¡Primer libro de la serie Amores que Sanan! Versión 2021.
Con un padre y hermano alcohólicos, Lia pasa su vida trabajando para saldar sus deudas y se prepara para saldar la siguiente en un reluciente bar de Santa Mónica.
Rodeada de personas con din...
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Unos minutos luego de conocer a sus padres supe de inmediato que Hudson había sido criado como el niño mimado de la familia. Todos revolotean a su alrededor esperando tenerlo contento, en especial sus padres.
Sé que lo criaron con amor pero ver sus demostraciones de afecto me vuelven añicos de la incomodidad porque yo jamás tuve nada de esto, de hecho me quedé helada cuando vi que compraron un obsequio de Navidad para mí cuando ni siquiera me conocen.
Su padre es un alma libre y los hermanos gemelos de Hudson, Mason y Maxwell además del parecido físico sacaron su libertinaje pues apenas regresan de un viaje experimental por toda Europa. Su hermana Holly es un alma dedicada al diseño de ropa y luce más serena y sensata que todos los demás, igual a su madre.
De ella solo sé que proviene de una familia que tiene como herencia el postularse para la guerra pues todos sus tíos tuvieron varones sin embargo ella terminó con eso al ser mujer y al dejar que sus hijos siguieran sus propios sueños como el de Hudson de ser jugador profesional.
Me agradan, a pesar de las miradas de escrutinio y las preguntas al aire sobre mi antigua profesión, me agradan.
Nos encontramos todos sentados en la isla. Me siento incómoda cuando mencionan que Hudson y yo continuamos juntos pero no digo nada, quizás porque él no quiso decirles que las cosas no estaban bien entre nosotros. Para no terminar con el aire de fiesta que hay en el ambiente puesto que mañana es Navidad, decido no corregirlos.
Los gemelos nos cuentan sobre sus experiencias, acaban de regresar al país hace apenas unas horas y todos prestamos atención. Holly no deja de mirarme, mucho menos pasa desapercibido mi vientre ni la mano de Hudson sobre nuestra hija.
—¿Y tu hermanita, qué te cuentas?—pregunta uno de los gemelos.
—Lo siento, no puedo seguir fingiendo—dice apresurada.—¿Cuánto tiempo tienes? ¿Ya le pusieron nombre? ¿Prepararon su habitación? Porque no quiero presionarlos pero podrían ponerle Holly, una sugerencia.
Hudson se carcajea.
—Ni por un millón de dólares nombraría a mi hija como tú—se burla.
Holly saca su chequera.
—¿Y por dos lo pensarías?—pregunta con una ceja en alto. —Esa niña entrará a la familia como toda una diva, necesito que su nombre comience por H así que piensen en buscar nombres rápido.
—¿Por qué con esa inicial?—me atrevo a preguntar.
La joven quiere responderme pero es su madre la que habla.
—Porque todos en mi familia tienen nombres con esa inicial a excepción de los gemelos—menciona. —Además, sería una gran manera de comenzar una nueva era familiar, si tienen más hijos también podrían llevar la misma inicial.
—¿Por qué nosotros no tenemos nombres con H?—pregunta uno de los gemelos, creo que Mason.
—Perdí una apuesta contra su padre—responde la mujer encogiéndose de hombros. —Apostamos por su sexo.
