06|| No.

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—¿Cómo es que conseguiste un nuevo empleo tan rápido? —pregunta Kate sorprendida. —¿Estás de broma? ¿Saben que estás embarazada?

—¿Qué? No —digo horrorizada. —Pero si luego me echan del trabajo al menos ya habré ahorrado lo suficiente como para comprar una cuna porque mi bebé no dormirá en la cama por mucho tiempo.

Al mencionar eso, mi amiga se voltea y con sus ojos llorosos, veo la pregunta clavada en su mirada. No tuve tiempo de decirle mi decisión, pero supongo que ahora mismo, ya la sabe.

Asiento hacia ella y no tarda en saltar en su lugar. Supongo que está emocionada.

—¡Dios, estoy tan feliz por ti! —grita entusiasmada, limpiando las lágrimas de sus mejillas. —Oye, ¿Cuándo tienes cita con el doctor otra vez? Porque necesito ver a mi sobrino.

—Dentro de una semana. —tomo una cucharada de mi cereal. Es lo único que puedo comer últimamente que no me envía directo al baño.

—Genial, ya al menos estarás acomodada con el tema del empleo nuevo, y ¿Qué le dirás a Mark? Debes presentar tu renuncia.

—Debo hablar con él pero lo haré mañana, estoy agotadísima —murmuro.

Un bostezo sale de mi interior, así que no pierdo el tiempo y decido recostarme en la cama. Mi habitación no es muy grande, pero lo suficiente como para tener una cama, un armario y una mesa de noche. Es cómoda, obviamente no se compara con mi antigua habitación porque aquí no tengo huecos en las paredes ni ratas corriendo debajo de la cama. Duermo tranquila, o al menos lo hacía antes, porque últimamente, el dolor en mi espalda baja es tan molesto que me cuesta un poco lograr dormir.

Para mi sorpresa, mi cuerpo está tan agotado que apenas dejo la cabeza en la almohada, termino dormida.

[...]

El horario de entrada al trabajo es a la siete de la mañan. Prometí ser una buena empleada, así que después de que el despertador sonara a las seis de la mañana, me puse de pie, hice mis cosas, y antes del horario ya me encuentro en la puerta de entrada de la cafetería. Soy la primera en llegar, y me agrada, porque no hay forma de que pierda este empleo.

Gracias a que las náuseas son mi nueva alarma, no tuve problema al ponerme en pie porque llevaba cerca de media hora despierta antes de que el despertador sonase. Joder, si continúo así todo el embarazo, tendré más ojeras y bolsas debajo de mis ojos, que fajos que de billetes.

La gente me observa con cierto desconcierto porque con el paso de las horas, los cardenales comienzan a tomar un color violáceo extraño y mi rostro luce como si hubiera sido atropellado. Todavía no puedo cubrirlos con maquillaje, pero gracias a las cremas de Kate, están mejorado rápido.

Con el paso de los minutos, el gerente llega y apenas me ve, sonríe.

—¡Allí estás! —me saluda, abre el local y a los pocos minutos, el personal comienza a llegar. Me quedo de pie en el salón de la cafetería porque no sé lo que tengo que hacer, porque seguramente con el rostro así de feo, no me pondrá a atender a los clientes. Minutos después, el gerente me hace un gesto con la mano desde detrás del mostrador. —Espero que no tengas problemas en adaptarte. Ven, te presentaré a todos aquí. — me lleva a la parte trasera y se detiene en un pequeño espacio donde tres chicas se encuentran poniéndose sus delantales.– Chicas, ella es Lia, la nueva camarera. Lia, ellas son Kara, Lindsay y Cristal.

Entre Sábanas de Seda (AQS #1)जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें