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Castiel todavía estaba dormido cuando Dean regreso a su habitación.

Dean se tomó un tiempo para admirar la belleza de su novio. Pasó su mano suavemente por el rostro de Castiel dibujando su forma, dejó que uno de sus dedos acaricie suavemente sus párpados, antes de inclinarse, para poder poner sus labios contra los suyos.

Castiel era hermoso, incluso glorioso, y Dean no podía tener suficiente de él. Deseaba con todo su corazón que Castiel pudiera verse como realmente era, pero Dean confiaba en que con el tiempo lo haría. Mientras tanto, no dudaría en recordarle todos los días a Castiel lo hermoso que era.

Castiel abrió los ojos lentamente, luciendo aún más adorable de lo habitual, y Dean no pudo evitar dejar caer un montón de besos en sus labios, sus mejillas y su hermosa y pequeña nariz. Castiel sonrió, todavía estaba medio dormido, pero aun así abrió la boca para que Dean pudiera deslizar su lengua dentro.

-Hola bella durmiente- le susurró Dean al oído, mordiendo su lóbulo suavemente.

-Oye- La voz de Castiel sonaba un poco ronca por el sueño y ese hermoso sonido envió una oleada de lujuria que atravesó el cuerpo de Dean.

Castiel empujo a Dean, para que pudiera sentarse, su espalda apoyada contra la cabecera.

-¿Cómo...? ¿Está enojada tu mamá?-Castiel estaba visiblemente tenso, jugando con sus manos nerviosamente.

Dean le dio una sonrisa triste, colocando una de sus manos en su mandíbula, pero Castiel cerró los ojos, como si estuviera esperando que Dean lo golpeara.

Dolía, ver lo asustado que siempre estaba Castiel, cómo hasta el toque más amable y sencillo podía llenar sus ojos de miedo. Pero Dean sabía muy bien que no debía tomarlo de manera personal. Él sabía que con la vida que llevaba Castiel, era normal tener miedo y no poder confiar en nadie, incluso si quisieras hacerlo.

Así que espero que Castiel se relaje un poco, y que él mismo se diera cuenta de que nada malo estaba sucediendo. Castiel abrió los ojos lentamente y comenzó a inclinarse hacía el toque.

-No. Ella no está enojada. Ella está... conmocionada, supongo. Realmente no puedo culparla. Pero ella no está enojada- le aseguro Dean.

-Eso... eso está bien- Castiel suspiró, visiblemente aliviado -Lo siento. Realmente lo siento -

-¿Por qué lo sientes?- Dean frunció el ceño.

-Porque todo esto es mi culpa. Yo... les hago esto a las personas. Tomo todo de ellos, destruyo su vida- Hablaba tan bajo y su voz era tan débil, que por un instante, parecía que quién estaba hablando era un niño de 6 años, en lugar de un joven de 17 años.

-Cas, tienes que creerme cuando digo que no has hecho nada. No me has vuelto gay ni nada. Es solo lo que soy -.

-Sí, pero va más allá de que seas gay. Es sobre mí. Yo... Creo que, no...sé que soy malvado. Traigo cosas malas, hago que las personas hagan cosas que no harían. Mi padre, él... me dijo que nunca había sido un hombre violento. Pero yo lo hice ser violento. Él dijo que yo arruine su familia perfecta. Podría seguir y seguir Dean. Es solo lo que soy. Y no quiero que eso te pase a ti. No quiero que pierdas todo por mi culpa -.

Dean estaba mortificado por lo que Castiel había dicho. Esto era lo que Castiel pensaba de sí mismo, lo que su padre le había metido en la cabeza.

Cuando alguien te dice lo mismo una y otra vez desde que eres un niño, existe un momento en el que comienzas a creértelo, Dean lo sabía. ¿Pero esto? Esto estaba tan jodido. ¿Cómo podría alguien hacerle eso a su propio hijo?

Inesperadamente tú │DestielWhere stories live. Discover now