Capitulo 5

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Mi mente y mi cuerpo quedaron petrificados al ver aquella imagen que mis pupilas dilatadas veían. Vi mi reflejo de incredulidad atrabes de esos hermosos y ligeramente rasgados ojos marrones, parecía que no pasoba el tiempo en ella, seguía con la misma apariencia que la de casi dos años atrás.

Lo único diferente era que su melena larga y castaña, se había sustituido por una melena corta, ella era hermosa como fuera. En su pómulo derecho se podía distinguir a duras penas ese hermoso lunar que la hacía ver mas tierna.

Parpadeé varias veces para cerciorarme de que esto no era un sueño, una alucinación, producto de mi imaginación. Pero en efecto, no lo era, era la realidad; hace apenas unos instantes estaba intentándome quitarme la vida de la manera más imprudente y publica que puede haber, y ahora estoy tirado en la acera enfrente de la chica que ame y amo.

Mi vida es de lo menos predecible que pueda llegar a ver.

- Oye, ¿estás bien? – me dice, mientras se levanta y se sacude los pantalones ajustados que llevaba. – oye chico – dice agitando su mano enfrente de mi cara.

'' ¿Chico? ¿Qué pasa con ella? Acaso, ¿se hace la tonta para no darse cuenta de con quien estaba hablando?''

- Quita esos ojos, ¿acaso estás viendo un fantasma? ¿estas borracho o drogado?

- No

- ¡Vaya! Reaccionaste, ¿En que estabas pensando al querer cruzar la calle cuando los carros pasaban a toda prisa? – suspiró, y se rasco la nuca. Reconocí de inmediato ese gesto, lo hacía cada vez que se desesperaba o estaba nerviosa. – podría a ver muerto. – dijo por último, tomo una bolsa que estaba en el suelo y empezó a caminar, sin decir más, sin decirme al menos que había sido de ella en todo este tiempo que estuve fuera de su vida.

Al ver que se empezaba a  alejarce, no pude quedarme de brazos cruzados, y dejarla ir de nuevo. Me levante lo más rápido que pude y la tome de la mano, haciendo que volteara a verme con gesto interrogante.

- ¿Te vas? – dije mirándola a los ojos. Pero no vi en ella, ni recelo, ni mentira, ni enojo, ni nada. Absolutamente nada de ira hacia mi como la última vez que cruzamos palabra, más bien vi en ellos confusión y sorpresa.

- ¿Disculpa? – me consto

- ¿Te vas así sin decir nada más?

- Pues si – dice despreocupada, como si estuviera hablando con un desconocido, porque parecía que lo estuviera haciendo, o eso o fue a la escuela de actuación durante toda mi ausencia. - ¿Que quiere que le diga? – ''desde cuando acá, ella me hablaba con respeto?'' después de decir eso se soltó de mi agarre, y dio una pequeña reverencia, acto seguido; salió casi corriendo del lugar, parecía huir de mi como la última vez. 

¿Qué mierda le pasaba? ¿A caso en serio era SunHee esa chica? Físicamente era la misma, estaba seguro, cien por ciento seguro de que era ella. Pero pareciera que se tomó muy en serio lo que dijo hace ya tiempo, que yo estaba muerto para ella.

Me llevé las manos a la cara al ver el alboroto que había causado en plena calle, e imitando lo que SunHee había hecho hace unos minutos, salí corriendo de ese lugar bullicioso.

Mientras que me alejaba de aquel lugar, me puse a reflexionar las cosas, primero que casi muero a voluntad propia arrollado por un auto, y la segunda que SunHee seguía en Seúl, más viva que nunca, y eso me hacía que tuviera ligeros vértigos, parecía un adolecente hormonal, ¡y por favor! ya tenía 23 años, esa etapa ya había quedo muy atrás, pero seguía queriendo estar a su lado, fue la primera mujer a la que quise en verdad, ella no era como las demás, de un rato.

Tomorrow; Min YoonGiWhere stories live. Discover now