Nightmare Zodiac [BL]

[9] Sin Retorno

[Dream]

Leo corría, huía, lo más rápido que sus piernas se lo permitían. Un fuerte dolor le oprimía el pecho y sentía una fuerte presencia pisándole los talones.

Sin siquiera notarlo se topó con la puerta de su propia casa. Desvió su mirada a sus espaldas reparando en su entorno, verificando que no estaba en peligro. Descansó posando las manos sobre sus rodillas y respirando profundamente.

El vecindario y las calles completamente abandonadas le recordaban a su antigua casa. Pero todo era gris, como en una fotografía vieja. No había niños jugando, perros corriendo, ni flores por doquier como recordaba. Todo era diferente.

Nuevamente sintió una fuerte presencia a sus espaldas que lo condujeron a entrar a su casa. Una vez adentro la tensión desapareció. Observó el pasillo principal que lo conducía hacia a las escaleras. Era una casa modesta, tenía un primer piso y un patio de tamaño regular con piscina.

Caminó en dirección a las escaleras, en las paredes se hallaban colgados muchos cuadros de su pequeña familia, en la mayoría estaban sus hermanos y él de pequeño. Otras más con sus padres y primos. Su favorita estaba hasta el final, donde aparecían los doce de hace ocho años. Todos pequeños, la foto fue tomada la última vez que se vieron. Para luego ser separados por decisión de sus padres.

Olvidando la fotografía, cruzó una puerta que lo dejó en la habitación de Sagitario. Arrugó la nariz, le abrumaba estar en ese cuarto, demasiado desastre para su gusto. Rápidamente la atravesó para salir de ella, sintió que sus pasos se ralentizaban y la luz que la ventaba dejaba entrar iba disminuyendo a cada paso. Su corazón latió rápidamente hasta que llegó al pomo de la puerta y pudo salir de allí.

Su respiración intentaba normalizarse una vez cruzó la puerta, había sentido un peso muerto en su espalda en ese momento. Una vez levanto la vista se halló parado en la cocina. Sonrió, su madre estaba cocinando, no percibía ningún olor en particular pero no le importaba.

Se encaminó hasta ella, sin embargo paró en seco cuando la escuchó sollozar. Ella levemente temblaba, y torpemente intentaba cortar las verduras con un cuchillo. Leo se preocupó, su madre siempre se mostró fuerte durante cada adversidad que se presentaba a la familia. Verla en ese estado le oprimía el corazón.

- ¿Mamá? ¿Ocurre algo? -Leo intentó mantener la calma, si su madre necesitaba consuelo él sería su pilar para ayudarla. Como tantas veces había hecho ella con él.

-L-lo siento... Lo siento tanto, quería impedirlo pero estaba fuera de mis manos. -ella soltó el cuchillo y cubrió su rostro con sus manos. -Sepan que los amamos, a los tres por igual.

-M-mamá, ¿De qué estás hablando? -Leo quería acercarse y abrazarla, pero su cuerpo se mantenía inmóvil en su lugar.

-Se fuerte, juntos podrán vencer a cualquiera que se interponga en su nuevo camino -ella volteo, secando las ultimas lagrimas que escapaban de sus ojos. Sonrió nostálgicamente, mirando con profundo amor al menor de sus hijos -Cielos, me hubiera gustado que se quedaran un poco más. Por lo menos hasta que se casaran -rió -tendré que conformarme con el álbum familiar.

-N-no hables así, nosotros volveremos, muy pronto - Leo no entendía, su madre parecía despedirse de ellos.

-No los olvidaremos, ahora ustedes tienes un gran deber que cumplir. -ella caminó unos pasos hasta alcanzar al menor, envolviéndolo en un abrazo - Ya no pertenecen aquí, su poder pronto despertará.

-¿Poder? -Leo la abrazaba fuertemente, no quería que se apartara.

-Sí, su propia naturaleza, diferente a la mía y a la de cualquier mortal sobre la tierra. Ustedes tres, son muy especiales, nos lo explicaron el día que llegaron a esta casa. Se supone que tendría que estar preparada para esta charla.