lo mucho que me ama hace que mi felicidad aumente más y más.

Luke desde el primer día en que lo vi cuando sus ojos chocaron con los míos hizo un lazo que nadie y nada podrá romper fácil.

El hombre que amo como nadie en este mundo, es el hombre que ahora será mi esposo, es el hombre que a pesar de todo nunca se fue de mi lado que a pesar de los fuertes golpes que nos puso la vida con firmeza reclamaba su lugar a mi lado a mi vida.

Soy feliz más que feliz de dar este paso.

La hora llega y junto con mi madre y Amanda salimos del cuarto donde nos encontrábamos, bajamos la escaleras de la casa y paramos en la gran ventana de vidrio que daba al gran jardín de la casa adornada para la ocasión, una fila de árboles hacían un arco debajo de las cillas donde son ocupados por los invitados y el camino que me llevara al altar está marcado por pétalos blancos, de los arcos que forman las ramas de los arboles cascadas de flores caían danzando por la brisa, aun lado del altar se encontraba un violinista, un pianista y un guitarrista esperando la señal de su guía.

Poco podía alcanzar a ver, mi madre y Amanda se habían despedido de mi para ir a tomar sus lugares, yo esperaba a mi hermano que me llevaría al altar.

Jugaba con mi ramo de flores esperándolo, no miraba al exterior porque si no los nervios volverían.

-Se puede saber qué hace una mujer tan bella y hermosa aquí sola –alzo la mirada y veo a mi hermano apoyado en el marco de la puerta de cristal mirándome con una gran sonrisa.

-Estoy esperando aun tonto que dicen es mi hermano –suelto.

- ¿Tonto? –se lleva una mano al pecho fingiendo que mis palabras lo hirieron- me dueles, hermanita.

-Qué bueno.

Se acerca a mi mirándome de arriba hacia abajo aun sonriendo cuando está muy cerca de mi soy testigo de cómo unas lágrimas caen en su rostro una tras otras, entre abro mis labios a punto de decir algo que mis palabras se quedan atoradas en mi garganta pues, me jala hacia el para abrazarme escondiendo su rostro en el hueco de mi cuello, siento como todo su cuerpo tiempla y de eso sollozos escucho provenir de él.

Las lágrimas no tardan en aparecer en mis mejillas, lo abrazo tan fuerte, lo más fuerte que pueda, nos quedamos un momento más así que cuando la música que da inicio a la ceremonia empieza a sonar mi hermano se aleja de mi un poco mirando me.

El Idiota De Mi Jefe © [COMPLETA/EDITANDO]Where stories live. Discover now