Capitulo 1.

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Un azabache se encontraba sorbiendo un café. Eran apenas las seis de la mañana, el sol asomaba tenuemente traspasando las hojas algo anaranjadas y rojizas por el otoño.
Un ultimo sorbo antes de levantarse de la mesa de madera de pino, acercándose a la caja registradora para pagar. Tal vez no era esta la mejor cafetería de la ciudad, pero si una muy popular y, principalmente, cercana a su nuevo hogar en México.
Odiaba este lugar, nada lo motivaba a seguir allí, mas su madre necesitaba aún mas de el ahora que nunca, y habría de ser un acto muy egoísta de su parte regresar se a Madrid con su madre en estas condiciones.
Una fila de no mas de cinco personas se encontraban frente a él. No debía esperar demasiado, pero su madre necesitaba de visitas constantes y el debía ser el acompañante mas reciente en su sala.
‘Disculpame, pero de donde vengo se paga con euros’ Escuchó quejarse al joven frente a él. Rodó los ojos, ¿un turista más? No necesitaba lidiar con una diva.
—Venga, yo pago por él. ¿Que vas a querer?— Habló algo frío y cortante, Fred. No recibió respuesta. El azabache volvió su vista a aquel joven junto a él, descubriendo así al rostro más nostálgico y precioso que podría volver a encontrarse observándolo con los ojos aguados. Freddy.
Ambos sonrieron débilmente, mientras la fila avanzaba, pasándolos por delante.
Hola— Saludó sonriente el castaño, con sus hermosos ojos aguados por la emoción.
—Hola— Repitió. Aún ese ya tan común saludo que poco significaba para muchos pero mucho significaba para ellos perduraba en sus memorias— Wow, Fazbear, te vez genial... ¿Cuantos años tienes ya?
—Diez y seis, ¿tú?
—Veinte— Susurró, sintiendo así el peso de los años dándole una paliza en el rostro— Ahora que te escucho... Ya me he puesto viejo, tío.
El castaño soltó una melosa risa, entre cerrando los ojos. Fred aun tenía ese físico que lo enamoraba, esos ojos profundos, el cabello cortado a los costados y mas largo en la sima... Precioso, en resumen.
—¿Así que aquí se fugaron?
—¡Claro! ¡Esta ciudad es preciosa! Vivimos a unas cinco cuadras de aquí, en una casa no demasiado grande, pero tampoco es pequeña— Narró con aquellos ojos brillantes— Aunque extraño un poco España. Ya sabes... Nuestros balcones.
—¿Como olvidar ese sitio?— Rió Fred, melancólico.
El azabache pensó un momento en lo que estaba por hacer. Malas ideas, ideas re-conquistadoras. Y lo hizo.
Tomó un boli de su mochila y con tinta marcó una servilleta. Tomó $30 y los envolvió dentro del papel. Guardó todo en su lugar, con la vigilante y curiosa mirada del castaño sobre él.
Fred le proporcionó la servilleta a Freddy y, sin mas, se retiró del establecimiento.
El castaño, confundido, abrió la servilleta. El numero del azabache estaba escrito con tinta negra, con un ‘Llamame❤’ debajo, sumado $30 para pagar su café.
Sonrió. Sonrió como hacía tanto no sonreía. Sonrió como desde que sus vidas se separaron no sonreía....

The Coffee Shop [Segunda Parte De 'The Balcony']Where stories live. Discover now