La promesa (Sakura)

Día 2: Distracción.

Sakura se estiró con placer en su cama la mañana siguiente, sabiendo que hoy podría quedarse un rato más al ser su día libre. Hacía meses que no disfrutaba de un descanso semejante y quería aprovecharlo al máximo. Quizás mas tarde podría dar un paseo con Ino o Hinata, y tal vez podría cruzarse "accidentalmente" a Sasuke sin que él lo notara, solo para verlo, saber como estaba.

Pero a el destino no parecía importarle su tiempo de descanso ya que pudo escuchar un respetuoso golpe en su puerta. Enseguida saltó de la cama, ¿Acaso sería él? No podía esperar a averiguarlo. Mentiría si dijera que no había soñado con que él nuevamente aparecía y con sus dedos suavemente tocaba su frente.

Bajó los escalones de dos en dos, sin darse cuenta que estaba en un camisón un tanto corto y su cabello no estaba del todo presentable.
Abrió la puerta con energía, pero enseguida su sonrisa se desvaneció y su semblante se llenó se extrañeza cuando en lugar de encontrarse con la oscura mirada de Sasuke se vió delante de una máscara Ambu.

El Ambu carraspeó, se lo notaba algo nervioso y eso preocupó a Sakura. Aún no se daba cuenta que más de la mitad de sus muslos estaban al descubierto.
-Disculpe Sakura-sama, Hokage-sama me ha enviado especialmente, desea verla lo antes posible- Hizo un gesto parecido a un saludo y desapareció.

Sakura corrió por su hogar, desnudándose y colocándose su ropa casual mientras se preparaba un rápido desayuno y arreglaba su cabello. Dejó un tiradero de ropa por el pasillo de su departamento y al estar apurada las tostadas se le quemaron.
Tragó rápidamente su desayuno, casi atragantándose y salió de su casa saltando por los techos hasta la oficina del hokage.

Normalmente su sensei no la llamaría utilizando a un Ambu a menos que se tratase de una situación de emergencia. En ese caso debía apurarse porque se trataba de una urgencia.

Entró en la oficina del hokage directamente desde la ventana para encontrarse con montañas de papeles por doquier que hicieron sentirla asfixiada. Apenas podía vislumbrar el cabello gris de su sensei entre tanta celulosa.

-¿Qué sucede aquí Kakashi-sensei? Es como si esa chica de Akatsuki hubiese venido de visita antes- Preguntó mientras intentaba hacerse un hueco que le permitiera ver a su sensei.

-Oh Sakura, que bueno que llegas. Tengo una importante misión para tí- Dijo Kakashi, como si no hubiese sido él el que la había llamado.

-¿De que se trata Kakashi-sensei? Debe ser importante si envió un Ambu...- A Sakura ya le había vencido la curiosidad. Hacía demasiado tiempo a su parecer que no salía de la aldea en una misión y sentía que necesitaba un cambio de aire. Lo único que esperaba es que fuese corta para no atrasarse con sus asuntos en el hospital y volver antes de la partida de Sasuke.

-Me ayudarás con esto- Dijo Kakashi señalando las pilas de papeleo. Su tono de voz sonaba como si fuese una misión de rango S.

Sakura casi se desmaya de lo insólito de la situación. ¿Para eso le había enviado un Ambu? Parecía que entre él e Ino querían poner a prueba sus coronarias. ¿Es que acaso esta aldea había perdido la noción de la diferencia entre lo que era urgente y lo que era algo sin importancia?

-¡¿Está usted loco?! ¡¿Para eso me envió un ambu?! ¡Seguro se atrasó por andar leyendo esos libros pervertidos suyos y ahora quiere obligarme a pagar su descuido en mi día libre!- Sakura bufó, absolutamente indignada.

Kakashi solo se limitó a encogerse de hombros ante el justo reclamo de su ex-alumna.

-Si no te hubiese enviado un Ambu no hubieses venido, como me pasó con Sasuke y Naruto. Nadie me guarda respeto como Hokage y como ex-sensei- Dijo Kakashi dramáticamente, haciéndose la víctima.