El Idiota De Mi Jefe © [COMPLETA/EDITANDO]

Capítulo 51

| THOMAS |

Sostenía su mano toda cálida y frágil, su pecho subía y bajaba, su cabello había crecido un poco estos días que mechones rebeldes caían a su rostro, sus párpados cerrados había perdido un poco el color de su piel por la gran pérdida de sangre.

Si estoy preocupado, ¡Claro que lo estoy! Es mi mejor amigo, mi hermano. Desde niños siempre estubimos juntos ni las peleas que teníamos no importa el nivel aún a si no nos separamos siempre lo arregla vamos.

Dylan no se merece esto, el no debería estar aquí en este hospital, en la cama con muchos cables en su cuerpo, no, el no se lo merecía pero la razones, la razón de que esté a si ahora me hacen ver gran corazón y persona es.

Defender y proteger a una persona desconocida eso yo no lo hubiera echo no importa que tan grave estubiera la situación, no lo haría.

Pero el, si, la mujer que llegue a su vida tendrá mucha suerte.

Por más que le dije que era una mala idea lo que estábamos haciendo el se negaba no ayudar a Lili en dejar la hay y hacer como si no hubiéramos visto nada.

El decidido tomo la decisión y a mi no me quedo de otra en apoyar lo en ayudar lo por que eso hacen los amigos.

Han pasado días desde que escapamos de ese hombre que ahora me ando preocupando mucho de que él no despierte, no está en coma, no, solo está en un sueño profundo por la gran pérdida de sangre solo eso.

El puede respirar por sí solo.

Miro el reloj de mi celular y veo que ya es bien tarde, hace unos días el novio de Lili despertó que ella ahora anda cuidando lo, muchas veces viene aquí a ver cómo sigue Dylan que mi rostro se lo dice todo.

Ella a pesar por todo lo que le pasó sigue a delante y no se deja caer, debo de admitir que es una mujer muy fuerte y que por lo muy feo que sea la situación ella no se deja vencer.

Es una mujer aquien admirar y aquien decir le que es un gran ejemplo a seguir.

Su motor su fuerza son sus hijos, son esas dos criaturitas que ¡Dios! Son unos traviesos, aún puedo sentir los jalones de cabello.

—Thomas -su voz me toma por sorpresa y volteo a ver la sombre mi hombro, ella fija sus ojos cafés oscuros en mi y luego en Dylan y la tristeza aparece en ellos junto con dolor.

No sonrió, no hago nada solo la miro con mi expresión seria que ya es como en mi. No es su culpa, lo sé y se lo eh dicho más de una vez, que ella no tiene la culpa de nada aquí.

—Lili -mi voz sale como un hilo delgado y frágil que está a punto de romperse.

Ella toma una gran bocanada de aire y se aproxima ubicando se al otro lado de la cama tomando aciento, tanto a ella como yo no es para nada fácil ver a Dylan en la cama inconsciente.

—Que a dicho el doctor -sus ojos no se despegan de mi amigo, suspiro y me recargo en el aciento mirando la a ella y luego a mi amigo.

—A mejorado, dicen, que su cuerpo se está curando rápido y que pronto estará con nosotros.

Veo como aprieta los labios y sus ojos se cristalizan, se que está haciendo todo lo posible por no llorar por no mostrarse invulnerable.

No es malo demostrar en vez en cuando esa vulnerabilidad lo que si es malo es tragar se todos esos sentimientos acomula dos para que en un futuro te hagas daño ya sea de salud o ya no aguantar lo y explotar para hacer luego cosas que no.

—Estará bien -digo después de un rato y ella me voltea a ver toda rota- Dylan es fuerte y lo eh visto superar cosas mucho más peores que esto.

—Y si no y si está vez no lo logra.

Sonrió de lado y miro a mi amigo, si a superado cosas peores pero está es la número uno.

—Si lo logrará, se muy bien que lo hará.

—De cosas peores... -duda- ¿a que te refieres?.

—Hum... Bueno, esto toma el puesto número uno en la lista -hago una mueca- Dylan siempre asido enfermizo, tanto que a estado internado en el hospital por semanas más si es primavera

—¿Que?

—En primavera es cuando más enfermizo esta, los cambios drásticos del clima son un gran golpe a su cuerpo débil.

—¿De que se enferma?

—Hum... De muchas cosas, pero la más fuerte es la fiebre. Recuerdo muy bien esas madrugadas donde mis padres me despertaban para ir al hospital por eso.

—Que feo -su voz va recuperando fuerza.

—Si, pero mira lo -tomo la mano de Dylan- mira nomás Dylan, otra vez estás aquí en el hospital, que bárbaro amigo ya deberías mudarte aquí.

Una risita sale de sus labios y eso hace que me sienta un poco bien.

Pasaron los minutos y Lili y yo platicábamos de cualquier cosa distrallendonos de todo está cosa de tristeza y angustia, en estos momentos uno tiene que tener buena vibra y no mala.

En estas circustancias uno tiene que tener fe y esperanza, cosa que me cuesta mucho.

Lili no a dejado de insistir que trabajemos con ella que se sentiría bien en qué aceptemos Dylan y yo.

Hace dos diase llamaron de donde trabajo mi amigo y yo que como hemos tardado en traer las pruebas todo lo que fuimos hacer en ese parque nos despidieron, aún que les haya contado lo sucedido aún a si nos quitaron el trabajo y eso es otra cosa que me tiene mal.

Lili al enterarse no lo dudo mucho y me ofreció trabajar en su gran empresa que al saber quién era me quedé con el ojo cuadrado.

Aún lo ando pensando no quiero tomar ahora una decisión sin mi mejor amigo conmigo.

—Lili, no quiero tomar una decisión ahora, no hasta que Dylan despierte.

Ella sonríe y se levanta de la silla para rodear la cama y colocarse a mi lado, una de sus manos va a mi hombro izquierdo dando le un apretón leve.

—Sabia que dirias eso -me guiñe el ojo derecho- su lugar en el trabajo está apartado no se preocupen si alguien quiera quitarse lo es todo suyo.

—Gracias Lili -sonrio.

—Eso y más hago por mis amigo y más cuando son esos amigos que te han salvado la vida.

Suelto una carcajada y la abrazo escondiendo mi rostro en su panza y enrrollando mi mano izquierda en esos caderas.

Se despidió ya que tenía que ver cómo está su novio, desde que llegamos al hospital no me eh despegado de Dylan, aún que entre sus padres o los míos a ver cómo están y me convenzan que me vaya a descansar en el hotel donde todo nos estamos quedando hasta la familia de Lili y de Luke.

Ellos son los que están pagando todo, TODO, hasta la comida, mi familia se negaba pero salió ganando la familia Mayer y Miller.

Miro hacia la ventana y veo como las nubes si miras con mucha atención se van moviendo poco a poco, unas tapando el sol y otras escondiendo el azul del cielo.

Me levanto de la silla y camino hacia la ventana para abrirla y dejar entrar el aire fresco.

Las cortinas al instante se mueven por la fuerte brisa ya que estamos en el piso 14.

Saco mi celular de mi chaqueta de cuero negro revisó todas la notificación todos son importancia me voy a sentar en el sofá recargando mi rostro en el respaldo mirando la cama de Dylan.

En vez en cuando me preguntaba qué haría Dylan su yo estuviese en su lugar. Me pongo a imaginar un millón de cosas que el aria y me pongo a reír.

Dylan estaría todo dramático, gritando le a los enfermeros y doctores al ver que no despierto, llorando cada hora, minuto y segundo de los días y Lili alado de el igual o peor.

Muchas escenas divertidas y alocadas que no dejo de sonreír.

Al pasar los minutos mis ojos me van pesando y poco a poco los voy cerrando, llegando aún punto donde me vista se pone borrosa para luego todo oscuro y caer bien dormido.