Amar a alguien más. [COMPLETA ✔]

CAPÍTULO 3: ¿HERMANA?

– Te vas a quedar aquí y tú no la dejes irse a ningún lado entendido Rake

– Si señor

El idiota de mi medio hermano baja de las gradas para  perderse por el túnel, me había traído a un campo de fútbol, miro por largos minutos como personas acomodan conos, balones y más cosas que desconozco para que sirven, el sol comienza a quemar mi espalda 

– Podemos ir de aquel lado donde está la sombra

Rake asiente mientras me ayuda cargando mi mochila, me acomodo en la primera grada viendo el campo que tenía frente a mí, ahora entendía el retraso mental del imbécil, era jugador de fútbol americano; restándole importancia tomo mi cuaderno y comenzó a trabajar en mi nuevo proyecto, tenía que ser algo bueno, alegre pues últimamente estaba escribiendo puras cosas melancólicas debido al cambio que se había dado en mi vida

Levanto la mirada hacia el cielo hallándolo despejado, comienzo a tararear la canción que sonaba hace minutos en la radio, cierro los ojos concentrándome en la melodía, poco a poco las ideas se acumulan en mi mente así que comienzo a escribir y tachar letras

"Contigo siento que no hay final (yeah yeah)

Tan fresca e infinita como el mar (yeah yeah)

Contigo el tiempo pasa muy veloz (yeah yeah)

Por eso necesito un día más (yeah yeah)"

Creo que esto estará bien en voz de un hombre, la melodía para la letra fluía en mi cabeza como si ya estuviese escuchando la mezcla de Hip-Hop y R&B que la acompañara, miro una vez más lo escrito pero no me convence para la estrofa inicial de la canción, esta debería de ir después de un buen inicio 

– ¿Es escritora? – la voz de Rake me saca de mis pensamientos – lo siento no quería interrumpir  

– Soy compositora no escritora – le contesto – ¿Porque no te sientas? 

– Es indebido señorita 

– Por favor deja de decir eso – quito mi mochila dejando libre el asiento, Rake solo mira mis movimientos – siéntate – medio le ordeno – esperaremos mucho tiempo porque aun no terminan ni de calentar 

– Señorita... 

– Es una maldita orden

Sin más remedio lo miro sentarse dejando una silla de separación entre nosotros, en las dos semanas que Marcus Rake ha estado a mi servicio siempre se ha comportado de manera correcta, ayudándome aunque no se lo pida y siempre vigilando que nada me pase incluyendo mis horarios de comida, esas acciones han hecho que se  gane una pequeña confianza de mi parte; de mi mochila saco las barras de cereal que empaque esta mañana, le ofrezco una que duda en tomar pero al regalarle una mirada de enfado la toma inmediatamente

– Gracias 

– No es nada, además en a mañana no te vi desayunar nada – los ojos de Rake se posan en mí – en realidad nunca te veo comer – desvío la mirada hacia el campo – tus horarios deben ser muy pesados 

– En realidad trabajar en su cuidado es muy fácil – vuelvo a mirarlo – casi nunca sale de casa por lo que es fácil alimentarse tres veces a día – me regala una pequeña sonrisa – cuando trabajaba para el señor Jones había días en los que solo comía esto – levanta la barra – y era todo