Cápitulo 2.

1.1K 201 41
                                    

El castaño se encontraba en la cafetería de siempre. Esa cafetería que les había dado una segunda oportunidad. Esa segunda que les había ayudado a reiniciar. Esa preciosa cafetería.
El azabache llegó corriendo, abriendo la puerta con prisa. Su cabello desarreglado al igual que su ropa: llegaba diez minutos atrasado para ver a Freddy.
—Perdoname por la tardanza, me quedé dormido- Habló con la voz entre cortada por aquella 'maratón' que había tenido que correr hasta la cafetería en dos minutos a reloj.
-No importa- Sonrió Freddy, intentando ocultar su emoción por volver a ver al hombre que había robado su corazón hacía años. Solo necesitaba volver a ganar su amor... Aunque ya no debía enamorar a un niño, aquel niño ya era todo un hombre echo y derecho de veinte años, y eso si que era complicado.
-¿Vamos al parque? Traje una bolsa de malvaviscos en compensación por la tardanza- Sonrió Fred, mostrando lo que era precisamente una bolsa de tamaño mediano con contenido de malvaviscos dentro. El castaño asintió alegre, dejando atrás aquella cafetería- ¡Carrera hasta el parque!
-¿Que?- Preguntó Freddy, sin captar cuando Fred pasó por frente de él y salió por la puerta de la cafetería corriendo- ¡Oye, no, eso es trampa! ¡Además son cinco cuadras!
El castaño intentó recuperar el ritmo mucho mas avanzado que el azabache llevaba delante de él.
En cuanto llegaron al parque, Fred ganando la 'carrera' por la ventaja que había conseguido al salir antes del establecimiento, ambos se echaron agotados en medio del césped.
-Ahg~ Fuiste muy rápido- Se quejó Freddy agitado, recostándose junto al azabache, quien reía al ver su rostro agitado.
-Lo siento- Dijo entre carcajadas, tomando su mochila negra entre sus manos y sacando la bolsa con los dulces prometidos- ¿quieres?
-Un 'picnic' improvisado en parque a las tres de la mañana con un estudiante universitario desarreglado y malvaviscos... Esto es perfecto- Rió Freddy, devorando uno de los dulces.
Ambos guardaron por un momento silencio, en el cual tal vez soltaban alguna risa y comían malvaviscos a puñados.
-Mira esto- Fred, captando la atención del castaño, aun recostado en el cesped, tomó un malvavisco entre su dedo índice y el pulgar. Apuntó a un hombre calvo a unos cuantos metros de ellos y arrojó el malvavisco a su calva. El hombre, confundido, observo a todos lados mientras Freddy moría de risa, en un intento de ocultar la misma. El azabache riendo arrojó otro al aire para luego atraparlo con la boca.
Y así, ambos adolescentes comenzaron a arrojarse entre si aquellos exquisitos dulces a la boca del contrario y a atraparlos en el aire, como los niños inmaduros que jamas habían dejado de ser, aquellos de los cuales se habían enamorado hacía ya dos años...

The Coffee Shop [Segunda Parte De 'The Balcony']Where stories live. Discover now