Cartas de amor a los muertos

5.

De : Carla Jeagar.
Para : Mi pequeño angelito, Eren.

Mi pequeño Eren, no sabes cuando quisiera poder estar contigo en estos momentos.
Cuanto has crecido, ya no eres un niño, ahora eres todo un hombre, hecho y derecho.
Estoy orgullosa de ti, no sabes lo que significa para mi saber que tu no te has dado por vencido, que has luchado y que lo sigues haciendo.
Quisiera poder regresar el tiempo y decirte lo mucho que te amaba, disculparme por no haber sido la clase de madre que querías, pero si era tan estricta en algunas cosas es que yo quería lo mejor para ti.
Pero ¡Dios! ¡Qué difícil era ser madre de un niño como tú qué tanto te pareces a mi!
Terco y obstinados
Pero por mas difícil que haya sido, por mas veces que me haya echo enojar, por mas arrugas que me hayas sacado de preocupación yo disfrute cada uno de esos días de tranquilidad y paz donde sin importar nada podía estar a tu lado.
¿Como esta Mikasa?
Mas te vale que la estés cuidando, eh, Eren, aunque para mi ella estará cuidándote a ti, ahh... Mi pequeña Mikasa, cuanto adoraba peinar tu largo cabello que solía ser tan bonito, espero que mi niña, estés bien.
Les pido a ambos que me perdonen pues los deje solos, no pude cuidarlos, no fui capaz de protegerlos después de aquella terrible pesadilla pero Hannes los salvo y por ello le estaré eternamente agradecida.
Ahora Eren, sé que tal vez no fui la madre perfecta, pues cometí errores y no fui capaz de enmendarlos pues se me agoto el tiempo y jamas pude pedir perdón y decirte cuando te amaba, cuanto te amo y cuanto te amare.
Eres mi hijo así que siempre te amare aunque ya no pueda estar a tu lado siempre estaré contigo, no fui especial en ningún sentido, yo fui una persona cualquiera, una mujer cualquiera a la  que le toco ser madre de un niño maravilloso.
Y estaré siempre agradecida de que me tocara a mi ser la madre de aquel pequeño ángel que el cielo me mando, aquel bebé indefenso que sonrió la primera vez que estuvo entre mis brazos, al que tuve que amamantar, limpiar, cuidar y hacer dormir, al que cuando tenia pesadillas no dejaba dormir hasta que yo tuviera que estar con el, al que le contaba historias de caballeros y dragones, al que me ví obligada a abandonar, al que ahora veo y se ha vuelto un hombre pues mi pequeño ángel ya no es un niño, es un hombre ahora.
Un hombre del que estoy sumamente orgullosa pues como dije antes no se ha rendido.
Mi Eren, lograste tus objetivos, te uniste al ejercito y mas tarde a la Legión de Reconocimiento a pesar que te dije que no lo hicieras, pero aun así lo hiciste, también me gustaría pedirte perdón por no apoyarte en tu decisión pero ¡Entiendeme tu también a mi! ¿Qué habría sido de mi sin mi hijo? Yo no quería que tu murieras por nada pero ahora se que estaba equivocada. No fui la mujer ni madre perfecta pero al menos fui capaz de encontrar algo muy valioso, incluso algo mas valioso que mi propia vida y cuando me di cuenta de aquello tan valioso fue cuando te sostuve entre mis brazos por primera vez.
Mi niño sé que no la has pasado bien desde aquello, sé cuanto has sufrido, sé cuanto has pasado pero recuerda ahora y siempre que estaré a tu lado sin importar qué este muerta, tu siempre seras perfecto para mi. Por eso, quiero que sepas que no importa si tus amigos te dejan de lado, no importa si tus compañeros pierden la confianza en ti y te quedes solo.
Yo creo en ti y te apoyaré en cualquier decisión que tomes, el camino que tomaste fue el correcto, por favor Eren tomalo como una promesa, cree en ti.
Tengo poco tiempo y mucho de que hablar.
Por favor que alguien le diga a mi niño que lo amo.
¡TE AMO, EREN! ¡TE AMO MUCHO!
Y NO SABES QUÉ AGRADECIDA ESTOY PORQUE HAYAS ESTADO CONMIGO.
GRACIAS POR HABER NACIDO.

Con todo el amor y agradecimiento del mundo.

Tu madre...
Carla.