Capítulo 16.- Problemas Con La ropa Interior Blanca.

8.8K 703 6
                                    


Literal Madison beso toda mi cara era realmente agradable poder pasar este tiempo con él, más por el hecho de que podía sentir todo su cariño y afecto. Él seguía acostado arriba de mí, no decía nada, solo estaba ahí acostado, no era muy pesado, pero sentía un peso que de cierto modo me agradaba, yo tenía mis brazos sobre su espalda y mi nariz estaba sobre su hombro y el olerlo era algo que me embriagaba, podría pasarme todo el día oliéndolo y no me cansaría de hacerlo.

Madison estaba en pijama y yo seguía con la ropa que traía por la tarde, le dije que se moviera para poder ir a darme una ducha. Cuando ya estaba completamente desnudo y el agua recorría mi cuerpo, pude escuchar como la puerta se abría.

-¿Madison?

-Sí, soy yo.

-¿Qué es lo que quieres?

-¿Puedo entrar contigo? – Su pregunta me dejo helado, en parte quería que entrara, pero no quería que me viera desnudo.

-¿Puedes pasarme mi bóxer? –Haría que entrara pero no me miraría desnudo y yo a él tampoco. –Puedes entrar, con la condición de que tú también entres en bóxer. Ya puedes pasar. –Cuando entro lo primero que hice fue mirarlo desde los pies hasta la cabeza, traía puesto un bóxer negro de licra bastante ajustado. Y justo en ese momento recordé que mi bóxer era blanco...

Lo que pasaría era que en cuando mi bóxer blanco se mojara pasaría de ser blanco a ser transparente y eso era un problema, Madison hizo que me moviera para el poder colocarse bajo la regadera y poder mojarse, ver esa escena me encanto, ver como su cuerpo se mojaba era algo majestuoso. Tomo el jabón y lo puso en mis manos sabía lo que quería que hiciera.

Moje un poco el jabón mientras madison se ponía de espaldas, pase el jabón por mis manos para que estas se impregnaran y puse mis manos sobre sus hombres y empecé a masajear un poco esparciendo el jabón desde su espalda hasta la parte baja de su espalda. Luego sin aviso se dio la vuelta, hice todo lo que pude para no agachar la mirada, volví a poner mis manos sobre sus hombres e hice lo mismo, baje lentamente hasta llegar al elástico de su bóxer, pude ver su bulto, pero rápidamente levante la mirada. Luego el hizo que el agua callera sobre su cuerpo para poder retirar todo el jabón. –Es tu turno. –Dijo él con voz suave.

Camine directo al agua y pude sentir como el agua tibia caía nuevamente sobre mí y pude sentir como mi bóxer se iba mojando cada vez más, después de unos segundo pude sentir sus manos sobre mis hombros, sus suaves manos acariciaban mi cuerpo, lentamente bajo hasta mi cintura y ahí me abrazo y me beso el cuello, sus manos que ahora estaban en mi vientre pasaron a estar sobre mi pecho, sus manos masajeaban mis pezones, algo que me agradaba, luego sus manos subieron a mi cuerpo y volvieron a mis hombros, luego bajaron nuevamente hasta la parte baja de mi espalda. Pude notar que Madison tomaba nuevamente el jabón y después sus manos se posicionaron sobre mis caderas y empezó a mover sus manos, podía sentir como el jabón traspasaba mi ropa interior, después sus manos se posicionaron sobre mis glúteos.

Cuando sentí sus manos, me sobre salte y en ese momento pude sentir como su bulto se pegaba cada vez más a mis glúteos, y justo cuando sentía eso yo empezaba a tener una erección, mire hacia abajo y efectivamente pude darme cuenta de que todo se podía mirar, luego el me dio la vuelta y lo primero que hice fue poner mis manos sobre mi bulto. –Quita tus manos, no tiene por qué darte vergüenza. – Sus palabras fueron de ayuda pero no las quite, luego pasó sus manos enjabonadas por mis brazos e hizo lo mismo que había hecho anterior mente y entre al agua para quitarme el jabón. Después hizo que me acercara más a él y lo hice. –Ahora pon tus manos sobre mis hombros. – Cuando lo hice lo que hico fue cargarme, sus manos estaban en mis glúteos y podía sentir como apretaba un poco, mis piernas estaban alrededor de su cadera, luego me empezó a besar y yo le correspondí al beso, mis manos estaba alrededor de su cuello y una de mis manos acariciaba su pelo mojado.

Mi erección estabapresionando sobre su abdomen, pero en ese momento no me importaba un poco quesintiera mi erección, en lo único que podía pensar era en lo bien que lo estábamospasando y en lo bien que se sentía. Después de unos minutos me bajo y de maneramuy rápida me bajo el bóxer y yo ya estaba completamente desnudo, mi bóxerestaba en mis tobillos y Madison estaba hincado, me miro a los ojos y pregunto- ¿Puedo hacerlo? –No sabía a qué se refería su pregunta, pero sin decirle unapalabra asentí con mi cabeza y lo que paso después fue él éxtasis...    

El SocioWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu