Kacchan x Deku

Ella

Primera parte

Narra Katsuki

La tarde anterior había sido tranquila, aburrida incluso. Alrededor de las 7 había empezado a llover, comenzó siendo cuatro gotas que pasaban desapercibidas hasta que en la vuelta a casa se habia convertido en un pequeño aguacero. Creí que cesaría pero a la mañana siguiente aun podía ver el agua correr por los cristales

Cogí un paraguas y me dirigí a la puerta. Antes de salir encendí el móvil para poner el reproductor y para mi sorpresa tenía una llamada perdida de un número desconocido. Me quedé meditando unos instantes y cuando entré en el chat leí un mensaje de ese mismo número. Era Yami disculpándose

Siempre pide disculpas por todo

De manera inconsciente se me dibujó una sonrisa. Por lo poco que lo conocía podía imaginar su gesto avergonzado y su preocupación por un detalle sin importancia

Narra Yami

La lluvia hizo una pausa, pero que la pista estuviera mojada no impidió que saliéramos a hacer educación física. En parte lo agradecí porque así podría cambiarme de ropa pues la que me había puesto esa mañana estaba empapada

Digamos que hoy era mi día de mala suerte porque no me di cuenta de que llovía hasta que salí de casa, sin paraguas y como salí con tiempo para pasar un rato mirando a Katsuki acabé hecho una sopa

Y como el espejo estaba mojado no pude verle bien. Maldita lluvia

Definitivamente pensaba que ese sería un mal día

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De vuelta a casa preparé mi mochila para esa tarde. Esta vez si llevaría un paraguas por si acaso

Hoy tienes que centrarte, está bien que hables pero no te pases

Si me dejaba llevar demasiado más tarde quedaría en ridículo en la presentacion y no habia nada que me diera mas miedo que hablar con un público delante

Salí de casa y a medio camino volvió a llover. Realmente no se sentía tan mal

Alcancé el primero la puerta del instituto pero descubrí un cartel con un aviso

"Hoy a consecuencia de la lluvia y por motivos de goteras la biblioteca estará cerrada"

¿Era una broma?

El día anterior no habíamos podido quedar y ahora ocurría esto, realmente el mundo se había puesto en mi contra. Hice un puchero y bajé la mirada, ¿qué haría ahora? Mi siguiente idea fue tomar el móvil y con gesto vacilante marqué el número de Katsuki. Debía avisarlo de que hoy no podría ser

- ¿Qué ocurre?

Llegó antes de marcara la llamada así que guardé el movil rápidamente

- La biblioteca está cerrada...

Mi gesto inevitablemente se veía decaído aunque traté de maquillarlo para que pareciera que no le daba especial importancia

- ¿Goteras, verdad? Que no te sorprenda, este sitio de mala muerte no es tan genial como parece desde fuera

Lo miré fijamente. Me sorprendía la naturalidad con la que hablaba y se me escapó una risita