Se fuerte

Entrego la primera carta

Ese día, después de entregarle la carta a mi profesora de prácticas del lenguaje, Silvia, no pude prestar atención en clase durante el resto del día. Estaba distraída y algo nerviosa, no sabía como distraerme, mi mente estaba en otro lado, pensaba en la carta, que ahora estaba en el bolso de mi profesora de prácticas del lenguaje.
Varias veces, pensé en pedirle la carta a Silvia de vuelta.
Durante el recreo, me quedé en el aula, solía hacerlo, sólo para evitar a los que me molestaban, pero ese día me quedé pensando en la carta, me pregunté quién la reciviría y cuando tendría una respuesta. Luego, recordé que tan sólo esa mañana le había entregado la carta a mi profesora, no podía ya estar esperando una respuesta.
El día trancurrió bastante más tranquilo de lo común, puede que sea por el hecho de que Pedro, el chico que más me molestaba, faltó.
A la salida, al final del día, me acerqué a Silvia y le toqué el hombro. Ella se giró y al verme, me dedicó una sonrisa, luego, me preguntó- ¿Qué pasa? ¿Estas bien?-. Yo respondí que si, pero después agregué- Sobre la carta, ¿quién la va a recivir?- ella me miró divertida y dijo- No lo se, supongo que algúna persona anonima, al ménos por ahora no lo podemos saber. ¿Por qué lo preguntas?-. Yo no supe que responder, no quería que supiera lo arrepentida que estaba de haber entregado la carta, pero a la vez, lo nerviosa que estaba por recivir una respuesta; tan sólo la miré y dije- Por nada, sólo quería saber. Tengo que ir a la salida, mi mamá me debe estar esperando-. Ella asintió y luego me dijo- Hasta mañana, te prometo que hoy voy a enviar la carta-.
Luego me fuí de la escuela y encontré a mi mamá esperandome, mirando para todos lados, al verme sonrió, nos saludamos con un beso en el cachete, y me preguntó- ¿Vamos a casa?- yo asentí y fuímos a casa.